Maribel Casquero Lázaro es una polifacética creadora cordobesa que nación en 1949 en la localidad de Peñarroya-Pueblonuevo, aunque muy joven se trasladó con su familia a Madrid. Fue primero actriz e intervino en Televisión Española en programas como Un globo, dos globos, tres globos, Visto y no visto o El hombre vestido de negro, de Antonio Mercero. Y como cantante quedó finalista durante un año en La Gran Ocasión, programa de artistas noveles de 1972 a 1974. Meritoria en el Maria Guerrero, entró en 1974 en Gósdpell en la compañía de Manuel Collado, con dirección de John Michael Tebelak, versión de J.L. Martín Descalzo y adaptación de José María Pemán, en el Teatro Marquina de Madrid. Musical basado en parábolas del Evangelio de San Mateo.

En 1976 caminó con el teatro independiente, con el Colectivo de Teatro El Búho y su Woyzeck de Georg Büchner, con dirección de Juan Margallo, en la Sala Cadarso de Madrid. Basada en la historia real de Friedrich Johann Franz Woyzeck y considerada precursora del estilo expresionista alemán. En 1981 actuó en obras de Jorge Díaz, escritor, arquitecto y dramaturgo a caballo entre Chile, Argentina y España, como ¿Estudias o trabajas? con producción de Teatro Abierto y dirección de Rafael Herreros, en el Centro Cultural de la Villa de Madrid. Una visión humorística, desenfadada y crítica de las relaciones humanas y, sobre todo, de la pareja.

En 1982 optó por la pluma .Y fue prolífica, con cuentos, novelas, diez obras de teatro, monólogos dramáticos. Mari y Julio, dos dinosaurios pacíficos (1982); El mensaje de dos dinosaurios felices (1983); En busca de Punchisclás (Obra de marionetas, 1983); Cinco historias mágicas (1983); El relato (1984, premio de un concurso de guiones para radio); El grito humano; Juego sin fin; La vida, la muerte y la eternidad; Fiebre de cuchillo; La despedida; John, el espíritu de Texas. Una simple calavera y Cazamariposas (1984). En 1985 ganó el Premio Calderón de la Barca, convocado por el Instituto Nacional de Artes Escénicas y Música con su obra de teatro Humo de Beleño, publicada posteriormente en el número 212 de la revista Primer Acto. Ambienta su historia en la Galicia del siglo XVII, durante una época pretérita de caza de brujas por la Inquisición, escrito con un lenguaje poético, sugerente, con una radicalidad provocativa. Sería su primera obra de teatro.

En 1986, después del premio, saltó nuevamente a la escena madrileña en el Centro Cultural de la Villa de Madrid con un nuevo texto propio, La Fosa, más tarde premio RAE, un monólogo trágico, sin escapatoria, agobiante y duro, con un eje central: el desamor, interpretada por la compañía de Isabel Ordaz, como protagonista, y Vicente Ayala, con la dirección de Luis Araujo. Relata la locura y el desequilibrio de una mujer alcohólica, desesperada en medio de una soledad atormentada, incapaz de romper con la única compañía de un "subnormal profundo" que su única obsesión es cavar una fosa y satisfacerla sexualmente, ue obtendría incomprensión y duras críticas. También en 1986 forma parte junto a otras autoras de la fundación de la Asociación de Dramaturgas. S us objetivos: promover el teatro español, en general, y el femenino en particular, si bien desapareció en 1990 para integrarse su mayoría en la Asociación de Autores de Teatro.

Premio de Teatro de la Real Academia Hermanos Álvarez Quintero, también fue finalista en distintos certámenes, como el Iberoamericano Tirso de Molina o el de Relatos de Radio Nacional de España. Su producción es fecunda: La fuga (1986), una comedia breve, de muy fácil adaptación, en el que un grupo de monjas intenta fugarse del convento entre lo grotesco y la farsa; Chapas (breve pieza actual, 1986); La defensa; Los siete pisos (1986); El trueno dorado (1986, adaptación de Valle-Inclán); Steak tartare (1987, teatro breve); La gata dormida (1987); La Última noche de Orfeo Salmones (1988, comedia de enredo).

En 1988, Patricia W. O' Connor rubricó para el público la existencia de la mujer dramaturga en España, con la aparición de una antología de piezas breves publicada. Y calificó las obras de Maribel Lázaro como "ambiciosas, atrevidas, con toques de humor negro". En el año 2000 volvió a la escena con Bodas que fueron famosas del Pingajo y la Fandanga, de José María Rodríguez Méndez y dirección de Juan José Granda, en el Teatro María Guerrero de Madrid, dentro de la Celebración del Día Mundial del Teatro. Ambientada en 1898, es un retrato costumbrista de la España más desarraigada, centrando la acción en el casamiento entre Pingajo, ex combatiente en la Guerra de Cuba y la niña Fandanga, ganada en una apuesta.

Actualmente, con más de cincuenta obras de teatro escritas, es articulista, conferenciante e intérprete de sus propios espectáculos escénicos y recitales. Utiliza su palabra como arma para denunciar las situaciones que más le atañen con el único fin, según la autora, de "subvertir el orden de las cosas y quebrar las estructuras convencionales alienantes". La elección del personaje femenino en lucha por encontrar su lugar en un mundo organizado a sus espaldas, dará como resultado soluciones temáticas y dramatúrgicas inhabituales .Hace que las mujeres sean centrales en sus obras, escribe con humor (a veces negro), crea acciones extravagantes, utiliza la violencia sólo para censurarla y favorece siempre la libertad.