Arranca Flora 2024 en Córdoba: el júbilo de la primavera floral y la multiespecie en otoño
Festival Internacional de las Flores
La séptima edición del festival comienza con cinco impresionantes creaciones artísticas florales
Un recorrido fotográfico por las cinco obras que participan en el festival
Córdoba/El Festival Internacional de las Flores Flora 2024 ha arrancado este viernes en Córdoba. Por delante, quedan cinco días para deleitarse con las cinco creaciones que entran a concurso y que desde media mañana ya cuentan con numeroso público deseoso de conocer la obra El ser deshilachado, de la canadiense Coyote Flowers, que se puede ver en el Patio de Columnas del Palacio de Viana; Entre magnolios, del equipo de artistas This Humid House, en el Patio del Reloj del Palacio de la Merced; Fusión, de Carolin Ruggaber, en el Palacio de Orive; Inversiones, de Emily Thompson en el Patio de los Naranjos de la Mezquita-Catedral; y Un pensamiento vegetal, de Eugenio Ampudia, en el patio de entrada de la Sala Vimcorsa.
Cinco enclaves de la capital cordobesa que visitar en esta séptima edición del festival, que este año lleva por título Multiespecie y, que incluye un centenar de actividades que se van a celebrar hasta el día de San Rafael, el próximo 24 de octubre.
Las instalaciones artísticas que se pueden ver en estos cinco enclaves compiten por los galardones económicos que otorga el festival, los de mayor cuantía entre los celebrados en su disciplina (25.000 y 10.000 euros). Las instalaciones ganadoras del primer y segundo premio se darán a conocer el 18 de octubre por la noche, en la entrega de premios.
'Un pensamiento vegetal', en Vimcorsa
Dos grandes neuronas -una de ellas más larga y con dos núcleos- decoradas con avellano tortuoso, brunia, crisantemo y orquídeas, entre otras sorprenden a la entrada de la Sala Vimcorsa, en la calle Ángel de Saavedra. Todo ello, acompañado por el ritmo que hacen las ondas del tomate y el tabaco cuando las estresas hídricamente. Es la obra Un pensamiento vegetal, de Eugenio Ampudia, quien ha relatado a El Día que recibió la llamada para participar en Flora este año y que no dudó un instante, dada su temática. "El Festival Flora es la leche y me parece fantástico", ha asegurado.
Con su obra, según ha explicado, ha querido mostrar "la necesidad de comunicación con las especies. "Lo que queríamos es hacer un ejemplo básico de la comunicación más básica que existe, que es la que hay entre las neuronas", ha justificado.
"Cuando un axón se junta con el axón de la siguiente neurona produce un impulso eléctrico y, ese impulso eléctrico puede generar un pensamiento, que puede ser banal o espectacular, pero es el resultado de un impulso eléctrico", ha argumentado, al tiempo que ha explicado que con su trabajo "creíamos que podíamos contarlo bien con dos neuronas en este espacio que es casi craneal y lo envuelve perfectamente". A naturaleza y las plantas han impregnado buena parte de la trayectoria de Ampudia, quien ha destacado que con esta creación quiere también demostrar que las plantas "no son adornos, lo que queríamos es explicar los recuerdos; la memoria se fija en algún sitio del cerebro y nos gustaría que esa fijación viniera del territorio vegetal porque creemos que es una forma de pensar más cercana a las mejores posibilidades que tenemos los humanos".
Ampudia ha recibido el Premio al Mejor Artista Español Vivo en ARCO 2008 y 2018, el Premio Beep a la Mejor Obra Tecnológica 2018 y en 2008 le fue otorgada una beca de la Delfina Foundation de Londres
'Fusión', en Orive
La instalación de la artista alemana Carolin Ruggaber muestra un ejemplo de convivencia entre naturaleza viva y tecnología. Más allá de la monumentalidad de la obra, el protagonismo de Fusión es para la luz y las plantas vivas. Y para la invisible simbiosis que entre ellas se produce. La creadora fue la ganadora de la convocatoria de Patio Talento 2024, una iniciativa que ofrece la oportunidad de participar en el Festival Internacional de las Flores (Flora) a artistas o colectivos emergentes que nunca han realizado una instalación vegetal de gran formato.
Su propuesta floral, para la que ha utilizado culantrillo, esparraguera, helecho espada, musgo, uvas y viola, se puede ver en el Palacio de Orive. La artista ha señalado a los medios que es la primera vez que se han utilizado plantas vivas, es decir, que "no están cortadas y se pueden reutilizar después". Para su creación, ha añadido, se ha inspirado en la temática del propio festival y en "demostrar que todo está unido y cómo la tecnología puede ayudar a valorar y ensalzar el medio ambiente".
Su obra explora la compleja relación entre la humanidad y el medio, revelando a menudo la fragilidad de la naturaleza y enfatizando su vulnerabilidad y belleza inherentes. A su juicio, el Festival Flora, que conoce desde la primera edición, "es una gran oportunidad para el mundo artístico dentro de la botánica para mostrar su trabajo".
