Un nuevo documento encontrado en el Museo del Bellas Artes de Córdoba ratifica la vinculación del historiador, intelectual y político Antonio Jaén Morente en 1925, años antes de entrar a formar parte su Junta de Patronato, que más tarde llegó a presidir.

Se trata de una dedicatoria en el libro de firmas del Museo, fechada el 6 de mayo de 1925, en la que Jaén Morente deja constancia con su firma de la visita que hace a la pinacoteca con la clase de Historia Universal del Instituto de Sevilla y con los socios de la Agrupación Pro Arte e Historia de Sevilla.

A la expedición que preside Antonio Jaén, catedrático de Geografía e Historia del Instituto de Sevilla entre 1921 y 1929, se incorporaron "algunos señores adheridos" que estampan su firma, junto a la suya. Ese día aparecen cuarenta firmas en el libro.

"Pensando en mi abuelo, Antonio Jaén Morente, que tanto amó a Córdoba y a su amistad con esta familia. Su nieta Cristinita". Cristina Gorrell Jaén de von Zeppelin solo escribe su nombre y no hace rúbrica cuando manifiesta su sentimiento en el libro de firmas.

Acaba de conocer de la mano de José María Palencia, asesor técnico del Museo de Bellas Artes de Córdoba, el documento de su abuelo, que no está en el mismo tomo en el que ella ha escrito, ya que ese se completó en un día indeterminado de febrero de 1930, después de haberse abierto el 26 de noviembre de 1921.

José María Palencia muestra a la nieta de Jaén Morente el documento.

El Museo de Bellas Artes aún exhibe otro documento inédito -el del libro de firmas no lo expone al público- encontrado casualmente por el propio Palencia en la biblioteca de la Colección Romero de Torres durante la preparación de una exposición, que sitúa al menos al principio en la década los 20 la amistad entre Antonio Jaén Morente y la familia sobre la que giraba la institución, la Romero de Torres.

Palencia le ha explicado a Cristina Gorrell Jaén el valor de la dedicatoria de Jaén Morente a Angelita Romero de Torres de Resumen de la Historia de la ciudad de Córdoba (Imprenta Diario de Córdoba, 1921).

"De la relación de Antonio Jaén Morente con la familia Romero de Torres teníamos algunos indicios pero no demasiados testimonios que lo corroborasen por lo que la aparición de esta dedicatoria creo que es una prueba más del fervor que tuvo hacia esta familia", señala Palencia en el transcurso de la visita de Cristina, que reside en Estados Unidos, acompañada de uno de sus primos cordobeses, sobrino nieto de su abuelo, José Ignacio Molina Jaén.

La familia Romero de Torres, precisa José María Palencia, "no solamente estaba representada por Julio y también por Enrique, que han sido siempre los más famosos, sino que el documento muestra especialmente la relación con Angelita, que era la cuidadora del jardín, y a la que en fecha tan temprana como en 1921 le dedica ese primer resumen de la historia de Córdoba con una dedicatoria maravillosa que habla también de la mente poética que poseía don Antonio".

Para el asesor del Museo, el viaje organizado por Jaén Morente siendo catedrático en Sevilla con lo que parece tres grupos distintos desde la capital hispalense para conocer la pinacoteca cordobesa, sus alumnos, los integrantes Pro Arte e Historia y "algunos señores adheridos", supone una muestra "más de su cordobesismo y de que procuraba a acercar a sus alumnos a los museos".

Palencia recuerda la faceta de Jaén Morente como "difusor de la cultura de los museos en esta época que podemos considerar pionera de la museología o de la historia de los museos en España", y subraya que "la dedicatoria viene a corroborarnos esa otra faceta del catedrático".

"Como siempre, siento una humildad muy grande de estar conectada a este hombre tan querido aquí", señala Cristina Gorrell Jaén, que se ha traslado a Córdoba junto a su hermana Magdalena, en este caso desde Portugal, para la presentación de la tesis de su abuelo, escrita en 1908 y hasta ahora inédita, y para la entrega del premio universitario que lleva su nombre.

"Nuestra vida entera hemos oído hablar de lo que pasó nuestro abuelo y de lo que hicieron injustamente cuando acabó la guerra y este reconocimiento es como el fin de un largo paseo", refiere en relación a la sucesión de gestos de aprecio a la figura de Antonio Jaén, entre los que se encuentra la recepción de sus documentos en el Archivo Municipal por una donación familiar.