Entrevista

Pancho Gamero: “Córdoba necesita que la Sierra y su entorno estén protegidos”

  • Preside la plataforma A Desalambrar, nacida hace ya dos décadas y cuya razón de ser es "la constante usurpación por cotos de caza, parcelaciones y obras públicas de los caminos tradicionales de la Sierra"

El presidente de la Plataforma A Desalambrar, Pancho Gamero.

El presidente de la Plataforma A Desalambrar, Pancho Gamero. / Miguel Ángel Salas

Pancho Gamero, doctor en Agronomía, preside la Plataforma A Desalambrar, un colectivo cuya razón de ser es “la constante usurpación por cotos de caza, parcelaciones y obras públicas de los caminos tradicionales de la Sierra”. Gamero defiende que, tras dos décadas de reivindicaciones, “la sensación que tenemos es que se ha avanzado poco; a pesar del gran esfuerzo realizado, los éxitos han sido pocos”, insiste.

–Con esa sensación tan pesimista, ¿qué nota le pone a Córdoba en ecologismo?

–Un cinco raspado, porque tenemos tantas cosas pendientes que no se están haciendo y, además, los responsables de que se lleven a cabo no le ponen mucho empeño.

–Pero, seamos optimistas, destáqueme algún éxito.

–Creo que uno de nuestros éxitos más importantes es la aceptación popular que está teniendo la plataforma, el apoyo; nos sentimos arropados por la gente. Hemos conseguido cambiar la mentalidad de ese cordobés al que le cuesta defender lo suyo. Hemos conseguido después de estos años que sea una persona más activa, más comprometida con lo suyo.

–Las metas de A Desalambrar son “la recuperación y defensa de los caminos públicos, vías pecuarias, cauces y fuentes públicas, patrimonio natural de gran valor y perteneciente a todos”. Tras 20 años, ¿qué resumen hace con respecto a esas metas?

–Hemos ayudado al Ayuntamiento en una ordenanza sobre caminos públicos y después se ha hecho un inventario de ellos, por lo menos, eso se ha andado. Hemos conseguido que se lleven mociones al Pleno del Ayuntamiento sobre los caminos públicos. También hemos conseguido el deslinde de vías pecuarias. Ahora estamos denunciando la contaminación que hay en los Baños de Popea y se ha tomado conciencia de la que sufren el arroyo del Bejarano y Los Molinos, entre otras cosas.

–Respecto a los Baños de Popea le he oído en más de una ocasión decir que no se daría un chapuzón allí ni loco.

–Así es. Hicimos un análisis particular de su agua en el que nos gastamos mucho dinero, la llevamos a un laboratorio y resultó que tenía componentes de lavadoras, de lejías y de aguas fecales. Tras ello le escribimos a la Confederación para que, ya de forma oficial, con sus técnicos, hiciera otro análisis y también salió el agua tóxica. Como sabíamos que no se habían tomado medidas al respecto por la empresa de aguas, volvimos el año pasado, en abril o mayo, a instar a que hicieran otro análisis y otra vez salió contaminada. Lo que circula por allí son aguas residuales de saneamientos de Trassierra.

El presidente de la Plataforma A Desalambrar, Pancho Gamero. El presidente de la Plataforma A Desalambrar, Pancho Gamero.

El presidente de la Plataforma A Desalambrar, Pancho Gamero. / Miguel Ángel Salas

–Antes de comenzar la entrevista me ha referido que A Desalambrar tiene en la actualidad muchos frentes abiertos, ¿me los podría resumir?

–Tenemos un grupo de fuentes y cauces fluviales con el que estamos trabajando en la defensa de los arroyos. También estamos en plataformas como la creada en Levante y que tiene que ver con el arroyo Pedroche, del que también estamos pidiendo que se haga un análisis de sus aguas, porque está pegado a la ciudad, la circunvala y posiblemente también esté contaminado. Además, estamos también en la Plataforma para la Defensa y Apoyo del Parque Periurbano El Patriarca y en la lucha por un Cinturón Verde de la Junta que sea sostenible. Y en materia de caminos públicos, por ejemplo, estamos detrás de que los que se inventariaron terminen de ser registrados e incluidos en el Catastro, aparte de trabajando en intentar la recuperación de otros. No faltan tampoco denuncias y pleitos, por ejemplo, por la vía pecuaria de El Petróleo.

