El fiscalizador que baila entre dos aguas

política | balance del mandato cuando se cumple el primer año de la investidura

Ganemos facilitó la investidura pero se quedó en la oposición en un intento de no desgastarse

Victoria López y Alberto de los Ríos, durante la asamblea decisoria de Ganemos sobre los presupuestos.
F. J. Cantador

12 de junio 2016 - 01:00

Ganemos Córdoba cumple un año de vida en Capitulares justo cuando ha retornado a esta formación el debate de si entra o no a formar parte del equipo de gobierno. Estuvo a un paso de ser gobierno tras las municipales -concejales como Rafael Blázquez y Alberto de los Ríos estaban por la labor-, pero la asamblea de la entonces agrupación de electores decidió que mejor se quedaban haciendo una "oposición constructiva".

Hubo miedo a dar el paso por el desgaste que eso podría suponer para la marca Podemos -incluida en Ganemos- antes de unas elecciones generales. Ganemos se quedó así entre dos aguas en una posición anómala que nunca se había dado en el Ayuntamiento de Córdoba. Por un lado, apoyando al equipo de gobierno y de la mano de éste en aquellas cuestiones que han salido adelante con cierto éxito, como las políticas sociales y, por otro, atizándole con fuerza cuando la gestión se alejaba de cuestiones como las rubricadas en el pacto de gobernabilidad o cuando convenía electoralmente. Eso sí, fiscalizando a su modo que se cumpliera ese acuerdo que rubricaron con el PSOE e IU y que posibilitó que Isabel Ambrosio hiciera historia al convertirse en la primera persona socialista que gobierna en la ciudad desde la Segunda República.

Buena parte de culpa de que se haya reabierto el debate sobre si Ganemos Córdoba debe entrar o no ahora a formar parte del equipo de gobierno local lo tiene la confluencia que al final han alcanzado IU y Podemos para acudir juntos a las generales bajo la marca Unidos Podemos. El grupo municipal de IU estaría como loco por que sus más afines ediles en el plenario los acompañaran en el gobierno. Y es que la confluencia entre la formación cuyo portavoz un Rafael Blázquez cada vez más invisible y anodino y la que lidera Pedro García, sin ser perfecta, tiende a ello. Por supuesto, lo del rescate social era innegociable para la formación verde al apoyar la investidura de Ambrosio, un rescate social que no funcionó tan aceleradamente como Ganemos pretendía.

El PSOE desde el principio fue a remolque en algunos puntos del pacto de gobernabilidad y por ello recibió más de un tirón de orejas por parte de Ganemos Córdoba. El pasado octubre, por ejemplo, la formación verde no encajó bien la presencia de la alcaldesa en la iglesia de San Andrés para entregarle la medalla de oro de la ciudad a la Virgen de la Esperanza y los viceportavoces de la agrupación, Alberto de los Ríos y Victoria López, las dos caras más visibles en este año, insistieron en que el modelo de relación entre el Ayuntamiento y las cofradías tenía que revisarse, aludiendo a la "laicidad y a la aconfesionalidad municipal" rubricada entre los 51 puntos del pacto de gobernabilidad.

En eso, IU y Ganemos van de la mano, como en hacer realidad el punto 40 de ese acuerdo-demandar por parte del Ayuntamiento la titularidad pública de la Mezquita y los bienes inmatriculados por la Iglesia Católica- algo que se ve ralentizado por el PSOE. Y es que con ese pacto de gobernabilidad y ese baile entre dos aguas, Ganemos Córdoba ha intentado, de la mano de IU, llevar más hacia el extremo al PSOE en las políticas de gobierno, circunstancia en la que la formación que lidera Ambrosio no se ha sentido a veces demasiado cómoda. Un ejemplo, el problema surgido con los amantes de la tauromaquia cuando temieron por la prohibición de la fiesta en Córdoba. Y también ha criticado abiertamente la gestión cuando ha creído que tenía que hacerlo, como ocurrió con los Patios.

Sea como sea, los resultados electorales del 26-J, que auguran una caída socialista en favor de Unidos Podemos, pueden convertirse en un punto de inflexión también en el Ayuntamiento al provocar ahora sí la entrada de Ganemos en el gobierno. Tras un año de estancamiento en proyectos, este paso puede suponer una redefinición de esa hoja de ruta aún por diseñar.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último