'El ser deshilachado', en el Palacio de Viana
El Patio de Columnas del Palacio de Viana es el lugar en el que se puede contemplar la obra El ser deshilachado, de la creadora Coyote Flowers, que parte del surrealismo de Salvador Dalí para crear un paisaje que, probablemente por el pasado de la artista en el mundo de la interpretación teatral y la performance, sugiere una escenografía que reinterpreta en Flora. En esta ocasión, Lauren Sellen necesita pocos elementos en su propuesta, con una escasa variedad de flores exquisitas, una reducida escala de colores y siluetas orgánicas que parecen desaparecer.
Esparraguera, gramíneas, hortensia, lirio, lirio doble y orquídeas son algunas de las flores que ha utilizado en su propuesta, en la que también ha usado materiales como el acero carbono, acero inoxidable, aluminio, metacrilato y malla, y en la que tampoco falta la música con los temas Ghost Town, de Diffie Bosman, Life, de Benjaminn Lazzarus, y The Girl And The Tree, de Evert Zeevalkink.
Lauren Sellen una de las artistas florales más relevantes de Canadá, su país natal, que lleva diez años expresándose a través de la botánica con composiciones que suelen destacar por lo monocromático y la búsqueda del menos es más. El afán de Coyote Flowers por mostrar la belleza natural de las flores se plasma a través de una impecable técnica floral, con la que también trata de dar cabida a lo no convencional.
'Inversiones', en el Patio de los Naranjos de la Mezquita-Catedral
El muro sur del Patio de los Naranjos de la Mezquita-Catedral es el espacio en el que se puede ver Inversiones, la obra de la estadounidense Emily Thompson. Se trata de una instalación en la que la habitual conexión entre el arte y la botánica se invierte: en vez de mosaicos y relieves que imitan flores y plantas, aquí son ellas -vivas y muertas- las que dan vida a la piedra. En concreto, son tres paisajes que tienen algo de fantástico, elegíaco y esperanzador, a pesar de su aparente dureza.
Como tres ventanas abiertas en el muro, la instalación central homenajea al olivo, donde renace en un nuevo hábitat, mientras las dos instalaciones laterales remiten a las decoraciones vegetales del Mihrab. La mirada Invertida de Thompson dirige la atención hacia una naturaleza muerta que, a fuerza de resiliencia, logra siempre sobrevivir e imaginar nuevos paisajes. Y todo ello, con plantas como acebuche, alcachofa, aloe, calabaza y helecho, entre otros, y con música de Paul Dally.
Con un gusto muy especial por la yuxtaposición de materiales -preferentemente locales-, en los diseños de Thompson pueden convivir flores, vainas de semillas, frutas, ramas y maleza poco habitual en el arte floral más convencional. Amante de la estética que inspiran las ruinas, la artista juega a menudo a recrearlas de forma artificial, consiguiendo simular algo que parece nacido de la propia naturaleza.
Entre sus clientes hay instituciones como la Casa Blanca, MoMA Museum of Modern Art NY o Whitney Museum of American Art; marcas como Ferrari, Chanel, Giorgio Armani, Google, Tiffany & Co o Volvo; y algunas de las publicaciones más prestigiosas del mundo, como Architectural Digest, The New York Times, Vogue, Wall Street Journal o Forbes.
'Entre magnolios', en el Patio del Reloj del Palacio de la Merced
Caña de bambú, dátiles, follaje reciclado, hojas de palmera, bookmarkluffa, naranjo, olivo y piel de bambú son algunas de las plantas utilizadas por This Humid House, el estudio de diseño fundado en Singapur en 2017, que ha llegado a Flora con la creación titulada Entre Magnolios. que se puede visitar en el Patio del Reloj del Palacio de la Merced, sede de la Diputación de Córdoba.
En esta ocasión, el estudio mezcla diferentes tipos de hábitats, logrando una instalación de clara inspiración multiespecie: las formas que la componen nos recuerdan a hojarascas, nidos -esa convivencia feliz entre edificios humanos y hogares animales- y formas biomórficas que nos remiten a colmenas y hormigueros. Hasta pequeños comederos para pájaros, realizados en colaboración con residentes locales, se pueden encontrar en este macrohábitat donde, quién sabe, puede que se esconda algún escarabajo, uno de los polinizadores más particulares de los magnolios.
Con estas relaciones simbióticas entre flora, fauna y humanos, los artistas exploran un posible hábitat compartido, acompañado por un paisaje sonoro que fusiona grabaciones de campo de la naturaleza en Singapur con poemas del período de Al-Ándalus que celebran la naturaleza.
Todo, además, bajo un paisaje sonoro en el que se pueden escuchar Luminous II, de Zai Tang, con grabaciones de campo de la naturaleza de Singapur y poemas de Abd al-Rahman I (Córdoba, siglo VIII), Ben Raia (Sevilla, siglo XIII), Ghalib ibn Ribah al-Hajjam (Toledo, siglo XI), Abu-al-Hasan Ali Ben Hisn (Sevilla, siglo XI) e Ibn Sara (Santarén, Badajoz, siglo XII).
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