Córdoba es la segunda provincia de Andalucía con la tasa de suicidio más alta: "No hay políticas sociales ni formación en centros educativos"
Día Mundial para la Prevención del Suicidio
Las asociaciones de la salud mental exigen más medios a las administraciones y más visibilidad en la sociedad para evitar que más personas se quiten la vida
La Universidad de Córdoba estrena un plan de acción para la prevención, intervención y posvención de la conducta suicida
La sociedad vive una emergencia silenciosa. Cada año, cerca de 750.000 personas se quitan la vida en todo el mundo. Más de 3.800 se suicidaron en España el año pasado (según el INE). Trastornos como la esquizofrenia, los relacionados con la conducta alimentaria, la depresión o patologías duales en las que una enfermedad mental se mezcla con adicciones son los más influyentes en las conductas suicidas. Aunque a muchos les puedan parecer problemas ajenos a su vida, la realidad es que "nadie está exento" de pasar por una situación así, ya sea en la propia persona, en un familiar, un amigo o un compañero de clase o del trabajo.
La violencia, el acoso por redes, los discursos de odio y discriminación, la pobreza, la precariedad laboral, la soledad no deseada y la cultura del éxito que tan difundida es por redes sociales y que fomenta una comparación "insana" son factores que "apoyan al impulso suicida". Así lo advierte Juan Guijo, presidente de la Asociación de Allegados y Personas con Enfermedad Mental de Córdoba (Asaenec), entidad que lleva trabajando 35 años en la provincia para mejorar la calidad y esperanza de vida de las personas con enfermedad mental y de sus familiares.
"El 70% de las personas que se suicidan padecen un trastorno mental grave, pero no quiere decir que todos los que padecen un trastorno se suiciden, ni que los que no tienen una enfermedad mental no se suiciden. Las personas que se suicidan lo hacen porque no quieren sufrir más o porque creen que no tienen apoyo o se sienten una carga. Por eso, además de la detención precoz, es fundamental el apoyo de las personas cercanas y acudir a profesionales de la salud", explica Juan Guijo, quien recalca que "eliminar el sufrimiento es muy difícil, pero no la idea del suicidio".
En Andalucía, según los datos provisionales del Instituto Nacional de Estadística (INE), un total de 815 personas se quitaron la vida en 2024. Del total, 631 fueron hombres y 184 mujeres, una distribución sigue reflejando una profunda brecha de género, con más del 77% de los casos correspondientes a varones. En Córdoba, concretamente, 81 personas se suicidaron el año pasado (64 hombres y 17 mujeres), de las que tres tenían menos de 30 años. Se trata de una cantidad de muertes muy similar a la registrada un año antes, en el 2023, cuando el INE registró un total de 82 suicidios. En estos dos últimos años, el número de personas que se han quitado la vida en la provincia ha aumentado considerablemente, pues en el 2022, fueron 72 las víctimas.
Este aumento evidencia la falta de respuesta efectiva ante el sufrimiento emocional y la soledad no deseada, que afectan especialmente a quienes no reciben el apoyo de los servicios sociales ni de su entorno. Una situación de desamparo que se vio agravada todavía más tras la pandemia. Y es que, antes de que el coronavirus cambiara el mundo, en el año 2018 y en el 2019, los suicidios registrados en Córdoba fueron de 58 y de 68 personas, respectivamente.
Ya en 2020, Córdoba alcanzó la cifra de 84 personas que se quitaron la vida. En 2021, con todos los estragos de esta enfermedad y una importante crisis económica, un total de 96 personas se suicidaron en la provincia cordobesa, la mayor cifra hasta la fecha. "Ha pasado la pandemia, pero la cifra sigue siendo alta por colectivos como los jóvenes, afectados por la precariedad laboral, el fracaso escolar, las rupturas sentimentales y la adicción a las redes sociales; y también los de avanzada edad, que sufren de soledad no deseada, aumento de dependencia y pérdida de las funciones vitales", añade el presidente de Asaenec, quien recuerda que el suicidio es "la consecuencia de un terrible sufrimiento que podría haberse evitado".
