Córdoba rinde homenaje a Manolete en el 78 aniversario de su muerte: "Era una figura de El Greco toreando"
Tauromaquia
Más de un centenar de personas conmemoran su pérdida en la tradicional ofrenda floral en el cementerio de la Salud
Las mejores imágenes del homenaje a Manolete por el 78 aniversario de su muerte
El club de los toreros de la Gloria, que seguramente fundó Rafael Guerra Guerrita tras su fallecimiento en febrero de 1941, siempre está presente en aquellos amantes de la tauromaquia. Por eso recordar a las grandes figuras del toreo es casi una obligación, tanto para quienes disfrutaron de su arte entonces, como para las siguientes generaciones que tantas historias han conocido sobre los Califas del Toreo.
Manuel Laureano Rodríguez Sánchez, más conocido como Manolete, sin duda es una de esas grandes figuras que merece la pena tener siempre en la memoria. Por eso todos los años la tertulia taurina La Montera organiza una emotiva ofrenda floral en el lugar donde descansan sus restos. En el mausoleo del cementerio de la Salud de su querida Córdoba a la que tantas tardes de gloria le dio, 78 años después de su fallecimiento, Manolete ha vuelto a ser recordado como se merece.
Han pasado ya casi 80 años desde aquella fatídica tarde en Linares, cuando el destino decidió sellar para siempre la leyenda de Manuel Rodríguez Sánchez. El IV Califa del Toreo es recordado cada 28 de agosto, fecha en la que perdió la vida por una cornada de un toro de Miura. Desde entonces, en lugar de desvanecerse en el olvido, su figura elevó a lo más alto del toreo. Este jueves ha tenido lugar la que ya es la ofrenda floral número 35. Una cita que ha congregado a más de un centenar de personas que, como cada año, aprovechan esta fecha tan significativa para honrar la memoria de uno de los diestros más laureados de la historia.
Familiares del torero, amigos, autoridades, ganaderos, peñistas taurinos, aficionados e incluso no aficionados, pero admiradores de su figura, se han concentrado frente a su mausoleo para homenajear a Manolete como es debido. Portando claveles rojos, estos han ido a reposar sobre su artístico sepulcro como cada año. Una tradicional ofrenda floral que se lleva realizando ininterrumpidamente desde 1991 y que ha cumplido este año su edición 35.
El Monstruo, apodo con el que Ricardo García K-Hito bautizó al torero en una de sus crónicas, ha recibido su ya habitual reconocimiento. Este año, el encargado de dedicarle unas significativas palabras ha sido Jose María Portillo, columnista, presidente de la tertulia taurina el Castoreño del Real Círculo de la Amistad, medalla de oro en 2018 por la tertulia taurina y pregonero de la feria taurina de Córdoba en 2014 entre otros reconocimientos. Un auténtico sabio del mundo taurino que no ha podido evitar emocionarse en "un día tan especial".
"Hablar de Manolete es obligatorio. A Manolete se le exalta en todos los aspectos, pero hay uno que se menciona muy poco, que es el torero artista que era él", ha destacado José María Portillo, haciendo referencia a que el IV Califa, "sin necesidad de mandar en el toreo, hubiera sido un torero como los considerados artistas como Rafael El Gallo, Curro Romero o Rafael de Paula". Y es que, en el caso de Manolete, "su arte era muy especial, un arte que se salía de la norma como se salía de los cánones griegos y clásicos El Greco".
"Mi madre decía que Manolete era una figura de El Greco toreando", ha recordado el columnista cordobés, quien ha hecho especial atención en los rasgos faciales de Manolete, que "parecía que eran dibujados". Eran parte de ese estilo artístico, que recuerda al del mismísimo pintor cretense del final del Renacimiento y que acompaña a "su figura física especial". Así lo ha descrito sin tapujos y conmovido José María Portillo, definiendo al IV Califa del Toreo como "torero de arte" más allá "de que fue un torero muy bueno". "Cinco tandas y a por la espada", como diría un Manolete que "es un disfrute para quien investigue sobre la estética del toreo".
Ladis, una ausencia muy querida
El homenaje por el 78 aniversario de la muerte de Manolete ha sido diferente. Ladislao Rodríguez, el alma mater de esta tradicional ofrenda y de cualquier acto que involucre el recuerdo del IV Califa del Toreo, no ha podido asistir por motivos de salud. Su enfermedad le ha causado una "baja provisional", por lo que no ha podido entonar su ya reconocido discurso alabando a Manolete. "El año que viene estará con todos nosotros", ha asegurado José María Portillo, quien ha asumido en su lugar el responso de este 2025.
"Ladis es un caso de trasmutación y transmisión mental entre un difunto y un vivo. Mientras que Manolete fallecía, Ladis derramaba sus primeras lágrimas y sus primeras caricias. Nació uno y murió otro el mismo día, fueron dos trámites largos durante el mismo tiempo", ha destacado Portillo sobre Ladis, el fotógrafo cordobés que lleva más de 60 años dedicado al mundo de la tauromaquia.
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