Los cordobeses defienden con humor su salmorejo

La inclusión del plato en un concurso del Ayuntamiento de Sevilla sobre su cocina tradicional llena de socarronería las redes

Cordobeses disfrutan de un plato de salmorejo.
Cordobeses disfrutan de un plato de salmorejo.
María Teresa Medina

13 de julio 2013 - 01:00

Internet y las redes sociales volvieron a incendiarse ayer después de que este diario publicase la noticia de que el Ayuntamiento de Sevilla y los hosteleros hispalenses han incluido el salmorejo como plato típico sevillano en un concurso gastronómico que pretende seleccionar la tapa más característica de la capital andaluza. Los cordobeses, sin embargo, tiraron de humor y socarronería para defender el origen de tan refrescante e histórico plato, una de las recetas emblemáticas de la cocina tradicional de la provincia. La pulsión de defender lo que se considera como propio tuvo una gran repercusión no sólo entre los lectores de El Día sino entre cientos de usuarios de Twitter y Facebook, que llegaron a crear hashtag sobre el asunto y a convertir el tema en una de las principales tendencias en Córdoba con decenas y decenas de comentarios.

Las aportaciones más divertidas y originales fueron las de Twitter, red social en la que se llegó a crear el lema #SalmorejoEsCordobes. En esta plataforma hubo perlas de lo más creativas que continuaron con el debate como las de @radarescordoba que puso un toque jocoso al debate diciendo: "Cartel en la A-4 en dirección a Sevilla en el que pone: Salmorejo sevillano. Si lo lees, 4 puntos menos". @Miguelitro83 también reiteraba la noticia que se dio ayer expresando que "el Ayuntamiento de Sevilla expropia a los cordobeses el salmorejo. Y el rabo de toro pasa a llamarse cola de toro sevillano". No se quedó atrás @Kyol, que se burló de esta situación con el tuit: "Hoy voy a comer salmorejo. Si veis que empiezo a decir miarma es que era salmorejo sevillano".

Los lectores de El Día de Córdoba hicieron sus aportaciones de lo más variopintas en la web del diario, siendo uno de los comentarios más destacados el de Pepe, que ironizaba con el tema diciendo que "el pescado que fríen que es del Guadalquivir a su paso por Triana ¡¡Qué arte, hijo!!". Tampoco se cortó Noli, que atacó los hispalenses recordando que la imagen más famosa de Sevilla la talló Juan de Mesa en 1620: "¿Qué esperáis de una ciudad que al Señor de Sevilla, El Gran Poder, se lo tuvo que hacer un cordobés?". Cordobesa ponía algo de calma a todas estas críticas aportando que "las personas con cultura saben muy bien que Andalucía no sólo es Sevilla, así como que el salmorejo es cordobés. Cada provincia posee su propia riqueza cultural y gastronómica". Aunque a Javier no le gustó la idea de que le despojasen de sus tradiciones comentando con sorna que "por supuesto que el "sevillano" sabe vender; "pero siempre a costa de todo de lo que le rodea y no es de su propiedad".

El facebook de Salmorejo Sordobés fue otra de las redes sociales en las que tuvo incidencia este tema. Entre este amplísimo despliegue de aportaciones había opciones para todos los gustos. Se leían por ejemplo las palabras de Guillermo que decía que "El salmorejo de toda la vida ha sido cordobés; lo de Sevilla es zopa de tomate". Antonio hacía alusión a este tema defendiendo la propiedad de las cosas que se ha atribuido Sevilla, opinando que el salmorejo es "otra cosa que quieren hacer suya como: SU Rocio, SUS playas de Matalacañas y Chipiona. Seguramente que no saben que su Feria de Abril la hicieron por primera vez un vasco y un catalán. Por lo único que envidio a los del pueblo de al lado es por lo bien que se saben vender". Seguramente a los sevillanos encargados de hacer suyo el salmorejo no se les pasó por la cabeza que los cordobeses replicarían a tal hazaña abogando por su universalizada receta. Nadie duda de que Sevilla es una maravilla, o que, como lo expresa en su canción Miguel Bosé, Sevilla enamora y embruja. Los del Río o Rocío Jurado son otros de los que han resaltado las cualidades de esta ciudad, pero como defienden las personas que han dado sus opiniones en la red, uno no se puede apropiar de algo que no le pertenece, y menos si se trata de algo como la cultura gastronómica. Y es que, como se suele decir, con la comida no se juega.

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