tradición

El día perfecto para ser fiel al dios Baco

  • Miles de cordobeses viven con intensidad una jornada grande por antonomasia de una XXXV Cata del Vino Montilla-Moriles en la que el tiempo acompaña

Cientos de personas hacen cola a las puertas de la XXV Cata del Vino Montilla-Moriles como poseídos por una borrachera de ganas de probar ese caldo mágico de la uva y como si estuvieran bendecidos por el espíritu de Dioniso, ese dios Griego -o Baco, si romanizamos el nombre de esa divinidad- hijo de Zeus y de Sémele, del que la mitología dice que enseñó al hombre a cultivar la vid y a hacer vino. Hacen cola para vivir el día grande de la cita, el sábado. Dentro, otros cientos de personas más ya han conseguido acceder a ese olimpo en el que ese manjar en sus múltiples formas -fino, oloroso, amontillado, px...-, un olimpo donde empiezan a mezclarse vino y sangre consiguiendo en mayor o menor medida ese éxtasis del que también es dios Dioniso o Baco. El tiempo acompaña, como si la divinidad tuviera algo que ver en ello.

"Es que el tiempo en la cata es muy importante y marca incluso qué es lo que se consume para acompañar al vino", relata Rafael Sánchez, quien no da abasto cortando jamón y partiendo queso en el expositor del Restaurante La Galga y La Antigua Brasa. "Si la temperatura es alta, la gente marida el vino con fresco; es decir, con marisco, salmorejo, tomatito o salpicón, por ejemplo", cuenta. "Si no hace tanta calor, igual te piden desde costillita en manteca hasta lomo", añade. "La media de los que cuestan estas raciones con las que maridar está entre los siete y los ocho euros", apunta Rafael.

Como dice la letra de una de las canciones de Mecano, marineros, soldados, solteros, casados, amantes, andantes y alguno que otro cura despistao viven un año más su propia experiencia en ese olimpo que se ha convertido en el lugar ideal para despedidas de solteros y solteras. "Mirad, chicas, lo que os traigo, me han dicho allí que es el mejor que tienen" , cuenta Susana Márquez a sus compañeras de despedida. "Allí" es el stand de Bodegas Jesús Nazareno y lo que lleva es el fino Cancionero, botella que le ha costado 7 euros. Han elegido Cancionero entre la importante carta de vinos de Jesús Nazareno. "La estrella de esta cata el fino Cancionero, un vino elaborado con 100% de uva pedro ximénez; también tenemos el Fino Baena, con 2,5 años de crianza; el Morana, que es un pale cream; el Solaera, que es un vino envejecido; el Don Bueno, que es un vino joven afrutado; el Minguillar, que es un px, vino dulce; el Oloroso, que es lo que su propio nombre indica; también un vino nuevo de tinaja...", detalla Juan Carlos Garrido, responsable del stand de estas bodegas de Baena que llevan fabricando buen vino desde 1963.

Juan Carlos sostiene que las personas más vírgenes en el consumo del caldo de la uva se suelen iniciar con vinos jóvenes, del año, como Javier Carmona y sus amigos, que se han citado para la que es su primera Cata, pero que también han optado por un vino en rama de Bodegas Olivares, aunque han dudado mucho si pedir "un fino, un afrutado, un palo cortao o un px", también del stand en el que despacha Luisa Olivares. "Un vino en rama es un vino que lleva tiempo en una bota y está sin filtrar, sin pasar por las máquinas que los dejan sin impurezas", relata Luisa, una de las seis herederas de quien hace 40 años fundó estas bodegas montillanas, su padre, Antonio Olivares.

Ese tiempo, casi cuatro décadas, lleva José Quintana "enamorado del buen vino", como él mismo afirma. "Y en Montilla-Moriles los hay muy buenos", sostiene. "Tan buenos que no me pierdo ni una Cata", añade. José ha pedido a Juan Pavón que le despache un px de Bodegas Toro Albalá, ha pedido uno de los mejores vinos de la cata. "Nuestro Don PX es nuestro producto estrella [el original, el que data de 1846] obtuvo 100 puntos en la prestigiosa lista internacional Parker. Aquí ofrecemos el cosecha", sentencia Juan. Mientras, el madrileño Luis Pérez y su familia, que están de vacaciones en Córdoba han optado por otra singular oferta de estas bodegas de Aguilar de la Frontera -desde 1922 discípulas aventajadas de Dionisio o Baco-, "un fino en rama crianza de cinco años sin filtrar que envasamos sólo para la cata", apunta Juan. Caldos, los de Jesús Nazareno, Olivares y Toro Albalá que son sólo un ejemplo de esos manjares de dioses que embriagan los sentidos de miles de fieles un sábado de cata más que perfecto.

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