“Mi nombre es Hugo. Muchos habéis oído hablar de mí. Mi madre no se cansa de nombrarme. Hoy os hablo a través de ella. Yo nací y morí el mismo día. El 24 de abril de 2019, a las 4 horas y 24 minutos de vida, a causa de una malformación congénita, una hernia diafragmática. Hasta aquí, aunque muy triste y terrible, mi historia se asemeja a muchos otros bebés que por desgracia están conmigo en este lugar lleno de luz donde nos hallamos”.

Así arranca el duro testimonio recogido por Laura Segura Blanco en una campaña puesta en marcha a través de GoFundMe y cuyo objetivo es lograr los algo más de 2.000 euros que cuesta un moisés refrigerado o cuddle cot, un mecanismo que permite gestionar un "duelo sano", con una "despedidda sin prisas" en la que los padres tienen la posibilidad de conocer a su bebé y pasar el tiempo que necesiten junto a su hijo. 

Es lo que ocurrió en el caso de Hugo: “Mis padres, tras mi nacimiento, fueron informados de mi estado crítico y se comenzó una serie de trámites todos dirigidos a una sola cosa: el bienestar de ellos”, señala. Para ello, crearon un espacio donde recibieron el cuerpo del bebé. Una habitación privada, y donde había un moisés de mimbre con un sistema de refrigeración que ayudaba a mantener fresco el cuerpo.

“Mi mamá lleva ahora casi tres años luchando por que cada mamá que vive con los brazos vacíos sea tratada con amor y respeto. Por su parte, mi abuela ha puesto en marcha una campaña para comprar un moisés refrigerado para ser donado al Hospital Materno Infantil de Córdoba”, cuenta la creadora de la campaña.

Estas cunas son proporcionadas por una empresa británica y cuestan unos 2.000 euros más gastos de envío. "Cada euro cuenta, no hace falta grandes cantidades. Simplemente, comparte este mensaje y ayuda a dar visibilidad a mí y a todos los bebés que mueren en el seno materno, los que mueren al nacer o al poco tiempo”, sentencia. El objetivo es que toda esta situación "deje de ser tabú".