La entrada de pago a la Ciudad de los Niños evitará "usos indebidos"
Algunos usuarios se quejan de la nueva tasa municipal que ayer entró en vigor y otros consideran que es adecuada para el mantenimiento de las instalaciones
La entrada de pago a la Ciudad de los Niños ayudará a que esta zona de ocio infantil "no se degrade". Así lo argumentó ayer Francisco Foche, el gerente del Instituto Municipal de Gestión Medioambiental (Ingema), quien defendió que la nueva tasa -que los usuarios deben abonar desde ayer para entrar a las instalaciones- evitará un "uso indebido" de este espacio. "Habíamos detectado que alguna gente entraba con cubos llenos de bebida, y eso es degradar el objetivo de esta instalación, que debe estar al servicio de la educación", defendió Foche.
El debate social y político generado por el cobro de entrada a la Ciudad de los Niños -un proyecto de la época de gobierno de IU que hasta ayer había tenido acceso libre- surgió a finales de septiembre, cuando se empezaron a conocer las líneas fundamentales del documento de ordenanzas municipales del equipo de José Antonio Nieto. Foche subrayó que el primer día de pago a la zona verde transcurrió "con total normalidad", "sin contratiempos". "La Ciudad de lo Niños había perdido el espíritu con el que se creó, y en los últimos tiempos se había detectado un excesivo descontrol", explicó Foche. La falta de información fue la principal queja de los usuarios, detalló el gerente del Ingema.
A partir de ahora, con el control del aforo, "se podrán hacer más talleres y se desarrollará un programa más educativo", dijo el gerente. Según la ordenanza fiscal, los adultos deben pagar dos euros y los niños entre 5 a 12 años, uno -los menores de 5 entran gratis-. Existe un carné para todo el año -15 euros para los adultos, seis para los pequeños-, así como oferta para grupos -más de diez personas, un euro- y para mayores de 65 años -un euro-.
La nueva tasa generó opiniones dispares entre los usuarios. "Me parece fatal. Pagar dos euros por estar sentados en un banco viendo como los niños juegan es exagerado", se quejó José Manuel Chova, un hombre que por la mañana acudió con su familia a la instalación. "Hemos pagado en total seis euros y hemos estado sólo una hora. Es una barbaridad", se quejó.
A Ernesto Gómez, el nuevo impuesto también le pareció "un abuso", ya que "el parque se ha construido con dinero de todos los contribuyentes y se mantiene con los impuestos". "Las excusas que han dado para poner entrada de pago son absurdas", dijo contrariado. "Aquí no se viene de acampada, sino a pasar un rato con los niños. Y esos dos euros no están justificados", criticó.
Otros usuarios se mostraron a favor, como María del Mar Rael, una vecina de Villa del Río acudió con su familia a la capital para pasar el día festivo. "Si el dinero se va a invertir en el mantenimiento, me parece adecuado. Se trata de un precio que puede pagar cualquier familia", razonó. También dio su visto bueno Javier Gamero, otro usuario: "Está bien que se cobre, porque parques hay muchos, y así se evita que se hagan usos indebidos", defendió.
En cambio, su mujer, Aurora Jiménez, se expresó en contra: "La nueva tasa puede dejar fuera a algunas familias, y eso es algo que deben evitar las administraciones públicas". También en contra se expresó María Belén Piedra, que con un grupo de familiares visitó la instalación desde Priego de Córdoba: "La entrada es un poco cara. Venimos cuatro adultos y dos niños, y hemos tenido que pagar ocho euros por pasar un rato", dijo.
Victoria Ruiz, vecina de Ciudad Jardín, se quejó de que las tasas aprobadas no incluyen excenciones para los desempleados, para las familias numerosas o para las rentas más bajas. Ruiz, además, propuso que los cordobeses no paguen la entrada, y puso como ejemplo el acceso a la Mezquita-Catedral. Para el Ayuntamiento, sin embargo, la entrada a la Ciudad de los Niños se ajusta a todos los bolsillos, aun en tiempos de crisis: "Muy pocas familias se han dado media vuelta", aseguró el gerente del Ingema.
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