–Ha hablado de El Patriarca, uno de los grandes parques que van a formar parte de ese gran Anillo Verde que está ejecutando el Ayuntamiento y que abraza la ciudad de oeste a este, ¿qué opina A Desalambrar de ese proyecto?

–Creo que la ciudadanía, que Córdoba, aún no es consciente del valor que tiene el proyecto del Anillo Verde. Tiene más valor de lo que ha sido capaz la Gerencia Municipal de Urbanismo de transmitirle al ciudadano al dar a conocer esta iniciativa tan ambiciosa. Porque va más allá de una serie de grandes parques que van de Levante a Poniente; se trata también de intentar que esas zonas intermedias entre ellos tengan el mayor grado de verdor y de paseo posible. El Anillo Verde va vinculado al Cinturón Verde que está creando la Junta, pero debería implementarse con otro proyecto municipal que no acaba de arrancar.

–¿A qué proyecto se refiere?

–Hablo de la creación de bosques urbanos. Hay un proyecto de veintitantos bosques, de crear espacios verdes en las plazas. Se trata de crear pulmones verdes en los barrios de Córdoba. Principalmente, donde más se está moviendo esta idea es en la zona de la Axerquía, en el Centro de Córdoba. A eso se suma un anillo de parques interconectados unos con otros y la preservación de la Sierra con el Cinturón Verde. O sea, el Anillo Verde está encadenado con otros proyectos y eso le da un gran potencial.

"Los Baños de Popea es un icono medioambiental que se ha roto por la contaminación que tiene; eso le duele a la gente”

–El Cinturón Verde es una infraestructura de nueva creación que contará con una longitud de 16 kilómetros y “permitirá incrementar la oferta de espacios disponibles para el esparcimiento ciudadano y las actividades de tiempo libre, como el paseo, la práctica del senderismo y otras formas de desplazamiento deportivo sobre vehículos no motorizados”, en palabras de la Junta, ¿cuál es la opinión de A Desalambrar sobre este proyecto?

–La razón de ser de que se vaya a crear el Cinturón Verde es por una compensación a la ciudadanía de Córdoba por aquellas vías pecuarias que se perdieron en su momento, por el crecimiento de la ciudad y por otras historias. Pero esa compensación debería estar adaptada a los tiempos en los que vivimos y el Cinturón Verde se programó en 2001. Han pasado 21 años y estamos desde 2019 en emergencia medioambiental, por la contaminación y los parámetros de la calidad del aire. Habría que haber hecho una relectura del PGOU, porque se están haciendo grandes parques periurbanos, sí, pero a la par se están cargando la Sierra con actuaciones urbanísticas como la creación de más chalets. La política de ciudad es política de Sierra y la política de Sierra es política de ciudad. Si no tenemos esa visión de conjunto, entonces nuestra visión es miope.

–Habla de la Sierra de Córdoba y me viene a la memoria que debió ser una frustración para A Desalambrar que al final no se la declarara Parque Natural, como se pedía desde diversos colectivos.

–Creo que en ese tema nos faltó más apoyo y creo que más trabajo también, pero estoy convencido de que es una cosa que ahora está aparcada y de que se continuará trabajando para conseguir que la Sierra de Córdoba sea finalmente Parque Natural.

–¿Usted cree?

–Sí, Córdoba necesita que su Sierra y el entorno de ésta estén protegidos. Piense en el problema que se le plantearía a la ciudad sin que su Sierra estuviera medioambientalmente viva. Igual que hemos defendido que siempre la ciudad ha vivido de espaldas al río, también lo ha hecho de espaldas a la Sierra. Todo ello en una ciudad que tiene grandes problemas de altas temperaturas y de contaminación. Tenemos de media unos 70 días al año en los que no se puede respirar el aire y está contaminado y la temperatura año tras año va subiendo. En una ciudad que vive del turismo, si se nos escapan las temperaturas, ¿quién va a venir? Tenemos que cuidar la Sierra para luchar contra eso.

–¿Y cómo se afronta eso?

–Hay unos variantes de temperatura que van cambiando a lo largo del año y a lo largo del día que están muy condicionados por la Sierra. Hay una serie de brisas que bajan y suben y que van renovándolas. Es un poco como la masas de agua oceánica que hacen que la zona de aquí de Europa esté un poquito más cálida y no esté tan fría. Si rompemos este ciclo de aire fresco que viene de la Sierra tendremos un grave problema. Por eso son muy importantes los proyectos que protejan la Sierra y que eviten que siga urbanizándose, esquilmándose y deshidratándose. La Sierra puede captar la contaminación, el dióxido de carbono y nos genera oxígeno y frescor. Si esos parámetros no los valoramos... Tenemos que luchar por mejorar la ciudad y podemos mejorarla.

