El gancho de la segunda mano

Es el bazar por excelencia de los productos de segunda mano. La tienda Cash Converters es el mejor centro para encontrar todo tipo de artículos, pero a precio rebajado, con algo de vida y uso, pero, sobre todo, con todas las garantías de funcionamiento. El establecimiento, ubicado en el número 1 de la calle Omeyas y en el que trabajan una decena de personas desde 2002, recibe cada día numerosos artículos, en su mayoría ordenadores portátiles, consolas de videojuegos, relojes, televisores, joyas, móviles, instrumentos y pequeños electrodomésticos con poca vida, pero en perfecto estado de uso. Ropa, muebles y grandes electrodomésticos, como los frigoríficos, son los únicos artículos que no se venden ni se reciben por su difícil valoración en el precio y también por el problema del espacio, que nunca es suficiente para albergar todos los productos que llegan.

Quienes se acercan hasta la tienda lo hacen por varias causas, según explicó ayer la jefa de producto de la compañía, Isabel Moscardó. Una de ellas es la falta de dinero, y la otra porque básicamente quieren deshacerse del producto. Claro que, tras los regalos navideños, muchos clientes acuden para cambiarlos. Y es que la tienda ofrece la posibilidad a sus clientes de dejar sus regalos nuevos y canjearlos por un ticket.

El sistema de funcionamiento es bien sencillo, detalló Moscardó. Una persona llega a la tienda con un producto y los trabajadores se encargan de comprobar que "está bien y en buen estado", dijo. Todos los artículos se anotan en un libro de registro para "llevar un control ante la Policía" y evitar que en la tienda haya productos robados, describió. Moscardó reconoció que a pesar de todos los controles que se llevan a cabo "ha habido algunos casos" en los que se han encontrado con algún producto sustraído. Una vez comprobado que todo está en orden, el cliente recibe el dinero que deciden los encargados de la tienda. El precio de los productos puede llegar a ser un 50% más barato que el original, apuntó Moscardó, quien subrayó que todos los artículos cuentan con un año de garantía.

El perfil del cliente que acude a la tienda de Córdoba es el de un varón de 35 años de clase media, aunque también van muchos jóvenes estudiantes en busca de juegos para videoconsolas o para adquirir algún electrodoméstico de segunda mano para los pisos compartidos.

La segunda mano "es siempre una opción", argumentó Moscardó, quien aseguró que en los últimos años "hemos tenido un gran crecimiento porque la mentalidad ha cambiado"; es decir, que a la gente ya no le importa tanto comprar artículos usados, pero siempre y cuando estén en perfecto estado. El establecimiento, de origen australiano, también funciona como Monte de Piedad, aunque la compañía lo define como "venta recuperable", apuntó Moscardó. Esto significa que el cliente puede dejar cualquier artículo, llevarse el dinero del mismo tras una valoración de los trabajadores y, un mes más tarde, volver a la tienda entregar el dinero y llevarse el producto.

La variedad de productos y la diferencia de precios es muy elevada y, como curiosidad, Moscardó puso el ejemplo de que en algunas tiendas han llegado a tener relojes valorados en hasta 2.000 euros.