Los efectos de la subida del IVA

Era una medida esperada, aunque el Gobierno se empeñara en negarlo, y el IVA ha subido. El presidente, Mariano Rajoy, lo anunció el pasado miércoles y el viernes se aprobó en el Consejo de Ministros de manera inmediata para que entre en vigor en septiembre. No hay tiempo que perder porque la situación es "alarmante", según Rajoy, aunque los principales sectores a los que afectará la medida -y consumidores- dudan mucho de que la subida de los impuestos vaya a tener un efecto positivo en la economía. El tipo general pasará del 18 al 21% mientras que el reducido, que es el que pagan la mayor parte de los servicios de hostelería, transportes, productos sanitarios y de alimentación, sube del 8 al 10%. El superreducido, que grava prensa, medicamentos o comida no elaborada, se mantiene en el 4%.

Algunas organizaciones de consumidores han hecho sus propias estimaciones, que están en la misma línea. Para la OCU, el gasto anual crecerá una media de unos 415 euros por familia, mientras que otras elevan la cifra a 600. Todo parece indicar que el incremento de los impuesto será asumido de manera conjunta entre los empresarios y los consumidores, pues los establecimientos no pueden subir tanto los precios si quieren mantener el consumo, aunque sí que habrá un encarecimiento de las tarifas que notarán los clientes.

El turismo, la hostelería y los restaurantes se incluyen en el tipo reducido y los servicios pasarán del 8 al 10%. Para el presidente de Hostecor, Antonio Palacios, la medida implica que España tendrá "pérdida de competitividad" frente a otros países con unos tipos impositivos más bajos. Además recuerda el caso de Holanda, donde se subieron las tasas y la facturación decreció un 9%. En el caso de Alemania, además, el Gobierno tuvo que echar marcha atrás y volver al bajar el gravamen en lo servicios turísticos ante las pérdidas que se estaban acumulando. Palacios también da otro ejemplo: Turquía bajó el IVA y ascendió 11 puestos en el ranking de destinos turísticos; ahora está en el top cinco". El presidente de Hostecor aseguró que los empresarios van a tener que asumir la pérdida de rentabilidad, ya que los precios no pueden encarecerse mucho más para no caer en una pérdida de ocupación. "A medio plazo habrá pérdida de empleo y una caída de la facturación", aseguró Palacios quien alertó de que la situación es "dramática" para muchas empresas del sector. En el caso del turismo, la repercusión puede ser mayor para la economía cordobesa, ya que, hasta el momento, es la única actividad que está generando puestos de trabajo. Los empleos en los establecimientos hoteleros han crecido un 2,8% en el primer trimestre del año, mientras que en el conjunto de Andalucía han caído un 5,8%, por lo que la subida del IVA puede frenar este dinamismo en el sector y relegar aún más el crecimiento económico. La Alianza para la Excelencia Turística, Exceltur, también ha mostrado su disconformidad y ha asegurado que supondrá una caída de ingresos anuales de hasta 2.010 millones de euros para el conjunto de la actividad turística, además de una pérdida de hasta 18.730 empleos.

Los impuestos en la ropa y el calzado subirán del 18 al 21%. Algunas grandes firmas como Inditex ya ha anunciado que no van a incrementar el precio de sus productos, pero los pequeños empresarios no lo tienen tan claro. El presidente de Comercio Córdoba, Rafael Bados, aseguró que al principio harán "un esfuerzo" para que el consumidor no note el nuevo impuesto, pero será algo a "corto plazo" ya que es "complicado" para el sector mantener esta estrategia. Para muchos comerciantes la subida del IVA supondrá "la puntilla" para sus negocios y se verán abocados a recurrir a los despidos o, incluso, el cierre.

Otro de los sectores que acusará el incremento de los impuestos es del automóvil. La Asociación Nacional de Vendedores de vehículos a Motor (Ganvam) asegura que el precio de los turismo se encarecerá una media de 650 euros, lo que supondrá un "obstáculo insalvable" para muchos de los concesionarios, que ya se encuentran en "números rojos". El alza de precios en el sector, que no podrá ser asumida por los empresarios, se traducirá "en una destrucción de pymes y puestos de trabajo en las redes de distribución", que vendrán a sumarse a los 40.000 empleos y 2,500 pequeños y medianos negocios que han desaparecido en los últimos años en España.

Comprar un microondas, una lavadora, un televisor u otro aparato del hogar también será más caro. Si una nevera cuesta ahora unos 350 euros (de los que 53 son del IVA), ahora pasará a costar unos diez euros más. Un ordenador portátil, que ahora vale unos 650 euros (de los que aproximadamente 99,15 corresponden al IVA), con la subida del tipo al 21% su precio asciende a 666,53 euros. Por tanto, pagará unos 16,53 más de impuestos.

En el caso de la vivienda la situación es distinta. Los pisos nuevos tienen en IVA superreducido, del 4%, y éste no subirá. Sin embargo, se incluyen en este grupo de manera temporal y su validez sólo está garantizada hasta finales de 2012. De esta manera, el IVA pasará del 4 al 10% en 2013. El panorama para el sector inmobiliario se complica más si se tiene en cuenta que el Gobierno también ha decidido eliminar la deducción por adquisición de vivienda a partir del año que viene. Las ventas siguen cayendo y tan sólo los pisos usados han presentando algunos balances positivos.

La subida del IVA, por tanto, impactará directamente en el bolsillo de las familias andaluzas, encareciendo en unos 465 euros anuales de media el coste de la vida, un repunte 28 euros superior a la media nacional, según se desprende del informe Impacto del IVA en la economía doméstica elaborado por los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha). El aumento medio de la carga del IVA será de unos 164 euros anuales en el presupuesto de los que viven solos de la comunidad, mientras que la cantidad asciende a los 477 euros que gastarán de más los hogares compuestos por dos padres y dos hijos. En este último caso, el recargo adicional por persona sería en torno a un 25% inferior al de aquellos que viven solos.