Córdoba da la bienvenida a 48 futuros guardias civiles: "Aquí empieza todo"

"Bienvenidos a la que va a ser vuestra casa". Con esas palabras, el coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Córdoba, Ramón María Clemente, ha recibido este martes a los 48 nuevos guardias civiles en prácticas que completarán su formación en distintas unidades de la provincia en tres grandes zonas: 11 al norte, 13 al centro y 24 al sur.

Por un momento, en el patio de la Comandancia de la Guardia Civil de Córdoba, se ha sentido la emoción de todos los presentes. Uniformes recién estrenados, nervios contenidos y miradas firmes para dar la bienvenida a los nuevos agentes que durante un año se convertirán en uno más del cuerpo. También presente la subdelegada del Gobierno de Córdoba, Ana María López, que no ha querido perderse este recibimiento y aportar una visión cercana y motivadora. "Espero que sea un año muy productivo, con una formación estupenda. Córdoba os acoge con los brazos abiertos, aquí la Guardia Civil tiene mucho prestigio, es de las más queridas por la ciudadanía".

La escena muy sencilla, pero simbólica, con el coronel y la subdelegada saludando uno a uno a los jóvenes agentes. Los novatos han formado delante de las autoridades dando la bienvenida y especificando su nombre y destino, mientras la subdelegada les preguntaba su procedencia, algunos llegan desde pueblos de la provincia, otros de Córdoba capital y algunos de más lejos, como Badajoz o Jaén.

La vocación es clave

Aunque cada uno llega de una parte distinta con su propia historia, hay algo que todos comparten: la vocación. Algunos tienen tradición familiar, otros por admiración y otros vieron el cuerpo como una más de sus aficiones. Algunos lo encontraron más tarde, después de pasar por el Ejército o de estudiar otros caminos, pero todos los casos tienen claro que su vocación es servir a la ciudadanía con respeto a la ley y el compromiso.

Andrés Leal, destinado en Peñarroya-Pueblonuevo, es uno de esos jóvenes que provienen del Ejército. "Mucho esfuerzo para llegar hasta aquí, pero merece la pena. Yo vengo de las plazas reservadas y desde hace poco encontré aquí mi vocación", cuenta Andrés.

"Nosotros, los militares, nos miramos el pecho y sabemos de donde viene cada uno. Las medallas, las insignias… hablan de la historia de cada uno", ha explicado el coronel, como un reflejo de la convivencia entre el Ejército y la Guardia Civil.

Para Silvia Verdejo, de Andújar en Jaén y destinada en Pozoblanco, la vocación nació un poco antes. "Desde pequeña me gustaba este mundo. Es una forma de ayudar y de estar más cerca de la gente. Estoy muy ilusionada y con ganas de aprender de los compañeros", explica. Aunque no hay antecedentes familiares, si un fuerte convencimiento por el cuerpo.

Los nuevos efectivos vienen a integrarse desde el primer día. Durante las 40 semanas de formación realizarán labores de seguridad ciudadana bajo la supervisión de varios guardias veteranos. Estos jóvenes participarán en las patrullas reales, intervenciones, controles y servicios que les enseñarán lo que es la Guardia Civil. Después de formarse, los agentes ocuparán su cargo en su destino asignado.

Este año de prácticas también cumple una doble función, como parte del proceso de formación y también introducirse en el día a día de un agente. No solo sabrán lo que son las patrullas e intervenciones, sino también el ritmo de turnos o la gestión de conflictos.

La incorporación forma parte de la estrategia estatal de refuerzo de plantillas. Este año se han ofertado 6.000 plazas entre Policía Nacional y Guardia Civil, 500 más que en la convocatoria anterior. Desde el año 2018 se ha mantenido una línea de crecimiento que, según explica Ana María, "responde al compromiso del Gobierno con la seguridad pública y el equilibrio territorial".