La genética, la dieta, el estrés y la exposición al sol, factores desencadenantes de la caída del cabello
Salud
La Clínica Redondo Camacho incorpora una Unidad de Capilar a sus servicios de Cirugía Plástica y Medicina Estética

Córdoba/La genética, la alimentación, el estrés y la exposición al sol son los cuatro principales factores desencadenantes de la caída del cabello, lo que explica que el otoño y la primavera sean momentos estacionales en los que perdemos más pelo. “Genéticamente, los españoles y el resto de personas de raza caucásica, tenemos una mayor predisposición a este fenómeno natural, unido a que en los últimos tiempos hemos cambiado de hábitos dietéticos. Esto, que se nota en otras áreas de la Medicina (sobrepeso, hipertensión, diabetes), también afecta a algo muy sensible como es la raíz de nuestro cabello, que se debilita y cae”, explica el doctor José Luis Martínez Meseguer, de la Unidad de Capilar de la Clínica Redondo Camacho de Córdoba, que ha incorporado este servicio recientemente.
Con la incorporación de esta nueva línea de tratamiento, la Clínica Redondo Camacho sigue creciendo en la oferta de tratamientos dentro de su compromiso de ofrecer la mejor medicina por parte de profesionales expertos. Además, en las últimas décadas hemos ido tomando conciencia de la necesidad de proteger nuestra piel y nuestros ojos del sol, pero “no hemos hecho el mismo ejercicio con la cabeza, que es la parte de nuestro cuerpo más expuesta. La primavera y el verano, con los cambios en la alimentación y en horarios por las vacaciones, la exposición al sol, el cloro y el agua del mar, hacen que nuestro cabello llegue a los meses de otoño más debilitado y, con la vuelta al trabajo, aumenta el estrés: es una combinación de elementos muy dañina”, explica Martínez Meseguer.
La caída del cabello afecta en mayor proporción a hombres que a mujeres. De hecho, más del 50% de los hombres mayores de 30 años ya manifiestan caída de cabello, mientras que en las mujeres ese porcentaje es de un 30%. Y la causa principal es la alopecia androgenética.
Cómo fortalecer el cabello y ayudar a su recuperación
Igual que intentamos que “nuestra piel se recupere después del verano, tenemos que hacer lo mismo con nuestro cabello”. Retomar una dieta rica en vegetales, proteína y Omega 3, cuidar la higiene y la adecuada hidratación, es un paso. “Hoy contamos con técnicas y tratamientos para ralentizar este proceso, favorecer la reposición natural del cabello o recurrir a un implante capilar, según la casuística de cada paciente”, indica la doctora Carmen Llorente, del mismo centro.
Estos tratamientos que son efectivos para frenar la caída del cabello, también son los tratamientos a los que se recurre para tener un pelo bonito y cuidado para las fiestas de Navidad “porque su efecto tarda unos dos meses en percibirse”.
“Lo más importante es realizar un detallado estudio inicial para un buen diagnóstico. Lo ideal es aplicar al paciente el tratamiento que le vaya a dar el resultado más natural”, apunta.
“Actualmente contamos con técnicas, como la medicina regenerativa, con aplicaciones ya probadas en otras disciplinas médicas, con la que estamos teniendo un porcentaje muy elevado de éxito y que consiste en la aplicación de pequeñas infiltraciones de plasma procedente del propio paciente, estimulando la regeneración y crecimiento del cabello. Su uso y preparación están sujetos a una estricta normativa y requiere de centros y profesionales preparados. Nosotros reunimos esos requisitos, necesarios para la seguridad del paciente y la calidad del resultado”, advierte.
Otro tratamiento con eficacia probada es la mesoterapia capilar, que consiste en infiltrar a pocos milímetros de la superficie de la piel algunos fármacos y principios activos que pueden regenerar el folículo piloso. Se trata de “una técnica muy utilizada, rápida de aplicar y que no deja señales visibles, frena la caída del cabello y mejora su calidad, aportándole más fuerza y volumen, y favorece el nacimiento de cabello nuevo”, explica.
El implante con técnicas poco invasivas
El trasplante capilar es la cirugía que nos permite restaurar el pelo en las zonas donde lo hemos perdido. Aunque es muy efectivo, hasta ahora muchos pacientes lo eludían porque implicaba un periodo de recuperación físico y de imagen largo. “Actualmente, disponemos de técnicas poco invasivas que permiten que en pocos días el paciente pueda recuperar su vida con un aspecto normal y sin apenas dolor o molestias en el posoperatorio”, explica Martínez Meseguer.
La técnica que esta clínica utiliza habitualmente se denomina FUE y “consiste en extraer los folículos de la zona posterior de la cabeza e implantarlos después en las zonas afectadas uno a uno, con un instrumental que realiza unos orificios casi imperceptibles”, detalla.
Ahora “estamos incorporando en nuestros centros es la cirugía con pelo largo, que permite realizar la intervención sin cortar el cabello o rasurando solo una parte de la cabeza. De este modo al salir de la intervención el paciente tiene un aspecto totalmente normal, evitando el temido rasurado. “Se trata de una técnica muy laboriosa y que resulta indicada en algunos pacientes con zonas pequeñas que restaurar. Ya lo hemos implantado en nuestra unidad de Barcelona y pronto lo incorporaremos en Córdoba”, cuenta Martínez Meseguer.
La seguridad es un aspecto que se debe tener en cuenta al escoger dónde realizar una cirugía de este tipo. “Lo más importante -insiste- es elegir el centro adecuado, solvente, en el que podamos hacer un seguimiento". "Desafortunadamente, en nuestra especialidad, cada vez vemos más casos de pacientes que se han operado en otros países y después tienen complicaciones o resultados no esperados que a veces son difíciles de resolver”, apunta el doctor.
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