Córdoba tiene, de hecho, una de las mayores tasas de suicidio de toda Andalucía. Las provincias con mayor número de suicidios en cifras absolutas fueron Sevilla (164 personas), Málaga (163 personas) y Cádiz (121 personas). Sin embargo, al comparar con la población total, destacan las tasas más elevadas en Granada, Córdoba y Jaén. Córdoba mantiene una tasa de 1,06 suicidios, similar a la de 2023 y superior a la media andaluza, de 0,95. Su tasa solo está por debajo de Granada, que sigue siendo la provincia con la más alta en 2024 (1,13). Jaén también presenta cifras altas, con 1,03 en 2024, mientras que Almería y Cádiz coinciden en una tasa de 0,97 en 2024. Huelva registra una de las tasas más bajas (0,81 en 2024), Málaga muestra una tasa de 0,91 y Sevilla de 0,84.
La labor de las administraciones
En este miércoles, Día Mundial para la Prevención del Suicidio, desde Asaenec hacen un llamamiento a las administraciones para reivindicar más medios en la lucha contra el suicidio: "No hay inversión, no hay políticas sociales importantes ni formación en centros educativos ni medidas de detención precoz. Además, la sociedad tampoco está concienciada y es necesario tanto para prevenir como una vez se dan los primeros indicios de comportamientos suicidas. La responsabilidad es común, la sociedad no quiere hablar de suicidios porque cree que pueden aumentar los casos y eso ha dado lugar a muchos mitos que hay que eliminar", denuncia el presidente de la asociación.
Desde la Federación Salud Mental Andalucía alertan de que este aumento "no puede entenderse como un fenómeno puntual, sino como el reflejo de un malestar emocional profundo en distintos sectores de la población, especialmente entre los más vulnerables". El presidente de la institución, Manuel Movilla, explica que "prevenir el suicidio es responsabilidad de todas las administraciones, incluidas las locales y provinciales".
"No hablamos solo de un problema ligado a las personas con un trastorno mental, sino de una realidad mucho más amplia que afecta al bienestar emocional de la ciudadanía. Cualquiera puede atravesar un sufrimiento que le lleve al límite, y eso nos obliga a mirar de frente esta emergencia. Lo más importante es saber que el suicidio se puede prevenir: nadie debería sentirse solo en su dolor. Si como sociedad no somos capaces de verlo y actuar, es que estamos fallando en lo esencial: en cuidar la vida", añade el representante de la asociación, quien hace un llamamiento a "hablar del suicidio sin miedo, igual que la DGT consiguió salvar miles de vidas con sus campañas sobre seguridad vial, la televisión pública debe hacer visible este dolor".
Para luchar contra el aumento de los suicidios en España, la federación reclama la necesidad de "aumentar los recursos de atención psicológica y psiquiátrica en el sistema público de salud"; "incorporar programas de prevención y educación emocional en entornos escolares y laborales"; "fortalecer el papel de los servicios sociales, asociaciones y redes comunitarias con entornos seguros y espacios de desarrollo emocional"; "apostar por una estrategia autonómica específica de prevención del suicidio"; y "realizar campañas de sensibilización e información en la televisión pública".
Bajo el hashtag #ParaDejarDeSufrir la Federación Salud Mental Andalucía se une a la campaña realizada por la Confederación, el objetivo de esta iniciativa es promover una transformación social para que "la vida sea un lugar donde vivir", tal y como reclama el manifiesto elaborado por el Comité Pro Salud Mental en Primera Persona y la Red Estatal de Mujeres.
Por ello, la Federación Salud Mental Andalucía recomienda buscar ayuda y visitar la Guía de PrevenciónPermítete Vivir que identifica indicios y señales de alerta, ofrece información a familiares y personas en riesgo, y promueve las entidades del movimiento asociativo en la red de salud mental. Para aquellos que atraviesen una situación complicada, también está a disposición el teléfono 024 como atención a tendencias suicidas, los dispositivos públicos de salud mental y asociaciones provinciales como Asaenec en el caso de Córdoba (633 943 726).
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