Un día contra la esclavitud infantil

En pleno siglo XXI, la esclavitud infantil todavía existe. Guerras, prostitución, explotación laboral, hambre o malos tratos es el panorama de más de 400 millones de niños en el mundo cada día. En España, cientos de miles de menores viven por debajo del umbral de la pobreza y muchos de ellos se ven obligados a trabajar. El Movimiento Cultural Cristiano organizó ayer, con motivo del Día Mundial contra la Esclavitud Infantil, un acto de denuncia en el parque Iqbal Mashib para sacar a la luz una realidad "que está en la sombra", apuntó Manuel Ceacero, uno de los organizadores de la actividad, en la que también participaron alumnos del Instituto de Enseñanza Secundaria Ángel Saavedra, Blas Infante o Fidiana. Los actos comenzaron a las 12:30 con la lectura de un texto sobre Iqbal Mashib, un niño paquistaní asesinado por las mafias de los tapices el 16 de abril de 1995 a los 12 años de edad, que trabajó como esclavo desde los 4. Su único delito fue asociarse con otros para luchar contra la esclavitud.

A continuación, se sucedieron actividades más entretenidas, aunque también con un profundo trasfondo social, como la elaboración de un graffiti en una pared con la cara de Iqbal; pancartas de papel con las frases No son niños trabajadores, son niños esclavos; una performance con la lectura de diversos testimonios de menores esclavos al mismo tiempo que se exponían sus fotos o la pegada de carteles de la campaña y la exposición de los trabajos realizados a lo largo de la semana. Ceacero afirmó que la esclavitud infantil es el mayor problema laboral del mundo. "Sin embargo, los sindicatos y los partidos políticos, incluidos los españoles, apenas se preocupan de esta cuestión".

Precisamente para avanzar en la abolición total de esta dolorosa lacra, el Movimiento Cultural Cristiano y Camino Juvenil Solidario se sumaron ayer a la lucha contra la esclavitud infantil y exigieron a los responsables sociales a que se comprometan a su erradicación. Todo el acto -que se desarrolló en la plaza que lleva el nombre de Iqbal Mashib- estuvo acompañado de una exposición sobre la situación de miseria que padece parte de la humanidad.

"Pensamos que la esclavitud es cosa del pasado, pero debemos ser conscientes de que en muchas partes del mundo todavía se utiliza la mano de obra de los niños para abaratar costes y aumentar los beneficios", apuntaban dos estudiantes que ayer participaron en este acto de repulsa. Según afirmó Ceacero, "poderosas empresas multinacionales de todo tipo utilizan a los niños para abaratar la mercancía".