Las obras del nuevo pasaje que conectará la calle Capitulares con los jardines de Orive se han topado con dos hallazgos arqueológicos al final del recorrido. En primer lugar, una alberca de época omeya que podría abastecer de agua a los jardines y las huertas de la almunia. Sobre los bordes del estanque se apoya el segundo descubrimiento: una serliana del siglo XVI, actualmente tapiada al completo por todos sus ventanales (vanos) y que separa la huerta del convento de San Pablo de los jardines de Orive.

A mediados del mes de agosto, la arqueóloga encargada de controlar las actuaciones, Maribel Gutiérrez, puso en conocimiento de la Gerencia Municipal de Urbanismo los hallazgos que han obligado a replantear la obra que ya se estaba ejecutando. La idea es seguir con el proyecto inicial y respetar los plazos de ejecución previstos (seis meses), por lo que las obras deberían terminar a finales de este año, ya que está financiada con fondos Feder de la Unión Europea, dentro de la estrategia Edusi.

Una vez que se evalúe el alcance de los hallazgos, se incorporarán al proyecto, ha afirmado el teniente de alcalde de Urbanismo, Salvador Fuentes. De momento, para continuar con la obra, se derribarán los vanos para garantizar el paso hasta Orive, tal y como estaba previsto, y en una segunda fase, "con más detenimiento, con más sensibilidad y más detalle histórico y patrimonial", se encajará también la alberca. Urbanismo tiene que todavía que pensar una solución provisional para corregir el desnivel que hay entre las alturas de la alberca y los vanos.

"Estos hallazgos nos han confirmado noticias que existían pero de las que no se tenían evidencias arqueológicas", ha explicado el jefe de Arqueología de la GMU, Juan Murillo. 

Según afirma Murillo, todo encaja en que la alberca es de época omeya y fue heredada por los dominicos tras la conquista de la ciudad. La importancia del agua hacía que de ella se abastecieran los curas y los vecinos de la Axerquía, debido a sus grandes dimensiones de 8x16 metros y de 20x13 codos, unidad de medida árabe. 

Aunque el elemento más importante se encuentra en la serliana, una falsa fachada que recuerda a un arco del triunfo romano, constituida por un vano central y dos vanos laterales que se populariza arquitectónicamente a finales del Renacimiento. Su función era estrictamente decorativa ya que solo servía como fondo escenográfico de los jardines, a los pies de la alberca, o como lugar de descanso.

Estado de la serliana, antes de la presentación de las obras.

Antes de las obras se encontraba cubierta casi al completo por arena y rastrojos, que tapaban los elementos conventuales que la componen. Por la decoración y el tipo de ladrillos, iguales al edificio del convento, "pensamos que forma parte de un proyecto constructivo de finales del siglo XVI que acomete Hernán Ruiz", ha subrayado Murillo. 

Hasta ahora, en Córdoba se conocían otras dos serlianas, una de ellas en la separación del Palacio de Congresos y el antiguo Palacio Episcopal, actual Biblioteca Provincial.