Venceremos pueblo a pueblo

“El reto está en devolver la sonrisa a la ciudad, recuperar el aliento de nuestras calles”

  • El alcalde de Lucena, Juan Pérez, asegura que la respuesta de los vecinos ha sido de “colaboración absoluta” y se aferra con optimismo al “espíritu emprendedor” de una ciudad industrial

Juan Pérez, alcalde de Lucena

Juan Pérez, alcalde de Lucena

La pandemia del Covid-19 es una situación de extrema gravedad para la que nadie estábamos preparados. Ante esta crisis sanitaria, las administraciones públicas se han visto comprometidas a tomar grandes decisiones que afectan a todos sus ciudadanos. El alcalde de Lucena, Juan Pérez, hace balance de la situación en el municipio.

–No estábamos preparados para una crisis sanitaria de esta índole. ¿Cómo ha actuado el Ayuntamiento?

–Trabajamos en varios frentes. Por un lado, ha sido una prioridad desde el primer día la limpieza y desinfección de los espacios públicos, actuamos rápido para eliminar cualquier posibilidad que hubiera de propagación descontrolada del virus por el municipio. Simultáneamente, pusimos nuestras fuerzas en atender las personas más vulnerables ante esta situación: primero, a los más frágiles desde el punto de vista sanitario, personas mayores y usuarios de residencias, centros sanitarios y servicio de ayuda a domicilio; y segundo, a quienes más expuestos quedaban por el impacto económico. Un dato que anos ayuda a hacernos una idea de la virulencia social de esta situación: la concejalía de Servicios Sociales prácticamente en dos meses ya ha agotado el presupuesto de ayudas de emergencia previstas para todo el año. Enviar más recursos a esta área municipal es imprescindible, lo hicimos ya en el último pleno con 510.000 euros.

–Además de las normas obligadas por el Gobierno central, ¿en Lucena se está haciendo algo más a nivel municipal?

–Desde el Ayuntamiento, a principios de la crisis, cerramos la mayoría de los edificios municipales, sólo han permanecido abiertos aquellos que acogen los servicios esenciales: Policía Local, sede de Servicios Sociales e instalaciones del operativo de limpieza. Se le han sumado en los últimos las oficinas del SIAC para el trámite del certificado digital. Se han reforzado las medidas de higiene en aparcamiento subterráneo de la plaza Nueva y bus urbano.

–Imagino que la respuesta de los vecinos ha sido positiva.

–Muy positiva. La colaboración por parte de la ciudadanía en el cumplimiento del confinamiento es, en líneas generales, absoluta. He de reconocer que los diferentes movimientos voluntarios y solidarios revelan, una vez, la esencia de esta ciudad. La respuesta de un grupo de agricultores con sus tractores desinfectando calles fue inmediata y el trabajo de las costureras fabricando mascarillas de tela, van camino de las 30.000 unidades, es encomiable. Como ocurre en otras ciudades, esa convivencia en los balcones, toda la empatía ciudadana generada en torno a la compresión de una situación muy compleja, nos mantiene con fuerzas.

–¿Cómo afronta los siguientes meses ante las nuevas fases de la desescalada?

–Expectante ante las instrucciones que se vayan dando por el resto de administraciones. Recuperar la normalidad, con garantías sanitarias, es determinante para amortiguar las consecuencias económicas de la pandemia. Debemos de ser rigurosos en los tiempos que se dicten, no nos podemos permitir una recaída o un paso atrás.

-En Lucena se han registrado varios positivos por Covid-19....

-La evolución en Lucena de la Covid-19 ha sido similar a la registrada por la provincia, en ningún momento ha habido un foco incontrolado y las cifras que vamos conociendo, por cierto más de mes y medio con escasa fiabilidad al no publicarse directamente desde la autoridad sanitaria, en ningún momento han hecho saltar las alarmas. Eso sí, debemos lamentar tres fallecimientos de vecinos, sin duda tres situaciones de tremendo dolor para sus familias.

–¿Cómo se está llevando a cabo atención a las personas mayores y población de riesgo?

–De seguimiento diario. El ayuntamiento ha estado 24 horas a disposición de las direcciones de residencias y centros sociosanitarios. Las hemos dotado de material de seguridad de todo tipo (mascarillas, guantes, batas, epis, gel…) e incluso hemos contratado varios servicios de desinfección de espacios interiores. Para las personas mayores que viven en sus casas, sobre todo aquellas viven solas, desde Servicios Sociales se ha montado un operativo especial con ayudas para llevarle la compra a casa y servicio de acompañamiento telefónico.

–¿Qué les dice a sus vecinos ante las nuevas normas que ya permiten salir a los niños y también a los adultos a pasear o hacer ejercicio físico?

–Prudencia. Todos los niños tienen ganas de reconquistar la calle, de volver a disfrutar de los amigos jugando en la plaza y el parque. Los adultos también. Pero vayamos con calma, seamos obedientes con las normas, estamos a punto de conseguirlo.

–El sector económico está sufriendo un grave revés. ¿Se ha resentido mucho en Lucena?

–Mi entrada en la política local coincidió con el estallido de la crisis financiera de 2008. Desde entonces, primero como concejal y, después, como alcalde nos hemos acostumbrado a gestionar una ciudad que luchaba por reinventarse, por recuperar su sitio entre los porcentajes de empleo de Andalucía. Ahora, todo apunta, a que toca volver a remar con fuerza, otra vez contracorriente. Sin llegar aún a conocer el detalle del impacto económico, los primeros datos que nos llegan por el número de ERTEs y de personas en desempleo son graves. Me agarro al espíritu emprendedor de una ciudad industrial como Lucena para mirar al horizonte con optimismo.

–¿Se plantea algún plan municipal para rescatar a los pequeños comerciantes u otros sectores?

–Ya lo tenemos en marcha. En marzo, presentamos el plan especial de emergencia social y económico por valor de 1,5 millones de euros, con más de 55 medidas dirigidas a todos los colectivos más vulnerables y los sectores productivos a los que dejaba sin actividad el estado de alarma. Ese plan guiará la política municipal de estos meses: hace unos días en Pleno aprobábamos la rebaja fiscal, con bonificaciones y exenciones de las tasas que más afectan al comercio de proximidad y la hostelería.

–¿Cuál es para usted el principal reto?

–Si me permite un recurso literario, diría que el reto está en devolver la sonrisa a la ciudad. Para eso es necesario recuperar el aliento de nuestras calles, con presencia de turistas y personas de nuestro entorno comprando en tiendas y disfrutando de la gastronomía. Es necesario también ver con empleo y con la recuperación de sus sueldos a todos nuestros vecinos y vecinas que han entrado en un ERTE.