Una especie invasora de pez pone en riesgo la diversidad del Bejarano

Un grupo de zoólogos de la Universidad de Córdoba constató el pasado verano la existencia de cachos y calandinos en el arroyo, que ahora se encuentra en peligro

Dos expertos intentan capturar un ejemplar de perca americana en el Bejarano.
Dos expertos intentan capturar un ejemplar de perca americana en el Bejarano.

Los valores naturales del arroyo Bejarano se encuentran en peligro más que nunca. Al deterioro progresivo que padece este paraje de la Sierra y que constantemente es denunciado por diversos colectivos ecologistas se une ahora la aparición de una especie invasora de pez, el black bass o perca americana, "auténticas máquinas depredadoras", en palabras de la asociación Acción Ecologista Guadalquivir.

El hallazgo fue constatado el pasado 28 de noviembre por el equipo de zoología de la Universidad de Córdoba que dirige el profesor Carlos Hernández, el mismo grupo de profesionales que en verano constató la existencia de peces -el cacho y el calandino- en las aguas del arroyo. Pero si estas últimas son imprescindibles para el mantenimiento del ecosistema, la introducción reciente del black bass debilita el equilibrio.

La perca americana "puede destruir y devorar todo pececillo que se encuentre", explicó la Acción Ecologista Guadalquivir. Esta especie, con origen en Norteamérica, fue introducida en las aguas europeas a finales del siglo XIX y vino a España a mediados del siglo pasado. Las autoridades nacionales llegaron a realizar repoblaciones de ríos y lagos con el black bass y hoy en día está presente en toda la península.

Se trata de un pez "depredador" que rara vez alcanza los cuatro kilos de peso y que prefiere las aguas paradas o de curso lento, como embalses y lagos. Su capacidad de adaptación, sin embargo, también le mantiene con vida en los ríos, donde permanece en los remansos más tranquilos. Allí acecha a sus presas: insectos, anfibios, peces y cangrejos. Acción Ecologista Guadalquivir hizo un llamamiento a la ciudadanía para "detener este atentado" y "velar por la pureza de un ecosistema único" e instó a las autoridades a "impedir su degradación y su destrucción".

Las especies autóctonas que radican en este lugar de la Sierra son el cacho (squalius pyrenaicus) y el calandino (iberocypris alburnoides), el primero de los cuales tiene la habilidad de camuflarse y esconderse, por lo que no fue visto hasta el pasado verano. Ambas son especies raras en estas latitudes. La teoría sobre la llegada de estos peces a este lugar apunta a que lo hicieron hace miles de años, cuando el cauce del Guadiato era superior al actual, por lo que no tuvieron dificultad alguna a la hora de remontar aguas arriba hasta llegar a las inmediaciones de Santa María de Trassierra.

El descubrimiento de estas dos especies piscícolas se realizó meses después de que científicos de la Universidad de Córdoba identificaran una hormiga autóctona de este lugar, bautizada como bejaraniensis, que convive con otras 60 variedades en este lugar. En noviembre del pasado año, un grupo de investigadores de la UCO, encabezados por el profesor Joaquín Reyes López identificó a este insecto que no figuraba catalogado en ningún manual científico.

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