La distracción en la conducción es la principal causa de accidentes con víctimas en la provincia de Córdoba, donde, en lo que va del presente año 2018, ha estado implicada como factor principal en 173 siniestros del total de 302 que se han producido, lo que supone el 57,3% del total.

Según ha indicado Dirección General de Tráfico (DGT), la velocidad y el consumo de alcohol y drogas se encuentran en segundo y tercer lugar con 74 (24,5%) y 26 (8,6%) accidentes respectivamente. En cuanto a los accidentes mortales, la distracción ha estado presente en ocho de los 13 accidentes que se contabilizan hasta ahora en la provincia.

La DGT realiza esta semana una campaña contra los peligros de distraerse al volante

El cómputo de sanciones impuestas hasta ahora también justifica esta campaña, ya que en los diez primeros años de implantación del permiso por puntos, el 10% de las sanciones impuestas lo fue por utilizar el teléfono móvil u otros dispositivos de sonido durante la conducción.

Durante los ocho primeros meses de este año en la provincia, se han sancionado a 930 conductores por el uso indebido del teléfono móvil, detrayéndose al respecto 2.835 puntos (el 11% del total de puntos detraídos).

Por ello, la Dirección General de Tráfico realiza esta semana una nueva campaña de vigilancia y concienciación de los peligros que suponen las distracciones al volante, adhiriéndose a la programada por la Organización Internacional de Policías de Tráfico (Tispol).

Como sucede en otras ocasiones, voluntarios de la Federación Nacional Aspaym, Asociación de Personas con Lesión Medular y otras Discapacidades Físicas, colabora con la DGT concienciando a los conductores sobre el grave riesgo que supone una conducción distraída. Para ello, personas voluntarias con lesión medular víctimas de un accidente de tráfico acompañan a los agentes de tráfico encargados de realizar los controles. En ese momento, el voluntario de Aspaym se acerca al vehículo retenido, trasladándole el mensaje común de la campaña y demostrando las consecuencias y secuelas de los actos imprudentes.

Según el Comisariado Europeo del Automóvil (CEA), en general, en entre el 80 y el 90% de los accidentes se encuentra implicado el factor humano como elemento fundamental. De este porcentaje hay tres fallos humanos que suman el 60% de este tipo de accidentalidad: alcohol, velocidad y distracciones. Entre los agentes humanos que provocan distracciones, CEA destaca la personalidad del conductor -las personas extrovertidas suelen tener mayores dificultades para mantener la atención y son más propensos a las distracciones-, la fatiga, la depresión, el estrés, la ansiedad, el sueño... También poner un CD, encender un cigarrillo, buscar algo en la guantera o ponerse el cinturón en marcha, además de circular bajo los efectos de alcohol, fármacos o sustancias sicotrópicas. También tener una edad avanzada.

Y entre los factores externos que provocan distracciones al volante, incide en la señalización incorrecta -que además potencia la aparición de fatiga-, las conductas interferentes -es decir, prestar atención al paisaje -, buscar información ajena a la conducción como un hotel o un restaurante y el grado de luminosidad -especialmente a la entrada y salida de túneles o por la noche que afectan de forma directa a nuestra visión-. Además, el CEA inciden en que la confianza en una carretera o ruta conocida hace que se reduzca la alerta sensorial.