Salud

Una estafa sanitaria con más de 1.500 víctimas cordobesas

  • Dentistas nuevos constantemente, salas de espera colapsadas, tratamientos dudosos sin concluir y deudas son algunas de las consecuencias del fraude de iDental

Bajo el lema "dentistas con corazón" la clínica iDental ofrecía tratamientos dentales a un bajo coste. De esta forma, los servicios odontológicos quedaban al alcance de cualquier paciente. Un reclamo que enganchó a miles de cordobeses y 1.500 han resultado afectados tras el cierre de la franquicia. Casi 2.000 tratamientos se han quedado sin finalizar, muchos de ellos ya pagados y otros tantos financiados durante varios años.

El perfil de los pacientes de las clínicas iDental era muy similar, personas con escasos recursos económicos que se aferraban a la esperanza de poder solucionar sus problemas dentales bajo el menor coste posible. La sede en Córdoba de esta clínica low cost se situaba en el polígono La Torrecilla. Cerró las puertas hace menos de un mes, pillando por sorpresa a muchos de sus clientes novatos. Los pacientes más veteranos cuentan cómo desde hace varios meses no respondían las llamadas y le anulaban sus citas imposibilitando continuar con su procedimiento.

El Colegio de Dentistas recoge más de un centenar de hojas de reclamacionesMe pusieron todos los implantes el mismo día y las últimas piezas sin efecto de la anestesiaAlgunos pacientes reconocen poca higiene en las consultas y en el instrumental empleadoEntré con una muela entera y sin apenas dolor y a los tres días perdí casi el 90% de la muela"La empresa hacía descuentos por situaciones personales que no contrastaban

En el Colegio de Dentistas de Córdoba se han presentado más de un centenar de reclamaciones, sobre todo, durante las dos últimas semanas. La mayoría de ellas son por incumplimiento de los tratamientos contratados por los pacientes. "Rabia y preocupación" es lo que traslada el presidente del Colegio, Rafael Roldán, a la vez que insiste en que era una situación previsible. "Esto es la crónica de una muerte anunciada" relata Roldán. El presidente califica de engañosa la publicidad que trasladaba iDental, "las subvenciones que promocionaban eran irreales". Hace un año, Roldán se reunió con los partidos de PP, PSOE, Cs y Podemos, alertando de que "esta situación iba a suceder en cualquier momento".

Respecto a los profesionales que trabajaban en la clínica, el presidente los califica de víctimas. iDental debe salarios a gran parte del personal, y según afirma Roldán, está comprobado que la clínica obligaba a sus dentistas a realizar un máster mientras trabajaban, por lo que se le descontaba de su sueldo el coste de esta formación. Lo que respecta a los materiales, Roldán asegura que no conoce la procedencia de la materia con la que se realizaban las intervenciones, que también está en el punto de mira. El presidente afirma que lo más importante ahora es que cada paciente recupere su expediente clínico, puesto que sin este dosier ningún dentista podrá saber qué procedimiento se ha seguido y que proceso continuar.

Dentistas nuevos constantemente, una publicidad tan atractiva como engañosa, una campaña de marketing con lemas esperanzadores para personas con pocos recursos económicos, retraso en las citas, dificultad para asistir a las llamadas de los clientes, anulación de citas previamente o incluso el mismo día o salas de espera colapsadas, son algunas de las características en las que coinciden las víctimas de esta empresa.

Alba González asistió a iDental en 2016 junto a su madre (si llevaba a un nuevo cliente le ofrecían más descuentos). La primera vez acudió por urgencias a causa de un flemón y asegura que durante esta consulta el personal que le atendió no era dentista, "se presentó como higienista, y lo mismo se paseaba por higiene que lo veías salir de atención comercial". González asegura vivir experiencias poco higiénicas como visualizar "manchas o lamparones" en los instrumentales que utilizaban para sus consultas. La paciente relata que no había suficiente potencial eléctrico contratado por la empresa y, a causa de ello, llegó a quedarse a oscuras en una de sus intervenciones por un corte de luz. Además "mientras le aspiraban a alguien en el box de al lado, no me lo podían hacer a mi". González denuncia las veces que no le atendían por no disponer del material adecuado o por la falta de médicos, "una vez llegué y me dijeron que habían anulado la agenda porque los trabajadores estaban realizando un curso obligatorio de prevención de riesgos laborales".

