Córdoba

La discreción del líder familiar

  • José Romero González capitanea una familia que hoy tiene intereses en la universidad y en la cultura de su tierra

Sus íntimos le describen como un hombre discreto y trabajador, amigo de sus amigos y volcado en una familia de la que es cabeza visible. El presidente de Grupo Prasa, José Romero González (1947) nació en Torrecampo, una pequeña localidad de Los Pedroches, en el extremo norte de Andalucía, muy cerca ya de Castilla-La Mancha, y es hijo del fundador de Prasa, Pablo Romero Alamillos, quien dio los primeros pasos para la conversión de una pequeña empresa de albañilería en una solvente constructora. Los cinco hijos de Pablo Romero siguieron los pasos del padre y, capitaneados por José, que participó desde joven en la gestión de la firma, comenzaron a desarrollar la constructora, que creció de forma espectacular entre los años 80 y 90. Pero el ladrillo tiene sus más y sus menos y había que diversificar productos, ir a promociones novedosas y destinar activos a otras iniciativas alejadas de los altibajos del sector. Quizás éste sea el gran triunfo de José Romero. Las promociones se dotaron de una calidad cada vez más mayor para elevar los niveles de competencia y prestigio en un mercado cada vez más complicado y se buscaron fórmulas imaginativas en desarrollos como los de la costa. Prasa es una de las firmas que mejor ha trabajado la integración de equipamientos deportivos y de ocio en las promociones residenciales que hoy tiene repartidas por España y el sur de Portugal. Y más allá de la construcción, José Romero no ha dudado en comenzar aventuras empresariales con una enorme perspectiva de futuro, como es el caso del desarrollo de Sanyres, dedicado a las residencias para personas mayores. Las cifras de esta división de Grupo Prasa crecen cada año y cada vez emplean a un mayor número de personas. Porque si algo tiene Grupo Prasa es su enorme potencial de generación de empleo. En sus 34 firmas trabajan alrededor de 2.000 empleados y contabilizar los puestos de trabajo indirectos es sumamente complicado, porque se cuentan por miles.

Se puede decir que Romero capitanea un proyecto familiar comprometido con Córdoba y su provincia. Como buen nativo de Los Pedroches, Romero profesa un tremendo amor a sus raíces. Mantiene viviendas para toda la familia en Torrecampo, donde su padre tiene una calle, y es el artífice de la recuperación de la Posada del Moro -antigua parada de postas del camino entre Córdoba y Madrid-, donde se está desarrollando una importante labor cultural y museística.

El compromiso de Romero con Córdoba pasa naturalmente por la adquisición del paquete de acciones mayoritario del Córdoba C. F., donde Grupo Prasa ha estado siempre pese a los frecuentes altibajos y después de que los otros dos propietarios del club -Rafael Gómez y Ángel Marín- decidieran vender sus activos.

Otra de las apuestas más importantes de este discreto empresario -poco amigo de entrevistas y de apariciones estelares de cualquier tipo- ha sido la Cátedra Prasa de Empresa Familiar, en la que se han formado decenas de empresarios de la provincia y en la que se están realizando importantes estudios para analizar este tipo de empresa tan particular y que tantos puestos de trabajo genera. Entre sus reconocimientos más importantes se encuentra el nombramiento en 2006 como mejor empresario nacional concedido en la Feria Inmobiliaria Meeting Point, una de las más importantes del sector. Pero por encima de todo ello, Romero es uno de esos empresarios hechos a sí mismos que se ha sabido adaptar a los tiempos por encima de contratiempos y de modas.

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