La feria del pura raza

caballerizas reales La décima edición de Cabalcor

Cabalcor se consolida con un completo programa de actividades que incluye uno de los concurso morfológicos más relevantes de España y en el que este año participan 30 ganaderías de todo el país

La feria del pura raza
La feria del pura raza
Ángel Robles

23 de septiembre 2012 - 01:00

Pasada la tormenta política de la inauguración, la feria del caballo de Córdoba, Cabalcor, exhibió ayer su mejor perfil, con miles de visitantes durante todo el día, lleno en las gradas para asistir al concurso morfológico y el cartel de "no hay entradas" para el espectáculo ecuestre de la noche. "Hemos hecho un esfuerzo económico y comercial muy agresivo para posicionarnos y consagrarnos cmo la feria del caballo más importante de España", decía ayer con orgullo una de las personas más implicadas en la organización del encuentro, Enrique Lovera, el presidente de la Asociación de Criados de Caballos de Pura Raza Española.

Cabalcor no es una feria al uso. Es más, los expositores comerciales de otros años han desaparecido del patio de las Caballerizas Reales para dar más relevancia al caballo. Los animales son ahora los únicos protagonistas. El mejor ejemplo de esto es que el concurso morfológico cuenta este año con 145 cabezas participantes y una treintena de ganaderías, una de ellas originaria de Nicaragua. Por número y calidad -asegura Lovera-, el certamen se ha ganado, tras 17 ediciones, un hueco en el podio de los tres más importantes de España, junto al de Torre Pacheco (Murcia) y al Salón Internacional del Caballo de Pura Raza Española (Sicab) que se celebra en Sevilla. Y, lejos de perder fuelle por los efectos de la crisis económica, el concurso no sólo ha mejorado sus cifras, sino que ha batido los récords: el año pasado hubo 94 participantes y el año con más asistencia se quedó en 104 animales. Y, en comparación con otras ferias, Cabalcor también sale ganando: "La media este año ronda los 80 participantes", concretó Lovera.

La feria de las Caballerizas Reales se consolida así como uno de los principales escaparates mundiales del pura raza española, "la más valorada y cotizada de todas". Aunque Cabalcor no es sólo el concurso. Entrar a las históricas dependencias ayuda a compronder toda una cultura y una forma de vida, como lo demuestra la exposición de pintura comisionada por Carmen Santiago, con casi una treintena de participantes de siete países diferentes. "Las pinturas ecuestres tienen una tradición antiquísima. Son multitud los retratos de reyes y emperadores con su caballo. Este animal simboliza la fuerza, la nobleza y el poder", describió Santiago. "Y ya que no tenemos caballos en cuerpo en las cuadras, los tenemos en alma", describió.

Desde las pinturas de fantasía de la italiana Ornella Gibelli a los retratos hiperrealistas del cordobés Rafael Cervantes, pasando por la colorista visión de la mexicana María Antonia Rodríguez. Sus obras han vivido una "auténtica odisea" para cruzar el Atlántico. Y, para rematar la visita, un poco de artesanía: los artículos de croché de la cordobesa Susi Serrano, la cerámica y los azulejos de Carmen Cascuñana o los pirograbados del colombiano Jorge Yepes, todos ellos con obras inspiradas en lo ecuestre realizadas específicamente para la ocasión.

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