Los desahucios caen más de un 24% durante 2019 después de varios repuntes
Los lanzamientos con cumplimiento positivo descienden hasta septiembre
A pesar de la recuperación económica, estos procedimientos no acumulan una clara tendencia a la baja
Los desahucios cayeron durante 2019 algo más de un 24%, según el informe Efectos de la crisis en los órganos judiciales del Poder Judicial. Al menos lo hicieron, eso sí, hasta el tercer trimestre, periodo del que por ahora se tienen datos. Aún así, la tendencia de este ejercicio hace pensar que en el cómputo global habrá menos desahucios que en el año anterior, cuando se llegó a los 591.
En este caso, se habla de lanzamientos con cumplimiento positivo, es decir, que se ha aplicado el lanzamiento acordado por el juzgado y, por lo tanto, se ha hecho efectivo el desahucio. De este tema se habló, y mucho, durante la crisis económica que arrancó allá por 2008. A partir de ese año, el número de desahucios empezó a crecer de manera muy significativa. Un ejemplo. En 2008, en la provincia de Córdoba, se registraron 187 lanzamientos con cumplimiento positivo. Dos años después, en 2010, esa cifra superaba los 330.
Y aunque en 2013 se produjo una caída en este sentido tras varios de subidas muy destacadas, esa bajada no fue una tónica que se repitiera en los años venideros, ni siquiera con la recuperación económica de la que ya se empezó a hablar en 2015. Es más, entre 2015 y 2016 los desahucios subieron, pasando de los 479 a los 562.
Con ello, la cifra sigue siendo alarmante, teniendo en cuenta que, según los datos del Poder Judicial, se produce más de un desahucio al día, algo que parece que también ocurrirá al cierre de las cifras de 2019.
En los tres primeros trimestres del año pasado se registraron un total de 341 lanzamientos con cumplimiento positivo. Fueron 140 en el primer trimestre, 121 en el segundo y 80 de julio a septiembre. Hasta la misma fecha de 2018, se habían registrado 449 desahucios y en todo el año se alcanzaron los 591.
Esto quiere decir que para que 2019 iguale o supere a 2018 en este sentido, en el tercer trimestre se tendrá que llegar a los 250 procedimientos, una cifra que casi con total seguridad no se alcanzará.
Los datos
A lo largo de estos años, desde que publica el informe, la cifra ha sufrido altibajos, más allá de esa tendencia al alza de los primeros ejercicios de la crisis. En 2008 se registraron 187 desahucios que pasaron a 208 al año siguiente. En 2010 ya se llegó a los 332, en 2011 subieron hasta los 435 y en 2012 se alcanzó la cifra más alta, 653 lanzamientos con cumplimiento positivo en un año. Esto quiere decir que en ese ejercicio se desahució casi a dos familias al días de sus viviendas, en la mayoría de los casos, por incumplimiento con los pagos de la hipoteca.
Fue en 2013 cuando cayeron por primera vez hasta los 556 y luego volvieron a descender en 2014 hasta los 556. Aquí se encadenó un periodo de descensos que se tradujo en otra caída en 2015 para llegar a los 479 lanzamientos. Pero volvieron a subir en 2016, para después caer en 2017 a los 501.
Uno de los incrementos más destacados se dio entre 2017 y 2018, cuando se pasó de esos 501 a 591, una subida de casi un 18%. Se trata de algo significativo teniendo en cuenta que en ambos ejercicios la crisis parecía estar casi superada y la recuperación era una realidad (con todas sus reticencias, claro está).
Lanzamientos recibidos
En cuanto a las lanzamientos recibidos en la provincia, fueron, obviamente, muchos más. Según el mismo informe, hasta septiembre del año pasado se habían recibido en los juzgados cordobeses un total de 586 procedimientos de lanzamientos, una cifra un 13% menor que la del mismo periodo del año anterior, cuando en esa misma fecha ya sumaban 672. En todo 2018 se recibieron en los juzgados cordobeses un total de 900 lanzamientos, por lo tanto, todo indica que la cifra no se superará en 2019. Los lanzamientos recibidos sí han crecido durante los últimos años. Entre 2017 y 2018, por ejemplo, este tipo de procedimientos aumentó casi un 13%.
Conceptos en torno a los desahucios
Los desahucios generan, en ocasiones, confusiones por todos los conceptos que rodean a los diferentes procedimientos. Por un lado está la ejecución hipotecaria, que se produce cuando se deja de pagar la hipoteca durante un tiempo que puede ir de los tres a los seis meses. El banco acude a los juzgados para reclamar el dinero y si el propietario no puede pagar, la vivienda cae en subasta.
El lanzamiento (o desahucio) viene varios meses después. Aquí, se le quita a la persona deudora el bien que no ha pagado.
También se puede producir la dación en pago. Esto quiere decir que el deudor entrega la vivienda al banco como pago por esa hipoteca que no ha podido saldar. A la dación en pago, sin embargo, no se puede adherir cualquiera, ya que deben existir una condiciones muy concretadas para que el banco acepte cerrar el préstamo que tenía a cambio de la casa, como por ejemplo, que quien lo pida esté en el umbral de exclusión.
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