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Ocho de cada diez delitos de odio en Córdoba son por homofobia y racismo

Marcha del Orgullo celebrada en Córdoba el pasado 24 de junio.

Marcha del Orgullo celebrada en Córdoba el pasado 24 de junio. / Juan Ayala

La homofobia y el racismo copan ocho de cada diez delitos de odio registrados en Córdoba. Son dos de las lacras que perduran en la sociedad actual, alimentadas por discursos extremistas a los que hay quien sigue dando altavoz, y que obligan a una profunda reflexión, presente y futura. Estos datos los acaba de reafirmar el Ministerio del Interior con la publicación del Informe sobre la evolución de los delitos de odio en España 2022, presentado por el ministro Fernando Grande-Marlaska.

Ese dato es, sin duda, el más preocupante que deja el estudio, elaborado por la Oficina Nacional de Lucha contra los Delitos de Odio (Ondod) a partir de los datos facilitados al Sistema Estadístico de Criminalidad (SEC) por Policía Nacional, Guardia Civil, Ertzaintza, Mossos d’Esquadra, Policía Foral de Navarra y policías locales, y que está integrado en el II Plan de Acción de Lucha contra Delitos de Odio 2022-2024. Y eso que el pasado ejercicio registró menos denuncias que un 2021 marcado por la ligereza que provocó la salida de las restricciones impuestas por la pandemia.

De hecho, el registro positivo es que los delitos bajaron en la provincia en torno al 40%, al pasar de los 24 de 2021 a los 15 del pasado año. Esto ha provocado una reducción, igualmente notable, de la tasa por cada 100.000 habitantes; Córdoba estaba en un alarmante 3,09 que la dejaba en el top 25 de las provincias españolas, pero ahora baja de los 2 puntos y sale de una nómina que encabezan las tres provincias vascas (Vizcaya, 20,44, Guipúzcoa, 16,93, y Álava, 16,31), y Navarra (12,39), siendo las únicas cuatro demarcaciones con dos dígitos en un informe que deja la media nacional en 3,93 (estaba en 3,80, por lo que sube también ligeramente).

Esa reducción de los delitos en Córdoba deja atrás un 2021 que supuso el peor dato de una serie que arrancó en 2016 y que, contando los delitos ahora conocidos, ha dejado 111 denuncias de odio en la provincia. Al margen de esos 15 de 2022 y los 24 de un año antes, en 2020 fueron 12, en 2019 fueron 11, en 2018 subieron hasta 18, en 2017 se llegó a 13 y en 2016 se repite la cifra de 18. Pero, ¿cuántos de ellos se esclarecen? En 2022, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado resolvieron la gran mayoría (11), que culminaron únicamente con cuatro detenciones (la mitad que un año antes, cuando se resolvieron 21 de 24).

En el balance 2016-2021, 32 personas habían sido detenidas o investigadas en Córdoba por hechos relacionados con este tipo de infracciones, a las que hay que sumar las cuatro del ejercicio pasado. El año con más arrestos fue 2016, con un total de 11, mientras que en 2017 solo hubo uno, en 2018 nueve, dos en 2019 y un detenido en el ejercicio 2020.

Las 15 denuncias por delitos de odio registradas el pasado año se clasifican de la siguiente manera: ocho contra el colectivo LGTBIQ+, cuatro por racismo, uno por creencias o prácticas religiosas, uno contra discapacitados y uno por discriminación por sexo o género. El estudio no recoge ninguno por antigitanismo, antisemitismo, aporofobia, edad, enfermedad o ideología.

El Ministerio del Interior define como delito homófobo, los más numerosos en Córdoba, “cualquier hecho que señala la existencia de un móvil de odio o discriminación hacia la víctima por su orientación sexual o identidad de género". Respecto al racismo o xenofobia, se clasifica "cualquier incidente que es percibido como racista o xenófobo por la víctima, o cualquier otra persona, incluido el agente policial o cualquier otro testigo, así como los actos de odio, violencia, discriminación, fobia y rechazo contra los extranjeros o personas de distintos grupos, debido a su origen racial, étnico, nacional, cultural o religioso”.

Datos a nivel nacional

Durante la presentación del informe, Grande-Marlaska ha recordado que los delitos de odio constituyen “un ataque frontal y directo” a los principios de libertad, respeto a la dignidad de las personas y a los derechos que constituyen el fundamento del Estado social y democrático de Derecho. “Actuar contra los delitos de odio ayuda a mejorar la convivencia de una sociedad multicultural, formada por personas diferentes y, como consecuencia directa, nos ayuda a vivir en una sociedad mejor”, ha señalado.

Los delitos de odio por racismo y xenofobia, con 755 hechos, son los más numerosos y representan el 43,5% de total de las denuncias. Le siguen los delitos de odio cometidos en los ámbitos de la orientación sexual e identidad de género (459 hechos), mientras que en tercer lugar se sitúan los delitos de ideología (245 hechos).

En cuanto a la variación interanual, los delitos de odio por discriminación por razón de sexo y género son los que sufren un mayor incremento, un 76,6% más que en 2021. También destaca el ascenso de los delitos por aporofobia, que crecen un 70%, y por antigitanismo, que se incrementan en un 22,2%.

En la comparativa con 2021 descienden significativamente los delitos por discriminación generacional (57,1%), por razón de enfermedad (47,6%), por creencias o prácticas religiosas (25,4%) y por ideología (24,8%).

En lo que se refiere a la tipología delictiva de estos hechos de odio, destacan en primer lugar las lesiones (423) y las amenazas (338), seguidas por las injurias (116) y los daños (106).

Por comunidades autónomas, País Vasco concentra el mayor número de denuncias (407), seguido de Cataluña (253), Comunidad de Madrid (237) y Andalucía (207).

Perfiles de las víctimas e investigados y detenidos

El informe presentado este señala que las Fuerzas de Seguridad del Estado esclarecieron en 2022 el 63% de los hechos y detuvieron o investigaron a 838 personas. Los principales afectados por este tipo de delitos son personas del sexo masculino (59,4%), mientras que el grupo de edad más afectado es el comprendido entre los 26 y los 40 años (31,3%). Los menores de edad constituyen el 12,1% del total de victimizaciones.

En cuanto a la distribución de las víctimas según su nacionalidad, el primer lugar lo ocupan las españolas, con el 60,9% del total de victimizaciones registradas. Dentro del conjunto de las víctimas de nacionalidad extranjera, las procedentes de Marruecos registran el número más elevado (9,9%), por delante de Colombia (3,3%) y Senegal (2,1%).

El número de detenidos/investigados por delitos e incidentes de odio asciende a 838 personas, en su mayoría de sexo masculino (79%) y de edad comprendida entre 26 y 40 años, que representan el 27,6% del total.

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