Educación inclusiva en Córdoba: “Estoy aprendiendo mucho en la Universidad”

Elena Martínez tiene síndrome de Down, pero eso no ha sido impedimento alguno para que acabe sus estudios de Secundaria, haga un curso de administración en Zalima y este curso sea una de las 13 estudiantes del programa UCOIncluye. Elena habla a raudales, le encanta bailar y nadar -ha sido campeona de natación de Andalucía, según cuenta-, tiene dos hermanas que “me ayudan a hacer las tareas” y quiere trabajar en una oficina “con papeles”.

Y es que esta joven cordobesa acude cada día a la Facultad de Ciencias de la Educación para asistir al primer curso universitario de capacitación profesional para jóvenes con discapacidad intelectual que ha puesto en marcha la Universidad de Córdoba (UCO) y que dirige Carmen Cruz, quien explica que en el seno de la institución académica están convencidos de que uno de los desafíos actuales en la Educación Superior es “dar respuesta a la flexibilidad y diversidad en los procesos de enseñanza y aprendizaje que caracterizan al actual marco universitario”.

Esto implica, continua, “asumir y tratar de hacer realidad la igualdad de oportunidades de todas y todos los estudiantes que participan en el contexto universitario en cualquier actividad formativa”.

La puesta en marcha de este programa surgió desde la Unidad de Educación Inclusiva de la UCO, desde la que se optó a la convocatoria de Unidiversidad, una iniciativa impulsada por Fundación ONCE con el apoyo del Fondo Social Europeo para mejorar la formación y el acceso al empleo de las y los jóvenes con discapacidad intelectual.

Rafael Rodríguez es otro de los alumnos y no tiene reparos en asegurar que a sus 26 años se ha inscrito “para aprender cosas nuevas y, en un futuro, trabajar en alguna cafetería para llevar el café a los clientes o limpiar las mesas o también cuidar a personas mayores”. Tras cursar Secundaria en el colegio Bética-Mudarra, este joven asegura que eso de ir a la Universidad “es muy importante”, al tiempo que destaca que desde UCOIncluye “nos enseñan también habilidades comunicativas y emocionales”.

El objetivo principal de este programa es implicar a las universidades, como agentes decisivos en la inclusión social, en la formación de jóvenes con discapacidad intelectual, cuyo acceso a la Educación Superior resulta aún insignificante. “Solo entre el 5 y 6% tienen estudios universitarios hoy en España, a pesar de que la Estrategia Europea 2020 habla de un horizonte del 40%”, anota Cruz, que también es directora de la Unidad de Educación Inclusiva de la UCO.

Se trata de un programa que también se desarrolla en otras universidades andaluzas y del resto de España. En el caso de la UCO, el título que oferta, además proponer formación universitaria que mejore la empleabilidad de jóvenes con discapacidad intelectual, pretende proporcionar experiencias inclusivas y de normalización dentro de la comunidad universitaria. “Se trata de un curso en cuyo diseño han participado diferentes entidades del ámbito de la discapacidad intelectual además de la propia universidad”, expone la directora.

Inmersión total en la UCO

Además de mejorar la empleabilidad de este alumnado, el curso también ofrece “la oportunidad de vivir una experiencia de inmersión total” en todos los ámbitos de la vida universitaria y a la propia universidad, como institución, la oportunidad de enriquecerse con todas las experiencias que la diversidad aporta”, indica. Para ello, se ofrece una formación universitaria personalizada según las características de cada participante, con el fin de promover su participación como miembros de pleno derecho de su comunidad.

“Uno de los compromisos que adquirimos al proponer este curso es el de hacer un seguimiento de nuestros egresados y egresadas, fundamentalmente en términos de situación laboral, para lo que se establecen distintos momentos de recogida de datos”, añade.

Este primer curso ha contado con una respuesta muy positiva tanto en el profesorado – son 16 docentes los que participan- y el alumnado del curso como en el conjunto de la comunidad universitaria. Cruz destaca que el profesorado de distintas facultades al que se le ha propuesto participar, “se ha volcado con la idea desde el principio, algo muy de agradecer teniendo en cuenta el desafío profesional y, por qué no, personal que supone asumir una docencia tan distinta a la habitual en un profesor o profesora universitario”. Pero sobre todo, en Ciencias de la Educación, que es donde se imparten las clases.

Prueba de ello, es que los pasillos, la cafetería, la biblioteca, la facultad en su conjunto y, por ende, la universidad, “han cambiado con su presencia y son mucho más ricos, sensibles a la diferencia e inclusivos”, destaca.

Quien comparte esta opinión es Jenifer Jurado, técnica preparadora laboral de la Fundación Futuro Singular de Córdoba, que trabaja con ellos. “Sientes orgullo al dar visibilidad y es un trabajo muy gratificante”, anota a el Día. Jurado comparte con Torres la idea de que el aprendizaje “es recíproco entre el alumnado de UCOIncluye y el resto de la Universidad”.

Esta propuesta ha contado con el apoyo y colaboración de distintas entidades como Prode, Down Córdoba, Acopinb y Futuro Singular con quienes, además, se ha firmado un contrato para que aporten un técnico de apoyo en el aula y los preparadores laborales necesarios para la organización de las prácticas en entornos de empleo con apoyo y también con tres estudiantes del grado de Educación Social que desarrollan una labor de voluntariado dando apoyo en distintas actividades que se realizan en el curso.

Clases y práticas en empresas

El proyecto está enfocado a la preparación laboral de las personas con discapacidad intelectual, estructurada en materias o asignaturas funcionales, humanísticas y profesionales, complementadas con actividades extracurriculares en el Campus, actividades compartidas con estudiantes de grados universitarios y otras actuaciones.

En concreto, en el programa formativo se incluye un periodo de prácticas de 100 horas, que se desarrollarán entre mayo y junio en empresas externas y que se plantean desde la metodología de Empleo con Apoyo, para lo que el estudiantado cuenta con preparadores laborales. Al respecto, la responsable de UCOIncluye subraya que el hecho de que estas prácticas se realizan en empresas ordinarias y no en centros especiales de empleo.

Tras esta primera edición, Cruz confía es que la Universidad de Córdoba consolide UCOIncluye en su oferta formativa, “aunque esto dependerá de que sigamos consiguiendo la financiación necesaria para su desarrollo”.