A partir del domingo 25 de octubre, Córdoba capital entrará en una nueva nueva normalidad. Más restrictiva aún que la que se vive desde el fin del confinamiento, con bares cerrados a las 22:00, aforos reducidos al 50%, mercadillos clausurados y bodas con un máximo de 30 invitados. La ciudad enfila el último tercio de octubre al límite, con una tasa de 441,2 contagios por 100.000 habitantes -el límite para determinar confinamientos se ha establecido en 500- y 1.437 positivos detectados en los últimos 14 días, 650 de ellos en solo una semana.

El índice del covid-19 en el distrito sanitario de Córdoba capital es, de hecho, el mayor de la provincia, algo que no había ocurrido desde el inicio de la pandemia debido a que la acumulación de infecciones en municipios poco poblados desestabilizaba la estadística y ponía el peso en los municipios. Así ha ocurrido con Montilla, Montalbán, Belalcázar, Santa Eufemia o Almodóvar del Río.

A fecha de 22 de octubre, esto ha cambiado. Y la tasa media en la provincia es de 372,6 casos por 100.000 habitantes, arrastrada por la evolución en la capital. En el distrito Sur, con municipios ahora problemáticos como Puente Genil, Moriles, Espejo o Aguilar de la Frontera, la tasa es del 314,4; en el distrito Guadalquivir, del 403,4, y en el Norte, del 207,7. La de Córdoba capital, por tanto, está por encima de todas, algo inédito desde marzo.

¿Qué ha pasado en Córdoba capital para llegar a esta situación? ¿Qué se ha hecho mal? ¿Podía haberse evitado? Son muchas las preguntas que en las últimas horas se han precipitado. Como insisten los epidemiólogos, la situación actual es el resultado de los últimos 14 días. Y, aunque no haya una única respuesta, basta echar la vista atrás para darse de bruces, por ejemplo, con el puente del Pilar y una ciudad en efervescencia.

Córdoba, en aquel momento, estrenaba su Festival de Patios con una avalancha de visitas, acogía la única corrida de toros en una plaza de primera de la temporada y celebraba bodas y comuniones. Lo más probable es que, ahora, los típicos peroles de San Rafael se queden en la despensa; también peligra el próximo puente, el de los Santos, clave para el resultado de la campaña turística de otoño.

Desde el inicio de la crisis sanitaria, Córdoba capital ha registrado 4.689 casos de coronavirus, con 1.701 pacientes curados. En todo este tiempo, el SARS-CoV-2 ha provocado 99 víctimas mortales en la ciudad. En el conjunto de la provincia, son 11.143 las personas infectadas y los fallecidos se elevan hasta los 223.

Datos técnicos alarmantes

Lo cierto es que, arrastrados por lo que sucede en Córdoba capital, todos los parámetros técnicos sobre el covid-19 en la provincia son negativos. Un ejemplo es el número de reproducción básico instantáneo (Rt), entendido como el número promedio de casos secundarios que cada sujeto infectado puede contagiar. Cuando es inferior a 1, quiere decir que la pandemia está controlada y la curva cae; ocurre lo contrario cuando supera la unidad. En Córdoba, según el Ministerio de Sanidad, el número reproductivo es actualmente de 1,17, lo que quiere decir que cada persona contagiada infecta, a su vez, a 1,1 más. Desde el 20 de agosto, en plenas vacaciones, no se alcanzaba un número reproductivo tan alto en la provincia. En Burgos, actualmente confinada, es del 1,08, y en Granada, donde también se aplican severas restricciones, es del 1,02. Por último, en Madrid se ha establecido en el 0,86.

Otro parámetro es la razón de tasas. Se trata del resultado de dividir la incidencia acumulada de dos semanas consecutivas. Por tanto, los valores menores a uno representan una disminución y los mayores, un aumento de la incidencia acumulada de una semana a otra. También en este parámetro técnico se enciende la señal de alarma en Córdoba, con una razón de tasas de 1,13, según los datos oficiales del Ministerio de Sanidad.