El presidente de la Plataforma A Desalambrar, Pancho Gamero. El presidente de la Plataforma A Desalambrar, Pancho Gamero.

El presidente de la Plataforma A Desalambrar, Pancho Gamero. / Miguel Ángel Salas

–¿Y cómo se mejora la ciudad?

–Pues preocupándote por ella. Si crees que hay injusticias, pues denunciándolas de distintas formas y si hay que ir a juicio, pues se va a juicio. Se mejora, sobre todo, creyéndonos que podemos hacer cambios en la ciudad.

–¿Y cuáles son esos cambios que necesita Córdoba?

–Pues, por ejemplo, a una ciudad que vive del turismo hay que darle alternativas turísticas. Nosotros, por ejemplo, hemos propuesto que se haga un ecomuseo de Trassierra, hacer rutas temáticas en las que haya personas que te cuenten la historia de Trassierra, su flora, su geología...

–¿Qué cree A Desalambrar que es prioritario acometer medioambientalmente?

–Es prioritario luchar contra la contaminación del aire. No podemos estar en Córdoba, como estamos, 70 u 80 días al año con un aire que no se puede respirar. También es prioritario luchar contra la contaminación de las aguas. Yo me he dedicado muchos años, más de 14, a estudiar la calidad de las aguas subterráneas de Córdoba, haciendo medio centenar de análisis con un convenio con el laboratorio de Villa Azul, y todas me han salido contaminadas. Además, tenemos 21.400 alcantarillas aquí en Córdoba, imbornales, y hace unos años 11.000 de ellas estaban perdidas, ¿cómo vas a gestionar el agua de la pluviometría, el agua de lluvia, si tienes 11.000 alcantarillas perdidas? Los veneros se conectan al alcantarillado, se llevan a la Golondrina, donde se depuran esas aguas biodegradables de forma natural. Si tú aprovechas esas aguas que pueden dar a beber a unas 30.000 personas, las puedes utilizar para el baldeo de las calles, el riego de los jardines...

"La lucha por que la Sierra sea Parque Natural es algo que está aparcado;pero se continuará con ella porque necesita protección“

–¿Qué es lo que más le preocupa medioambientalmente a los cordobeses que les hacen llegar ese tipo de inquietudes?

–Pues, por ejemplo, les preocupa mucho la gestión de la arboleda.

–Habrá muchas cosas más.

–Por supuesto, una de ellas son los Baños de Popea, un icono medioambiental que se ha roto y a la gente le duele que así haya sido.

–Todos los meses A Desalambrar hace una ruta reivindicativa para la recuperación de los caminos públicos. Ahora está con el del Bañuelo.

–Una reivindicación que ya clama al cielo y que tiene enjuiciado a nuestro compañero Manolo Trujillo por el corte de un alambre. A ver si el Ayuntamiento abre ya expediente y se pone a estudiar la situación de este camino.

–¿Llegará el día en el que no tengan que seguir con ese tipo de reivindicaciones?

–Complicado. En la Sierra podemos estar hablando de 370 kilómetros de caminos vecinales y más de cien están por proteger; y a nivel de vías pecuarias, por aquí pasan unas 26 y de la mitad prácticamente se han apropiado. Mire si hay trabajo por delante. ¿Se acabará? Pues yo creo que si la Administración y los vecinos nos ponemos en ello, sí. Si hay desidia, como ha habido en estas dos décadas, pues no.

–¿Se nos queda algo por tratar?

–Muchísimo. Está, por ejemplo, también el tema de los arroyos de la periferia de la ciudad. Es un tema al que habrá que meterle algún día mano, porque con los nuevos barrios que se han creado de forma ilegal, en principio, como también surgieron otros en su día, como El Naranjo, pues los arroyos están de pena, con mucha basura y una mala gestión del arbolado. El canal del Guadalmellato también está abandonado... Hay tantas cuestiones por las que trabajar, que no damos de sí.

El presidente de la Plataforma A Desalambrar, Pancho Gamero. El presidente de la Plataforma A Desalambrar, Pancho Gamero.

El presidente de la Plataforma A Desalambrar, Pancho Gamero. / Miguel Ángel Salas

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