Los divorcios aumentan un 8% en el último año, con 5,8 rupturas al día

Las parejas intentan aplazar la hora de la ruptura en momentos de grave crisis económica como la actual. Así ha pasado en los últimos años pero, según desvela la última estadística publicada por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), la tendencia empezó a cambiar en 2012. Entre enero y diciembre, se produjeron 2.148 separaciones y divorcios en Córdoba, lo que supone un aumento del 7,9% respecto al año anterior, cuando fueron 1.441. En todo 2011, un total de 1.990 parejas pusieron un punto y final a su historia de convivencia en la provincia. Esta cifra suponía un 8,9% menos que en 2010.

Por partidos judiciales, el de Córdoba capital acaparó el 48% de los casos durante el último trimestre del año, con 309 rupturas. Les siguieron los de Posadas (44), Montilla (40), Montoro y Lucena (39) o Pozoblanco (28). Los que menos actividad registraron fueron Cabra y Baena (16 episodios en cada demarcación) y Aguilar (sólo siete).

Casarse no es barato, como romper tampoco es una buena noticia para las cuentas de la pareja. El precio que tiene que pagar cada cónyuge en un divorcio puede variar mucho, pues hay que partir de la premisa de que un abogado tiene total libertad para fijar el precio de su servicio. Un divorcio no es un servicio fácilmente estandarizable, aunque si los cónyuges han fijado las condiciones de antemano y no se realiza la liquidación de gananciales, el coste podría rondar los mil euros. En el caso de que el abogado negociara las condiciones, podría subir a los 1.200 euros, y si hay bienes gananciales la factura se eleva ya a los 1.700 euros. En un divorcio contencioso, las cifras son significativamente más altas, debido a que, por lógica, cada cónyuge tendría que pagar por separado, así que las facturas se duplican: dos abogados, dos procuradores.

En un divorcio contencioso es más probable que alguna de las partes no quede satisfecha con la sentencia y decida recurrir en apelación, lo que supone más coste. La estadística del Poder Judicial, no obstante, desvela que las dificultades económicas no impulsaron a las parejas a entenderse. Todo lo contrario, las rupturas no consensuadas (incluidas separaciones y divorcios) supusieron el 55% del total.

A pesar del considerable aumento de los datos en 2012, las cifras todavía distan respecto de lo que ocurría antes de la crisis económica. Por poner un ejemplo: en 2006, el CGPJ contabilizó en Córdoba 2.387 rupturas -un 10% más que el año pasado-, y al año siguiente -2007, cuando los efectos suelen datar el inicio del pinchazo inmobiliario y el arranque de la crisis- hubo ya 2.186. La caída desde entonces ha sido imparable, hasta el repunte con el que ha terminado 2012.

En 2006, acudían al juzgado para iniciar los trámites del divorcio una media de 6,5 parejas cada día; en 2012, fueron 5,8 matrimonios y un año antes, 5,4. 2006 se considera un año clave en la estadística, pues supuso la primera anualidad íntegra con la Ley del Divorcio Exprés en vigor. La norma hizo posible la disolución del matrimonio sin tener que atravesar el trámite previo de la separación, siempre que la medida fuese consensuada y el procedimiento no se enraizara en los juzgados.

Las estadísticas del CGPJ arrojan más datos curiosos. El tercer trimestre del año resulta ser el periodo en el que menos rupturas se producen. Entre julio y septiembre de 2011, por ejemplo, hubo 402, y en ese mismo fragmento de 2012 se registró la cifra de 429, lo que equivale a un 6,7% más. Por el contrario, el último trimestre del año ha sido el que ha cosechado más rupturas (644). Luego se situó el periodo comprendido entre abril y junio (553), que coincide curiosamente con el que más problemas suele originar a la hora de encontrar fecha en una iglesia, y más todavía si la pareja se decanta por el Alcázar.