Córdoba tiene ya 11 casos activos de viruela del mono
Sanidad
Los contagios confirmados en Andalucía ascienden a 171 y otros 60 están en investigación
Córdoba tiene ya once casos de viruela del mono confirmados por la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía. De esta manera, desde el pasado martes se han anotado seis más, a sumar a los cinco que ya estaban anotados. Hay que recordar que el primer contagio se comunicó el 24 de junio, el segundo se hizo público el pasado día 28, y ya en julio se sumaron uno el día 1 y otros dos el pasado martes.
Según el parte hecho público este viernes, que recoge los datos hasta el jueves 7 de julio, en Andalucía hay 171 casos activos -41 más que el martes- de esta enfermedad: Málaga es la provincia con mayor número, 99; seguida de Sevilla, con 25; Granada, con 23; los 11 registrados en Córdoba; siete en Cádiz, tres en Jaén, dos en Huelva y uno en Almería.
Además, otros 60 casos por posible viruela del mono están en investigación y se han descartado 101 que se han declarado a la Red del Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Andalucía (SVEA). Asimismo, 38 casos antes confirmados ya están inactivos, según ha indicado la Junta en un comunicado este viernes 8 de julio.
Síntomas
Según el protocolo de la viruela del mono publicado por el Ministerio de Sanidad, la infección suele ser una enfermedad autolimitada y la mayoría de las personas se recuperan en varias semanas. Sin embargo, en algunos casos puede producirse una enfermedad grave.
El período de incubación es de seis a 16 días, pero puede oscilar entre cinco y 21 días. El cuadro clínico clásico inicial descrito hasta este brote suele incluir fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, linfadenopatías y cansancio. Entre uno y cinco días después de la aparición de la fiebre, se desarrolla una erupción, que a menudo comienza en la cara y luego se extiende a otras partes del cuerpo. Tiende a concentrarse más en la cara y las extremidades que en el tronco.
Afecta a la cara (en el 95% de los casos) y las palmas de las manos y las plantas de los pies (en el 75% de los casos). También se ven afectadas las mucosas orales (en el 70% de los casos), los genitales (30%) y las conjuntivas (20%), así como la córnea.
Característicamente, las lesiones evolucionan de forma uniforme y de manera secuencial de máculas a pápulas, vesículas, pústulas y costras que se secan y se caen.
Los síntomas suelen durar entre dos y cuatro semanas. Los casos graves ocurren con mayor frecuencia entre los niños, adultos jóvenes y personas inmunocomprometidas y están relacionados con el grado de exposición al virus y la vulnerabilidad de la persona.
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