El dueño del avión del Balcón del Guadalquivir renuncia a él: "Ha sido vandalizado y ya no puede volar"
El Ayuntamiento le dio un plazo al propietario, que donó en 2009 la histórica aeronave a la ciudad, para que se la llevara y éste amenazó con demandar al Consistorio por daños y perjuicios si continuaba exigiéndole que la retirara
La plataforma Aeropuerto Ya considera "inaceptable" la retirada del avión cultural del Balcón del Guadalquivir
El 7 de agosto de 2024, el Ayuntamiento de Córdoba anunció que había decidido retirar el avión "cultural", un antiguo Douglas DC-7, que está ubicado en el Balcón del Guadalquivir. El gobierno local le daba entonces un plazo de un mes al dueño de la aeronave para que se la llevara del lugar e insistía en que si la propuesta no tenía éxito, el propio Consistorio ejecutaría la retirada de oficio.
Con fecha 3 de octubre de 2024, se remitió un escrito por el Ayuntamiento a Francisco Agulló, piloto suizo de origen español, donante en 2009 del bien, por el que se ponía en su conocimiento que "este no está afecto a ningún uso o actividad, y que ello está derivando en la producción actos vandálicos, generando situaciones de potencial peligro para los ciudadanos". A su vez, por medio del mismo se le instó a que manifestase su interés sobre la recuperación del bien, dentro del plazo de diez días desde su recepción.
El 3 de marzo de 2025, la Junta de Gobierno Local aprobó revertir el histórico avión, "donado gratuitamente al Ayuntamiento", a Francisco Agulló, notificándole el acuerdo. Posteriormente, el 26 de marzo de 2025, el Ayuntamiento recibió un email del piloto en el que recordaba que la donación se realizó en 2009 para "un proyecto que se concretó, pero que, desafortunadamente, no tuvo el éxito que los políticos del Ayuntamiento pensaban obtener".
En el email, el piloto suizo refiere que la aeronave tiene un valor histórico importante, al tratarse de un avión de línea de los años 1950-1960. "Yo mismo tenía un proyecto para utilizar este avión en la lucha contra incendios, pero ya tenía la promesa de realizar la donación al Ayuntamiento, promesa que cumplí", subraya Francisco Agulló.
Para añadir que el Douglas DC-7 "ya no se puede poner en estado de vuelo, ha sido vandalizado y dañado por la gente", una aeronave que no fue desmontada durante su transporte hacia Córdoba "con el sentido de que pudiera volver a volar de nuevo".
"Si el Ayuntamiento prefiere convertirlo en chatarra, no tengo problema"
En el email, Francisco Agulló confirma al Ayuntamiento que puede disponer del avión como quiera, "donándolo a un museo o a quien tenga interés por recuperar el avión al completo o una parte del avión". "No quiero dinero y si el Ayuntamiento prefiere convertirlo en chatarra, no tengo problema con eso", sostiene
Para "dejar muy claro" que, después de haber donado la aeronave, "no quiero volver a perder el tiempo en trámites o discusiones largas. Si ustedes exigen que recupere el avión, díganmelo lo más rápidamente posible de manera que pueda contactar a mi abogado para reclamar daños y perjuicios", apunta el piloto.
Este jueves, la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento ha aprobado no revertir la propiedad del Douglas DC-7 a Francisco Agulló, "tras mostrar su voluntad de que tal circunstancia no se produzca". Así como desafectar la aeronave del dominio público, perdiendo la condición de bien demanial (perdiendo la condición bien que está destinado al uso general o a un servicio público) y pasando a tener la consideración de bien patrimonial. Trámites necesarios que el Ayuntamiento ha realizado tras la renuncia a la reversión de este bien donado gratuitamente. Queda por saber lo que el Ayuntamiento hará finalmente con el avión.
"Un fracaso para la ciudad"
El alcalde de la ciudad, José María Bellido aseveró el pasado año que esa "operación" en la que el entonces gobierno local de IU trajo un avión DC-7 para ubicarlo en el Balcón del Guadalquivir y usarlo como contenedor cultural en el marco de la candidatura a la Capitalidad Cultural para 2016 "fue un fracaso para la ciudad".
El traslado desde el aeropuerto hasta Miraflores costó más de 130.000 euros y se realizó el 19 de marzo de 2011, con Andrés Ocaña (IU) en la Alcaldía, bajo un amplio dispositivo de seguridad que implicó cortar al tráfico las principales avenidas de la ciudad para el paso de la aeronave. El convoy se desplazó por la carretera del Aeropuerto, avenida del Aeropuerto, Vallellano, avenida del Corregidor, Puente de San Rafael, plaza de Andalucía, avenida de Cádiz, la glorieta de Santa Teresa, la avenida Campo de la Verdad y la calle Compositor Rafael Castro.
El Balcón del Guadalquivir fue el último lugar al que tuvo que recurrir el Gobierno local de IU después de que los vecinos del Vial Norte rechazaran el avión en su entorno, al igual que los residentes del parque de Miraflores. De hecho, en su momento, los vecinos del Distrito Sureste definieron este proyecto como "un caprichito".
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