El confinamiento ha hecho mella en el mundo del deporte, a todos los niveles. Los profesionales han visto detenida su rutina, aunque sus hogares están mejor adaptados para el entrenamiento casero, mientras que el resto de ciudadanos ha tenido que elegir entre dejarse llevar por la inactividad o conocer nuevos tipos de entrenamiento. Por suerte, la recta de final de la “operación bikini” contará con la ayuda de la reapertura de los gimnasios, aunque con nuevas condiciones para entrenar.

En Córdoba, gimnasios céntricos como VivaGym y Synergym vuelven a abrir sus puertas para que sus clientes puedan a disfrutar de sus instalaciones, mientras que las instalaciones municipales ya permiten la reserva para el entrenamiento individual. La mayoría mantienen su actividad a través de redes sociales y sus aplicaciones con sesiones de entrenamiento en casa, para quienes aún no están seguros de volver a pesar de las medidas de seguridad.

En otros casos, como el de OkMás Córdoba, han decidido retrasar la apertura al 22 de junio. El director del centro, José Manuel Alcaraz, señala que aprovechan este tiempo para reubicar las máquinas y el material de la instalación para que puedan asegurar que "se cumplen las medidas sanitarias", redistribuyendo los espacios y las áreas de trabajo. Alcaraz apunta que sienten que "era demasiado pronto" en cuestión de seguridad, aunque además están aprovechando para "hacer un lavado de cara y un poco de cambio de imagen".

El coronavirus ha incentivado los entrenamientos caseros y la compra de material que permita hacer mucho con poco, como son las bandas elásticas y los ejercicios con el peso corporal. Los centros deportivos, ante una situación sin precedentes para ellos, decidieron asistir a sus clientes con vídeos y propuestas para no perder el hábito ni la forma.

Desde el inicio de la desescalada, algunos centros han aprovechado las condiciones para retomar la actividad presencial en sus instalaciones, ya que los gimnasios de crossfit o de entrenamiento individual se adaptaban a las exigencias sanitarias, con algunas modificaciones, para atender las necesidades de sus clientes sin poner en riesgo la salud ni de los deportistas ni del personal que trabaja con ellos.

Ejemplo de ello es el gimnasio CrossFit BlackSide, situado en la calle Francisco Rojas Folgado, que el 1 de junio retomó lo que la pandemia había paralizado, para alegría de sus alumnos. Uno de los socios a cargo de este centro, Francisco López, explica que “por suerte" el cambio no les ha supuesto mucho porque ya trabajaban "con cita previa y con grupos cerrados”, aunque las instalaciones han tenido que ser modificadas para delimitar el espacio de quienes entrenan. Actualmente, en su interior pueden entrenar, de manera simultánea, 14 personas, a las que se suman el entrenador “que sirve como guía y supervisa los ejercicios”.

Entrenamiento con las nuevas medidas de seguridad en CrossFit BlackSide.

No obstante, hay un nuevo ritual que se debe cumplir para que no haya contagios a través del material. Por parte del equipo de BlackSide, todo el equipo necesario para las sesiones de entrenamiento se limpia a conciencia entre los turnos, cada vez que un deportista acaba. A su vez, los alumnos acceden con calzado y ropa que solo usan en el interior y se desinfectan las manos. Luego, tienen la opción de rociar el material que vayan a usar con un nebulizador para mayor seguridad.

A pesar de los cambios, para López y sus asociados ha supuesto “un cambio en el modelo de negocio", antes tenían un abanico de clases distintas y ahora han pasado a una única clase de crossfit que repiten durante el día. No obstante, afirma que “la respuesta de los usuarios ha sido muy buena" e incluso están teniendo "nuevas altas”, ya que señala que “muchos tenían ganas de volver a entrenar y los nuevos llegan porque no ven tanta seguridad en los gimnasios convencionales”.

BlackSide ha lanzado nuevas ofertas para quienes quieran entrenar durante toda la semana, haciendo el paquete más económico y mostrando que el entrenamiento es seguro. De la misma forma, mantienen el servicio de clases online, aunque confiesa que para julio esperan "otra avalancha de gente", ya que actualmente las plazas están limitadas.

Otro de los centros que ha podido reactivar los entrenamientos en sus instalaciones es MysteryFit, que cuenta con dos locales situados en las calles Periodista Antonio Rodríguez Mesa y Periodista Eduardo Baro. Su responsable, Sergio Galisteo, afirma que desde el 11 de mayo retomaron las sesiones individuales una vez que adaptaron los locales, aunque señala que estos entrenamiento ya los realizaban antes al tener opositores y deportistas entre sus clientes.

Entrenamiento individual en MysteryFit tras la reapertura.

Con el avance de la desescalada "volvieron los grupos, ahora mismo de cuatro personas más el entrenador". Esto supone una reducción mínima para los grupos de seis personas que habitualmente entrenan de manera simultánea en alguno de los locales, pero Galisteo asegura que no ha afectado a los abonados. "Nos han vuelto los clientes y tenemos nuevas altas", matiza, ya que considera que "seguramente tengan un poco de miedo a los grandes".

Los locales están marcados para asegurar el distanciamiento entre deportistas en las sesiones. Además, hay un control para acceder a los centros, y es necesario que el calzado sea para uso exclusivo en el interior. Por su parte, el personal desinfecta el material tras cada entrenamiento y los usuarios tienen a su disposición gel para las manos.

MysteryFit también mantuvo las sesiones online durante el confinamiento, en las que respetan las sesiones de cada uno antes del coronavirus, y continúna "por donde estaban". El final del confinamiento supuso incertidumbre porque no sabían cuándo podrían abrir, "te enterabas en el fin de semana", y esperaban asegurar que lo hacían "con las medidas necesarias". Según afirma Galisteo, dichas medidas "se mantendrán hasta que se alcance la normalidad total, por la seguridad de todos y la confianza de los clientes".