Urbanismo

Último paso para las obras de la futura casa museo de la Hermandad de la Sentencia de Córdoba

Inmueble en el que se alzará la nueva casa de hermandad de La Sentencia.

Inmueble en el que se alzará la nueva casa de hermandad de La Sentencia. / Miguel Ángel Salas

La Oficina de Obras de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) ha propuesto la concesión de licencia para las obras de la futura casa museo de la Hermandad de la Sentencia, que se ejecutarán en un edificio histórico del siglo XVI de la ciudad.

Dicha propuesta irá este miércoles al Consejo Rector de la GMU para su visto bueno. Todo ello después de que hace unos meses la Delegación de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda de la Junta de Andalucía en Córdoba diera verde a la modificación de la ficha del número 2 de la calle Saravia, esquina con Barroso, adquirida por la parroquia de San Nicolás. Con este paso, esperado por la Gerencia se desbloqueaba finalmente el proyecto, con lo que la hermandad podrá comenzar los trabajos de reforma en cuanto tenga en sus manos la licencia de obras que debe otorgarle la GMU.

El inmueble de la calle Saravia pertenece al Plan Especial de Protección del Casco Histórico (Pepch), por lo que para sus obras necesitaba la modificación de la ficha incluida en dicho plan. La cofradía trabaja en esta iniciativa desde 2017, año en el que se presentó el proyecto básico para la adaptación del inmueble casa hermandad. Concretamente, el 3 de noviembre de 2017 se solicitó licencia de obras a la Gerencia. En este mismo año, la cofradía también pidió la información de carácter arqueológico para esta intervención. Ese edificio fue una iglesia, un despacho de vinos y bodega durante varias siglos, mientras que en XIX fue una vivienda.

Y es que, el solar está dentro del catálogo de inmuebles con la ficha EV-255 y se ubica en el ámbito del Bien de Interés Cultural conocido como Torre de San Juan. Con ello, la hermandad quiere recuperar la fachada principal original recayente a la calle Barroso, su composición y materiales, así como los elementos originales descubiertos, además de mantener la imagen de aperturas de la fachada de Saravia.

Es más, la hermandad considera también que la recuperación de este inmueble, junto a los otros dos edificios recayentes a esta pequeña plaza que se abre en la calle Barroso -la casa del Aceite y la antigua Bodega San Rafael- "permitirá crear otro nuevo rincón patrimonial en la ciudad mejorando una imagen urbana hasta ahora abandonada". 

En esta misma línea, la cofradía destaca que "pasaríamos de un edificio abandonado y completamente compartimentando en tres plantas y habitaciones, que pasaba desapercibido, a un espacio totalmente diáfano, con la volumetría interior completa hasta cubierta, donde se apreciarían todos los elementos arquitectónicos proyectados originalmente en su primer uso como la iglesia del Antiguo Hospital de San Jacinto y, que ayudaría a mejorar la calidad de los espacios urbanos exteriores".

Tercia de vinos

En la actualidad el inmueble tiene uso de viviendas y local comercial y es conocido como tercia de vinos, según se recoge en el Registro de la Propiedad. Si bien, no ha sido su único uso, ya que en el siglo XVI acogió un hospital para los desfavorecidos dedicado a San Jacinto y en el XVII en su interior se alzó una iglesia que, según la misma documentación presentada por la cofradía, fue "el germen de la actual hermandad de Los Dolores". 

Y es que, según el libro de Aranda Doncel, el presbítero Juan Salvador Amo inició a finales del siglo XVII el proyecto de fundación de la congregación de la orden tercera de los Siervos de María en la iglesia del Hospital de San Jacinto. Posteriormente, en 1710 la congregación decide adquirir el terreno para construir el citado Hospital de San Jacinto, que actualmente es la residencia de mayores del mismo nombre y que se encuentra en la plaza de Capuchinos.

Así las cosas, el antiguo hospital se vende entonces al Cabildo Catedral, que destina la iglesia para almacenar los vinos procedentes de los diezmos, con lo que pasó a conocerse como Casa de la Tercia de Vinos (Valverde Fernández, 2007), que es el mismo nombre que aparece en el Registro de la Propiedad. 

Pero este no fue su último uso, ya que tras el traslado del inicial hospital a su entonces nueva ubicación, se intentó la cesión de la iglesia para dar culto a una imagen de Nuestra Señora de Loreto, que fue rechazada por el Cabildo Catedral. El tiempo siguió pasando y, posteriormente un particular compró el edificio en la segunda mitad del siglo XIX y lo dedico a vivienda y hasta ahora, que el citado inmueble pasará a ser la futura casa hermandad de La Sentencia.

Entre otros objetivos, la intención de la Sentencia es poder sacar los pasos de la hermandad -el Señor de la Sentencia y la Virgen de Gracia y Amparo- desde esta nueva casa de hermandad cada Lunes Santo, además de ubicar la zona expositiva de documentación y elementos de valor simbólico de la cofradía.

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