XX Congreso de Directivos de CEDE

Europa califica de "oportunidad histórica" la inyección económica que recibirá España por los fondos

  • El vicepresidente de la Comisión Europea cree que el crecimiento del PIB "podría ser un 10% más elevado en los próximos 20 años"

  • El ministro de Universidades, Manuel Castells, recuerda que "la recuperación de la pandemia es un momento de transformación"

Participantes en el congreso, en el salón de actos del Palacio de Congresos de Córdoba.

Participantes en el congreso, en el salón de actos del Palacio de Congresos de Córdoba. / Miguel Ángel Salas

La jornada de directivos y ejecutivos que con motivo del XX Congreso de Directivos de CEDE (Confederación Española de Directivos y Ejecutivos) se está celebrando este jueves en Córdoba con el lema Nuevos tiempos, nuevas oportunidades apunta directamente a la pandemia del covid. Es por eso que la organización ha visto oportuno dar una visión de cómo afrontan la salida de la crisis sanitaria distintas zonas del mundo. Y ahí ha tenido un papel principal Margaritis Schinas, vicepresidente de la Comisión Europea, que ha tildado como "una oportunidad histórica" la inyección de 140 mil millones de euros de fondos que recibirá España.

Tras los balances del mundo post-covid realizados durante la jornada desde Asia (Adrian Li, CEO de Bank of East Asia) o Estados Unidos (Enrique Lores, presidente y CEO de HP), la última visión ha llegado desde Europa por parte de Schinas, que ha querido ver el lado positivo que ha dejado la pandemia, dando paso a “una nueva era” en el continente por “tener que romper tabúes y lanzar nuevas iniciativas”, como el programa de vacunas o al plan económico de recuperación”.

Schinas ha valorado que “gracias al esfuerzo sobrehumano por la vacunación, la recuperación en Europa ha sido más rápida que en Estados Unidos y China”, y ha puesto el foco en España, que “ha sufrido más”, pero donde “el crecimiento económico invita a pensar que será vigoroso”, aunque “la recuperación del sector industrial es menos dinámica por el precio récord de la energía y la ruptura de suministros, donde sufrirá más”, aunque “las previsiones avalan la temporalidad de esta problemática”.

Sobre todo porque entrarán en juego los fondos europeos, donde España recibirá 140 mil millones de euros, que suponen “una oportunidad histórica a corto y largo plazo sin aumentar la deuda pública”. Es más, el vicepresidente de la Comisión Europea ha destacado que el crecimiento del PIB “podría ser un 10% más elevado en los próximos 20 años”, matizando que “el objetivo del plan de recuperación no es solo aliviar la crisis, sino acompañar a largo plazo, y ahí las empresas son un factor clave para asegurar que la transformación sea un éxito”.

Antes de esta aportación, y tras el primer receso de la jornada, el ministro de Universidades, Manuel Castells, a través de una conexión a través de videollamada, ha disertado sobre Europa en la nueva economía global, dejando claro que “el PIB y tasas de crecimiento hacen que el peso de Europa sea decreciente respecto a Asia y Estados Unidos, y además, el peso geopolítico militar tampoco es comparable con el resto del mundo”. A eso se une que las universidades “apenas aparecen en los primeros puestos del ranking”, por lo que “nuestro principal valor son los valores, aunque sin un relacionismo económico o tecnológico, estaremos en una posición subordinada”.

Castells ha incidido, como habían hecho ya antes varios de los ponentes, en la importancia de tener una buena “cualificación”, para lo que es clave la educación superior, y en que la “transformación del sistema productivo depende de políticas activas que empujen hacia la nueva economía”, para lo que es necesario “una nueva fiscalidad que lo haga atractivo”. También ha puesto énfasis en que “en la nueva economía global, lo privado y lo público son complementarios”, añadiendo que “la recuperación de la pandemia es un momento de transformación” para el que hay que estar ya preparados.

La innovación en la relación con el cliente

Bajo la moderación del presidente de Deloitte España, Fernando Ruiz, esta mesa redonda ha contado con la participación del consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, y la vicepresidenta de Microsoft Western Europe, Pilar López. Esta última ha destacado cuatro pilares fundamentales en la innovación con el cliente: Trabajo híbrido y gestión del talento; pensar en negocios hiperconectados a todos los niveles; gestión unificada de los datos; y tratamiento de la seguridad y privacidad de los datos de los clientes.