Respecto a su tratamiento, cuenta las negligencias que vivió: "me hicieron una endodoncia provisional que se llegó a caer hasta tres veces, cada vez con una pérdida de muela mayor, me quedé casi sin muela" . A lo largo de las sesiones su tratamiento se modificó, puesto que su situación dental empeoró; por ello le hicieron un aumento del presupuesto que tenía que abonar en mano. Por suerte, Alba González es una de las pacientes que ha podido recuperar su informe clínico, a pesar de tener que insistir con vehemencia. "Me enteré que habían cerrado clínicas en otras ciudades como en Barcelona y fui a reclamar mi expediente, me olía algo raro".

Inmaculada Modelo era una de las clientes más veteranas, de hecho comenzó su tratamiento en la sede que había en Sevilla y con la apertura del centro en Córdoba le hicieron un traslado de expediente. Fundas, implantes, endodoncias y más tratamientos son los que le adjudicaron a Modelo. Durante estos años el diagnóstico no ha finalizado, mientras la paciente continúa pagando su presupuesto. Modelo ha puesto seis hojas de reclamaciones en Consumo.

Josefa Antequera decidió comenzar con su proceso dental en 2016 aunque hasta julio de 2017 no obtuvo su primera cita. En ella le quitaron las fundas, pero no comenzaron con el tratamiento previsto. En una de sus visitas, afirma que una dentista le exigió que "empezara con los tratamientos". Antequera asegura que nunca llegó a conocer los nombres de los médicos que le atendían (todos distintos). Tras querer seguir con su procedimiento odontológico asistió a una nueva cita y en ella le informaron de que era imposible realizarle los implantes (tal y como estaba previsto) por que se había quedado sin hueso en su pieza dental a causa del tiempo de demora que transcurrió desde su primera asistencia a la clínica hasta esta última. Ella aún no tiene su expediente.

Ismael Ayoso es otra de las víctimas de esta empresa. Ayoso acudió a iDental por la "desesperación" que tenía. "Fui antes a otras clínicas y el presupuesto que me daban oscilaba los 15.000 euros, mientras que iDental me presupuestó 4.000 euros financiados en varios años; me convencieron". Ayoso cuenta como a la hora de establecer un presupuesto le rebajaban la cuantía por ser estudiante, vivir con sus padres, que ambos progenitores se encontrasen en paro y demás situaciones que la clínica no contrastó con ningún documento. Una vez establecida una primera cita, Ayoso acudió al centro para empezar con el proceso médico. Le pusieron prótesis dentales en toda la boca, excepto en las muelas. "Estuve desde por la mañana hasta por la noche, sin comer ni nada porque tenía la boca dormida y con las últimas piezas se me pasó el efecto de la anestesia". Desde entonces el paciente afirma haber asistido a casi 20 consultas. "Siempre que iba era un dentista distinto y volvían a hacerme una radiografía, tenía que empezar de nuevo a explicar lo que tenía". Además, Ayoso afirma que cada vez que iba esperaba toda la mañana a que llegase su turno, con salas de espera saturadas. Hace apenas dos meses volvió a ir con la intención de obtener una explicación y se encontró con la clínica prácticamente desmantelada. "La chica de recepción estaba llorando y me dio un papel para poder rellenarlo y llevarlo a Consumo". Ahora, Ismael Ayoso afirma estar "perdido", además de seguir pagando a iDental. "Me lo pagaba una amiga y no quiero que tenga problemas, por eso continuamos con el pago".

El matrimonio Josefa Molero y Antonio Martínez, decidieron acudir a iDental por recomendación de un conocido. Allí le ajustaron un presupuesto común para los dos tratamientos diferentes que le iban a realizar. A ella le tenían que implantar unas prótesis dentales y a él una limpieza y blanqueamiento. A Rosa no le finalizaron el tratamiento y todas la veces que ha ido a reclamar le ponían alguna excusa: "que no había dentistas, que se habían cambiado de empresa; siempre decían algo". Por el momento el matrimonio ha dejado de pagar y han devuelto las facturas.

Ahora, todos ellos y más de 1.500 personas en Córdoba, piden ayuda a los organismos e instituciones, especialmente a las de la ciudad. "Sólo nos dicen que pongamos hojas de reclamaciones. "Nos estamos informando a través de empresas privadas", dice Alba González. El objetivo de todas las víctimas es tratar esta denuncia como un colectivo, no como personas individuales. La próxima manifestación será el miércoles 18 en Madrid ante el Ministerio de Sanidad.

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