Frío, frío y más frío, y lo que queda por llegar. Córdoba registró ayer una temperatura inusual y casi histórica. En concreto y, según los datos facilitados por el observatorio meteorológico del Aeropuerto, el mercurio se quedó ayer en los 2,7 bajo cero a las 08:16 y muchas personas que salieron a la calle antes de esta hora pudieron comprobar los efectos del frío sobre los coches estacionados en la calle, sobre los que había una ligera capa de hielo. Eso en la capital, porque en algunos municipios de la provincia los termómetros se desplomaron aún más.

La ola de frío siberiano provocó además que la mayoría de la población tirase de calefactores y braseros a la misma hora y se rozase así el récord de consumo eléctrico. Según fuentes de Sevillana Endesa, el punto máximo de demanda se produjo el jueves a las 20:00 y la cifra que se alcanzó fue la de 680 megavatios, una cuantía muy cercana a la registrada en enero de 2007, cuando se produjo la última gran nevada y se registró un consumo de 716 megavatios. Desde la compañía explicaron también que esa cantidad significa, no obstante, "un consumo muy elevado". Y aunque Córdoba no registró su propio récord, Sevillana Endesa sí que registró su máximo histórico de punta de demanda ante las bajas temperaturas en Andalucía. Ante esta situación, la compañía ha activado las fases de su plan de invierno, en las que intervienen brigadas técnicas y equipos profesionales en previsión de posibles incidentes.

No obstante, durante los próximos días la situación cambiará un poco y las temperaturas comenzarán a dar un pequeña tregua. Así, la previsión para hoy de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) augura que la mínima de la jornada se quede en un grado bajo cero y que la máxima temperatura sea de nueve grados. Esto provocará "heladas generalizadas débiles", que serán "moderadas en áreas de sierra", apuntaron desde la Aemet.

Pero el frío no sólo ha provocado que aumente el consumo eléctrico, sino una gran demanda de aparatos eléctricos. Según la versión de distintos establecimientos consultados por El Día, los cordobeses han apurado hasta los últimos días para llevarse algún que otro calefactor o brasero. Por ejemplo, en el establecimiento que Urende tiene en la calle Claudio Marcelo apenas sí quedaban un par de aparatos ante la elevada demanda. "La gente ha esperado a que llegue el frío", apuntó uno de sus empleados.

En la tienda Electricidad Góngora, dedicada a la venta y reparación de electrodomésticos, la estampa era bastante similar. "Nos quedan un par de braseros", afirmó su encargada, quien añadió que durante los últimos días, los electrodomésticos más vendidos han sido los braseros y las placas para el baño.

Los vendedores de prendas de abrigo también se frotan las manos con esta ola de frío. "Quiero muchos inviernos como éste", reconoció el encargado de la peletería Zerimar, Antonio Ramos, quien destacó el aumento en las ventas. Las prendas que más demanda han tenido en este establecimiento han sido los chaquetones de piel vuelta, abrigos más comunes y más utilizados en la zona norte de España, donde el frío es más habitual que en Córdoba. Además de estos chaquetones, las bufandas y los guantes también se están vendiendo mucho esta temporada. "El año pasado ha sido frío y la temporada ha ido bien desde el pasado mes de noviembre", apuntó Ramos, quien aseguró que a pesar de los precios elevados de algunas de sus prendas "la gente tira de los ahorros en invierno".

A otros que tampoco les falta trabajo es a los vendedores ambulantes del Paseo de la Victoria, quienes también han visto aumentar las ventas de guantes, bufandas y sombreros a un precio más asequible. Es evidente que el frío no invita demasiado a salir a la calle, pero hay algunos trabajadores que no tienen más remedio que andar de un lado para otro cada día. Es el caso de Begoña, trabajadora de Correos que, a pesar de las bajas temperaturas, ayer tuvo que salir a repartir las cartas entre las 10:00 y las 13:30. Enfundada en su uniforme, la mujer destacó que este frío es "penoso" y añadió que "no recuerdo otro invierno así". "Con este uniforme vas bien protegido, pero el frío no te lo quita nadie", subrayó Begoña, que desempeña este trabajo desde hace 20 años. Lo que sí que echó en falta esta trabajadora de Correos fue un poco de nieve, porque "si estuviera nevado sería como más romántico, aunque eso sí, mucho más difícil", apuntó.