Solidaridad

Cruz Roja apoya a más de 600 personas que viven en asentamientos en Córdoba

Los voluntarios de Cruz Roja reparten comida en un asentamiento.

Los voluntarios de Cruz Roja reparten comida en un asentamiento. / El Día

Más de 600 personas que viven en distintos asentamientos de inmigrantes en Córdoba recibieron durante el pasado año el apoyo del voluntariado de Cruz Roja. El personal de la institución humanitaria visitó tanto los cerca de 20 campamentos que hay, a día de hoy, repartidos por la capital, como otros enclaves similares en puntos de la provincia como Rute, Baena, Priego de Córdoba, Palma del Río, Puente Genil o Adamuz.

La diferencia principal entre unos y otros radica en que, mientras los primeros son asentamientos más o menos estables, los de la provincia son más provisionales, pues suelen estar habitados por trabajadores temporeros de diferentes campañas agrícolas, como la de la aceituna o la del ajo.

“Las personas que viven en asentamientos constituyen un grupo de población muy vulnerable, que sufre especialmente cuando llegan las olas de calor o de frío, aunque durante todo el año cuentan con unas condiciones de vida muy precarias. Por ello, tratamos de apoyarlas, de estar cerca de ellas, a través de nuestro voluntariado”, comenta Eva Arévalo, trabajadora social del programa de Inmigrantes de Cruz Roja.

Para esta labor, la institución humanitaria cuenta con el apoyo de la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad –que financia dos proyectos en los que se trabaja con este colectivo, el de Atención a personas vulnerables en asentamientos y el de Integración de inmigrantes- y del Ayuntamiento de Córdoba, con quien tiene suscrito un convenio para abastecer de agua cada 15 días aproximadamente a un asentamiento de la capital que carece de acceso a agua potable.

En el marco de estos proyectos, Cruz Roja ofrece una atención socio-sanitaria a los inmigrantes y favorece su acercamiento a los recursos sociales normalizados; de hecho, en muchas ocasiones se les acompaña y se les asesora para la tramitación de documentos tales como el pasaporte, el NIE o la tarjeta sanitaria.

De igual modo, en dichas visitas la organización les reparte material de ayuda humanitaria, entre el que se incluyen mantas, chaquetones, sacos de dormir, esterillas, kits de higiene, o productos materno-infantiles. Asimismo, el personal de Cruz Roja distribuye diversos alimentos no perecederos, como pasta, harina, atún, leche o tomate.

Durante el pasado año, el voluntariado de la institución humanitaria atendió en dichos enclaves a 5.613 personas, en su mayoría hombres de Marruecos y de Rumanía con edades comprendidas entre los 18 y los 49 años. Aunque también intervino con más de 180 mujeres.

Esta labor en los asentamientos es sólo una de las diversas acciones que desarrolla la entidad dentro de su programa de atención a inmigrantes, cuyo objetivo general es hacer frente a las causas generadoras de vulnerabilidad en este grupo de población, al tiempo que se le proporciona toda la ayuda necesaria para llevar una vida digna y lograr su plena integración en la sociedad de acogida.

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