El convento de Santa Cruz muestra a través de sus patios la vida monacal
El edificio abrirá al público de 10:00 a 13:30 y de 16:30 a 18:30 una vez que ha concluido la primera fase de su recuperación
Córdoba cuenta desde ayer con un nuevo atractivo cultural y turístico que se incrementa a la oferta patrimonial de la ciudad: el convento de Santa Cruz. El edificio se ha sometido a una rehabilitación profunda que ha recuperado gran parte de su zona visitables -el compás, el atrio y algunos de sus patios- ya que hay estancias a las que, por respeto a la vida monacal, no se puede acceder. Precisamente éste es el objetivo de las obras que se han desarrollado en el inmueble durante los últimos meses: ofrecer a través de un pequeño paseo por sus patios y otras zonas las claves de cómo es la vida en un convento, las costumbres y hábitos, así como obtener una idea del origen de la construcción y su significado para la ciudad de la época.
La recuperación de los patios conventuales era uno de los ejes del Plan Turístico de Grandes Ciudades y desde ayer ya es una realidad con la inauguración del convento de Santa Cruz. El alcalde, José Antonio Nieto, visitó ayer el inmueble junto con el arquitecto que ha diseñado y supervisado la actuación, Francisco Javier Vázquez Teja, y explicó que desde hoy mismo está abierto al público desde las 10:00 hasta las 13:30 y, por la tarde, de 16:30 a 18:30, precisamente en las horas en las que las visitas no interrumpan la actividad de las monjas en el interior del edificio. El proyecto de restauración del convento ha desarrollado hasta ahora intervenciones en la cubierta del presbiterio y el atrio de la iglesia, la zona superior del zaguán de entrada (donde se ha creado una hospedería con tres alojamientos) y la fachada completa, financiada en parte por Vimcorsa. El coste total de proyecto ha sido de 40.000 euros, según explicó ayer el alcalde.
Las zonas ya restauradas centran el espacio expositivo dedicado a los patios conventuales de Córdoba. Así, durante todo el recorrido paneles y audiovisuales dialogan con la arquitectura del convento para ofrecer un nuevo estímulo cultural y turístico a la ciudad.
El convento de Santa Cruz data de finales del siglo XV y la visita comienza en el compás de entrada, donde se pueden observar los distintos momentos históricos por los que ha pasado el inmueble. El compás cuenta con una antigua vivienda que ahora se ha convertido en una pequeña hospedería. Otro de los espacios visitables es el claustro, "centro vital" del convento que data de principios del siglo XVI. Una "joya escondida" para el visitante que ahora se puede visitar. La ruta permite ver el Patio de la Portería, al que se accede desde la calle Agustín Moreno y que tiene ese nombre por la función que realiza, como conexión con el resto de dependencias del inmueble. También se puede ver el patio de la Casa Triana, que ocupa el espacio entre las esquinas de las calles Agustín Moreno y Valderrama. El patio del Torno tiene una de las joyas del convento, una fuente central de mármol rojo de Cabra. Y el de los Purificadores partió de una antigua casa mudéjar. Otro de los tesoros es el patio de la Casa de Novicias, que se ubica en el palacete barroco pero que está pendiente aún de su restauración. El final de la visita puede concluir con un vistazo a la zona de dulces conventuales elaborados de manera artesana por las religiosas.
El alcalde destacó ayer el "valor" que la recuperación de Santa Cruz aporta "a la oferta turística de Córdoba" de manera que la ciudad va a contar con "otra referencia" para las visitas de los viajeros. Además explicó que con la actuación que se ha desarrollado se ha permitido "joyas ocultas muy poco accesibles" hasta el momento. Precisamente una de estos "tesoros recuperados" fue el hallazgo, en la entrada primitiva, de una pintura mural que estaba oculta tras tres capas de ladrillos. Una Inmaculada acompañada por San Juan Bautista, San Juan Evangelista, Santa Clara y San Francisco (además de tres ángeles) y que, por su iconografía, cabe datar entre finales del siglo XVI y principios del XVII.
El arquitecto responsable del proyecto destacó que esta inauguración supone "el punto de arranque a un proyecto más ambicioso" y que ya ha permitido contar con "un espacio expositivo" que muestra al vida de las comunidades religiosas a través de la arquitectura de sus patios.
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