Los fabricantes creen que lo peor de la crisis está por llegar para las pymes

Ni brotes verdes, ni recuperación. El presidente de la Asociación de Fabricantes y Empresas de Servicios de Córdoba (Asfaco), Miguel Ángel Tamarit, aseguró ayer que la crisis sigue siendo profunda e, incluso, que "lo peor está por llegar" para algunos sectores, sobre todo "para las pequeñas y medianas empresas" (pymes). Tamarit recordó que es cierto que la construcción fue la primera en notar los efectos de la recesión económica, pero que ahora son los servicios y otros sectores secundarios al ladrillo los que tienen una situación más complicada. En este sentido, el presidente de Asfaco apuntó directamente a los pequeños proveedores y las pymes como los más perjudicados.

Tamarit -que protagonizó ayer un encuentro con el presidente del PP, José Antonio Nieto-, insistió en que la realidad empresarial de la provincia es muy negativa y la mayoría de los negocios "se esfuerzan simplemente en sobrevivir". Después de que hayan pasado casi dos años desde que se comenzaran a notar los primeros síntomas de debilidad económica, el representante de los fabricantes pidió que "no nos acostumbremos a vivir en una crisis permanente". Y es que la incertidumbre económica está provocando que los consumidores frenen el gasto, algo que resulta "muy negativo" para la economía de la provincia. El incremento del número de parados es también un evidente signo de debilidad que repercute directamente en el consumo. Tamarit aseguró que cada persona que sufre un despido supone la pérdida de un consumidor, "lo que agrava la situación de crisis".

Para los fabricantes, "ya nos deberíamos haber puesto a trabajar para atajar la crisis con seriedad". El presidente de Asfaco apuntó a una "cultura del esfuerzo" porque en los últimos años "nos han estado vendiendo un Estado de Bienestar" pero esto ha llegado, en su opinión, "con el trabajo de todos los españoles". En cuanto a la concesión de los créditos del Instituto de Crédito Oficial (ICO), Tamarit dijo que "no están llegando como nos gustaría". Esta falta de agilidad responde a que son las entidades financieras las que deciden si se concede o no la partida a la empresa que lo solicite, y no directamente el ICO, algo que "obstaculiza" los trámites.

Las 67 empresas asociadas de Asfaco han reconocido recientemente en una encuesta que su realidad es "muy complicada" y confían en que "vaya peor". Esta análisis, realizado en mayo, "no ha cambiado en nada", según apuntó Tamarit.