Sanidad

El Reina Sofía despide por la puerta grande a 231 profesionales que se jubilan: "El hospital forma parte de nuestra vida"

Dos mujeres se abrazan en el acto de homenaje a los jubilados de Reina Sofía.

Dos mujeres se abrazan en el acto de homenaje a los jubilados de Reina Sofía. / Juan Ayala

Paqui Ramírez entró en Reina Sofía como auxiliar en la UCI en la década de los 80, pasó al puesto de enfermera y los últimos cinco años se ha empeñado como jefa de bloque y coordinadora de trasplantes. Se jubila en 2022; se va "una joya" al servicio de los cordobeses, como la define un compañero que pasa a su lado durante el homenaje que el hospital ha dedicado este martes a quienes se jubilan cada año.

"Todo ha cambiado una barbaridad, no hay nada más que entrar a los tipos de módulos", compara Ramírez.  "La profesión ha evolucionado muchísimo, los cambios han sido continuos", y aunque la población haya envejecido y requiera más cuidados, "no considero que la situación haya evolucionado a mal", concluye.

En toda su etapa como enfermera, "el bloque quirúrgico se ha potenciado muchísimo incorporando nuevos procedimientos y técnicas como nuevos tipos de sutura, robótica o laparoscopia". Es lo que tiene la profesión sanitaria, que "nunca se deja de estudiar, de entender nuevas tecnologías o nuevas maneras de abordar técnicas quirúrgicas".

Las condiciones del Reina Sofía también han ido a mejor, como no podía ser de otra forma, en el número de quirófanos o en que ahora se opera a todas horas y antes solo se operaba por la mañanas, recuerda Ramírez. Con 65 años, dice adiós sin más remedio: "Pedí incluso una prórroga, pero en enfermería cuando tenemos los 65 y los años cotizados tenemos que irnos", asume. Eso sí, asegura que se marcha "con mucho orgullo y mucha satisfacción", pero también con "la pena de perderme todo lo que va a venir porque estoy segura de que todo esto va a mejorar".

Paqui Ramírez en el acto de Reina Sofía. Paqui Ramírez en el acto de Reina Sofía.

Paqui Ramírez en el acto de Reina Sofía. / Juan Ayala

"Para trabajar aquí hay que tener vocación"

Manuel Melero ha sido el jefe de Celadores durante los últimos 14 años y también se despide del Reina Sofía: "Es toda mi vida. Esta es mi segunda casa y esto es como otra familia", afirma, con la particularidad de que su mujer y su hijo también trabajan en el complejo hospitalario. Melero cuelga la bata tras 38 años dedicados a su profesión y estando de baja por una lesión de columna que lo ha apartado de los pasillos del hospital durante el último tramo de su trayectoria laboral. 

Como exresponsable de la gestión de los celadores del hospital, Melero detecta varios problemas que afectan a unos trabajadores que están en primera línea de atención del hospital. "No se dispone del personal que a veces se necesita y hay que sacar a gente de la chistera". Por otro lado, Melero señala la profesionalidad como un requisito indisociable de cualquier trabajo dentro del ámbito sanitario: "Para trabajar aquí hay que tener vocación, sea del colectivo que sea, para lograr una calidad asistencial que se merece".

Aunque el celador no está considerado como personal sanitario, Melero se siente uno más dentro del hospital. "El celador es el que recibe al paciente, lo traslada, lo lleva a las pruebas diagnósticas y también el que lo despide cuando le dan el alta", resume Melero en apenas segundos una relación que a veces dura toda la vida. "Empecé de celador en Atención Primaria en el ambulatorio de Previsión en lo años 80, hasta que llegué a esta santa casa, donde he acabado en un puesto de mando intermedio", recuerda. "El hospital forma parte de mi vida".

"Reina Sofía en vena"

A Mercedes Belmonte, con 63 años, la jubilación le ha pillado "por sorpresa" tras recibir la propuesta por parte del hospital después de llevar trabajando desde los 18 años como auxiliar administrativo. "El Reina Sofía lo tengo en vena", asegura, porque procede de una saga familiar que ha desempeñado diferentes puestos en este complejo hospitalario.

De la máquina de escribir y el típex a los ordenadores, entre otros, son algunos de los cambios a los que Belmonte se ha enfrentado en su historial como trabajadora de administración en Reina Sofía. Además, puntualiza, "el trato al paciente ha sido muy evolutivo, antes se trataba como enfermo y ahora como una persona que proteger y cuidar de la forma más beneficiosa y menos traumática". 

La delegada territorial de Salud y Consumo, María Jesús Botella, y la directora gerente del complejo hospitalario, Valle García, han agradecido el trabajo de los 231 profesionales que este año se han jubilado destacando la "importancia de su trabajo en la salud de los cordobeses y el cuidado de todos los aspectos de la atención sanitaria, cada uno en su área", a lo que han sumado una felicitación merecida por sus años de servicio. 

Los asistentes han subido al escenario para recoger un simbólico detalle elaborado ad hoc por la artista Almudena Castillejo que funde los diferentes edificios que componen el complejo hospitalario con los arcos de la Mezquita-Catedral. El broche de oro al acto lo ha puesto el coro La Alegría de Reina Sofía, integrado por miembros de la Asociación de Mayores del hospital, interpretando algunas canciones navideñas.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios