Un diario para los cordobeses

Raquel Montenegro. Directora de El Día de Córdoba

En un contexto de desinformación y polarización creciente, la labor de los medios de comunicación es más necesaria que nunca para reflejar una realidad poliédrica

Todo ha cambiado, pero lo fundamental permanece: seguimos haciendo periodismo bajo los criterios de veracidad, rigor y pluralidad

La calle Cruz Conde abarrotada de personas durante la celebración de la ‘Shopping Night’.
La calle Cruz Conde abarrotada de personas durante la celebración de la ‘Shopping Night’.
Raquel Montenegro. Directora de El Día de Córdoba

02 de octubre 2025 - 07:00

Es domingo, 19 de noviembre de 2000. El primer número de El Día de Córdoba llega a los quioscos. Desde su portada, Rosa Aguilar asegura que su única aspiración es ser alcaldesa y la provincia reclama la conexión por AVE con Málaga para su despegue económico. Mucho ha cambiado desde entonces; desde las páginas (primero en papel, después web) de El Día hemos contado el desarrollo urbano de la ciudad, la declaración de patrimonios de la humanidad, la casi consecución de la capitalidad cultural, la llegada de la Base Logística o los ascensos del Córdoba CF. Decenas de profesionales se han esforzado por acercar la realidad diaria de la ciudad y la provincia, sus necesidades y retos, a los lectores de Córdoba, Andalucía y, con la expansión digital, de cualquier parte del mundo.

El quinto diario del Grupo Joly llegó con el propósito de desarrollar un periodismo riguroso, veraz y plural, de retratar el día a día al mismo tiempo que profundizaba con análisis y reportajes. Cercanía al ciudadano, un perfil social y una apuesta por la cultura marcaron esos inicios de un periódico que traía aire fresco al entorno mediático de la provincia, un diario pensado para los cordobeses. Esos mismos principios guían en estos momentos a El Día de Córdoba, ahora en un escenario completamente distinto pero en el que el periodismo es más necesario que nunca.

En un contexto de sobreabundancia informativa, desinformación y polarización creciente, la labor de los medios de comunicación se configura como vital para transmitir y analizar una realidad poliédrica y, por eso mismo, compleja, con un contenido elaborado con criterios periodísticos que cumpla con su papel constitucional de garantizar el derecho de la ciudadanía a recibir información veraz. Una labor que en el caso de El Día de Córdoba se ancla en la vida cotidiana del ciudadano, en lo cercano, para mirar también al exterior interpretando la realidad con una mirada propia, cordobesa y andaluza.

Hemos ido evolucionando al mismo ritmo vertiginoso que lo ha hecho la sociedad. Si hace 25 años el compás del periódico estaba marcado por la necesidad de llegar al quiosco con la información más fresca posible a primera hora de la mañana, ahora esa información se va desgranando durante las 24 horas del día en múltiples formatos y canales de difusión. A través de nuestra página web y redes sociales llegamos a un público más amplio y también conseguimos retroalimentación de nuestros lectores, que se convierten en agentes del ecosistema informativo en lugar de meros receptores.

Todo ha cambiado, pero lo fundamental permanece igual: continuamos haciendo periodismo bajo esos mismos criterios de veracidad, rigurosidad y pluralidad. Ese es nuestro compromiso y lo seguirá siendo durante los próximos 25 años.

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