Para la ponente, el reto tecnológico en la gestión del cliente “no está tanto en disponer de la tecnología y aplicarla como en la gestión que se haga del cambio normativo y de la gobernanza". "Nos abre un mundo de posibilidades para la personalización y micro segmentación con nuestros usuarios, para poder sorprenderles y llevarles la mejor experiencia y el mejor servicio”, ha señalado López, que tiene claro que el punto de partida para el progreso es “la visión unificada de los datos y la democratización del dato dentro de la compañía y, a partir de ahí, aplicar inteligencia artificial y analítica avanzada, cuya potencialidad es enorme”.

Por su parte, Gonzalo Gortázar ha apuntado que la relación con los clientes “ha cambiado de manera radical y pese a la gran trascendencia de los canales digitales siguen siendo muy importantes los canales tradicionales”. Gortázar ha incidido en la necesidad de “combinar la transaccionalidad de lo digital con la personalización por medio de lo que nos ofrece el uso de los datos; hay que segmentar, personalizar y darle una oferta de servicio especializado para ese usuario digital y tratar de conocerlo lo máximo posible”. Y es que el consejero delegado de CaixaBank cree que seguir muy centrado en el cliente porque “si no, podemos crear cosas fascinantes pero que tienen poca aplicación real y práctica”.

Francisco Reynés, presidente ejecutivo de Naturgy. Francisco Reynés, presidente ejecutivo de Naturgy.

Francisco Reynés, presidente ejecutivo de Naturgy.

Un nuevo liderazgo para un tiempo de oportunidades

El presidente ejecutivo de Naturgy, Francisco Reynés; el presidente de Agbar, Ángel Simón, y la patrono de la Fundación CEDE en calidad de moderadora, Amparo Moraleda, han conformado esta sesión que ha girado en torno a la necesidad de un nuevo liderazgo. Simón ha destacado que con las dos competencias básicas para un buen líder, además de un compromiso permanente de los trabajadores, son el liderazgo interno y el externo: “Tienes que relacionarte con todo el equipo en red y de una manera clara” en lo que respecta al interior de la compañía; y en el factor externo tener claro que las personas “están en el centro de la empresa”. Para el directivo de Agbar “la pandemia ha acelerado procesos que ya llevábamos en marcha”, subrayando también tres aspectos claves para un buen líder: “Empatizar, ejercer liderazgo y transparencia”.

“Nos hemos tenido que adaptar de golpe a una nueva forma de trabajar”, ha apuntado Reynés, que cree clave la “capacidad de adaptación rápida”, añadiendo que las empresas “están ayudando a la sociedad a salir de las crisis, tanto dando los servicios como estando muy colaborativas con lo que se está produciendo y siendo muy solidarias con la situación”. Para Reynés, “las personas están por delante de cualquier prioridad, nuestros trabajadores y su salud y nuestros clientes y su necesidad de seguir teniendo suministro”.

El directivo y la internacionalización

A continuación, el CEO de Cellnex, Tobías Martínez, y el provost de IE University y decano de la Escuela de Asuntos Públicos y Global del IE, Manuel Muñiz, han abordado el papel del directivo y la internacionalización en un mundo sin fronteras bajo la moderación del presidente del Senado de la Fundación CEDE, Antonio Garrigues.

Para Antonio Garrigues, “la economía española está poco internacionalizada, y en ese sentido el campo de mejora es grande”, mientras que Manuel Muñiz ha asegurado en su intervención que en estos momentos “estamos viviendo el rediseño del paradigma de la economía global". "Por la estructura empresarial de nuestro país, la internacionalización aterriza de manera muy desigual en el tejido productivo”, resaltando que se sustenta en las grandes empresas y muy poco en las medianas y pymes.

Tobías Martínez, por su parte, ha indicado que las compañías españolas “son bien recibidas a nivel general", lo que le hacer ser "optimista porque la tendencia de las empresas españolas es que cada vez salimos más y este camino no tiene vuelta atrás; a las empresas españolas nos queda mucho recorrido en la internacionalización y la perspectiva es positiva”.

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