Un diario que ha crecido con la ciudad

Hace 25 años que el Grupo Joly se estableció en Córdoba con una cabecera, El Día de Córdoba, que por aquel entonces ya se asomaba con un importante empuje a la realidad informativa de la capital y su provincia.

Ha pasado ya un cuarto de siglo desde que este periódico llegara a los quioscos para ampliar la oferta periodística con un proyecto moderno y cercano y con una apuesta firme por el periodismo local. Una manera fresca y distinta de informar de la realidad de esta tierra que ha sabido adaptarse a los cambios producidos en esta trayectoria.

El Día de Córdoba ha crecido y se ha transformado de la mano de los cordobeses. Su trayectoria es inseparable de una ciudad que crece y que ya se presenta como una urbe moderna, atractiva para la inversión, habitable, verde y sostenible. Una Córdoba que se asoma cada día a través de las páginas de este periódico con sus grandes y sus pequeñas historias, porque en esta ciudad sumamos todos.

Hoy Córdoba no es la misma de hace 25 años. La capital ha experimentado un salto y un crecimiento que no se había dado hasta el momento y ha sido así sobre todo en los últimos ejercicios. La ciudad ha cambiado el paso y se ha convertido en un territorio moderno, abierto a las inversiones, referente turístico y ejemplo en la apuesta por el medio ambiente y la sostenibilidad. Una ciudad inclusiva, donde todos tienen cabida, que tiene el desarrollo industrial y empresarial como una de sus grandes banderas.

Esta cabecera ha sabido comprometerse con su tierra y ha sido testigo fiel de su devenir, siempre desde el respeto a la ciudad y a sus ciudadanos, con apego a sus tradiciones y, sobre todo, con el ánimo de hacer de Córdoba una ciudad cada día mejor desde todos los parámetros: económico, social, turístico, cultural, deportivo, etcétera.

Cuando El Día de Córdoba abrió sus puertas en la avenida del Gran Capitán, un joven y preparado equipo de redactores asumía el reto de centrarse en lo local, desde una mirada cercana, crítica y profunda, y hacerlo convivir con el peso de un grupo como Joly, de larga y honda trayectoria en Andalucía. Se consiguió, y desde aquí el reconocimiento a tantos y tantos profesionales que han pasado por la redacción y que han sabido conectar y transmitir la esencia de Córdoba y su gente, así como el impulso que la ciudad ha ido experimentando en estos años. Igualmente, un reconocimiento a los equipos directivos que se han ido sucediendo y que con acierto han guiado el recorrido de estas páginas, con acento cordobés.

A esta cabecera le ha tocado adaptarse a la transformación digital, al fenómeno de la hiperinformación, a la irrupción de las redes sociales, etcétera. Ha atravesado la crisis económica y la crisis sin precedentes provocada por el COVID. Todo ello le ha obligado a modificar sus prioridades y, sin duda, a hacer un sobreesfuerzo para mantener la conexión con sus lectores, que han valorado la voz crítica y el análisis distante y profesional del periodismo serio, muy necesario en estos tiempos.

El propósito es, indudablemente, el de continuar. La apuesta de futuro del periódico es la de mantener unidos el espíritu que inspiró la fundación de El Día de Córdoba con el rigor y la independencia que ha acreditado la casa a lo largo de todo su recorrido. Deseo a la empresa editora, a su plantilla y a sus lectores, la mejor de las suertes de ahora en adelante, de manera que estos 25 años no sean otra cosa que el prólogo de una larga vida vinculada a Córdoba.