Guerra en Ucrania

Cientos de personas condenan la guerra en Ucrania en Córdoba: "Somos patriotas, queremos libertad"

  • La comunidad ucraniana pide el cese del conflicto y denuncia el ataque de Vladimir Putin

Un momento de la concentración en Las Tendillas.

Un momento de la concentración en Las Tendillas. / Juan Ayala

Orest tiene 20 años, es ucraniano y vive en Palma del Río. Esta mañana se desplazó hasta la capital cordobesa para mostrar su condena y rechazo a la guerra iniciada contra su país por Rusia. Una cita que contó con la participación de más de 300 personas, según fuentes de la Policía Local, y que puso de manifiesto la condena generalizada contra el conflicto.

"¡No a la guerra!" o "¡Viva Ucrania!" fueron algunas de las consignas que se escucharon durante la concentración, a la que los asistentes acudieron con banderas con los colores de Ucrania, celeste y amarillo, y en la que también se cantó el himno de este país asediado por la tropas rusas.

La vida de este joven ha cambiado en la última semana desde que Vladimir Putin iniciase la guerra contra su país de origen. Desde entonces, "estamos viendo las noticias y no estamos ni un segundo ver lo que pasa en el país", reconoció. Orest, además, señaló que se siente "peor aquí que allí" y que intentan, dentro de sus posibilidades, ayudar a su familia de la mejor manera que pueden. 

La familia de este joven vive en la parte oeste de Ucrania, cerca de la frontera de Polonia. "Algunos han pensando en salir, pero muchos no quieren porque es su país y lo van a estar defendiendo hasta el último centímetro; siempre hemos defendido nuestro país", subrayó.

La cita reunió a centenares de personas de la comunidad ucraniana que reside en Córdoba, entre ellos, Katya Noskalenko. Con una pancarta de color blanco y con la frase de Stop War (No la guerra), la joven relató la situación que se vive en su país de origen y agradeció la colaboración de las personas que habían llegado hasta Las Tendillas con material sanitario que enviarán a los militares ucranianos. Vendas, yodo sanitario, paracetamol y antibióticos fueron algunos de los productos que se han donado y que próximamente enviarán a su país.

No obstante, explicó que "este material sanitario no es solo para el Ejército de Ucrania es también para curar a los heridos que llegan de fuera; los ucranianos están haciendo todo lo posible para que no sufran las consecuencias".

Katya reconoció que no encuentran las palabras para definir todo lo que está pasando allí porque "es muy complicado". En su familia, según expuso, "aseguran que nadie les va a decir dónde tienen que ir y abandonar su casa". "Están con miedo pero han decidido quedarse allí; otros han decidido irse y cruzar la frontera, pero la mayoría se queda", detalló.

Algunos de sus familiares pudieron salir el primer día, pero ahora, y tras la intervención por parte de las tropas rusas, "las colas en la frontera de Polonia son de 20 kilómetros; para hacer 300 kilómetros en coche la gente tarda 17 horas", describió. También reconoció que, como en toda guerra, la situación es "horrorosa" y que las carreteras están totalmente destrozadas.

Algunas de sus amigas siguen en Ucrania y Katya aseveró que habla con una de ellas acerca de la situación y cuáles van a ser sus próximos pasos. La respuesta es complicada porque su amiga se pregunta que "dónde va con sus dos hijos" y que no sabe si es más peligroso "quedarse o coger el coche y salir". "No sabe lo que va a pasar tras cruzar la frontera", destacó.

"Estoy muy agradecida por la respuesta de Córdoba por darnos la voz y que nos escuche el mundo; nos sentimos impotentes porque desde aquí prácticamente no podemos hacer nada", matizó.

Victoria es la hermana de Katya y tampoco faltó a la concentración. Su mensaje también es contundente: "Somos patriotas, queremos libertad y seguir nuestro camino por nuestro propio pie. No queremos que nadie nos mande. Hay muchos que no quieren salir y quieren defenderse, no es coger una maleta e ir, dónde vas a empezar  una vida fuera?". Ella llegó con 17 años a Palma del Río. El primero fue su padre, que llegó buscando una vida mejor para su familia y, desde entonces, "vinieron todos".

Asistentes a la concentración. Asistentes a la concentración.

Asistentes a la concentración. / Juan Ayala

"Es nuestra patria, nuestra tierra, los niños que sufren mucho, lloran por la noche, duermen vestidos por si se tienen que bajar a los sótanos o al metro", detalló y añadió que están deseando que "esto termine de alguna forma para que no muera más gente". 

Victoria elevó el tono de sus declaraciones en defensa de Ucrania y dijo con contundencia que no quieren que nadie les mande. El Ejército ruso, indicó, "se ha metido por tierra, mar y aire y nadie lo esperaba, se esperaba que se solucionara de manera democrática pero no se ha podido". "Al presidente de Rusia no se le puede llamar ni persona; no hay manera de hablar con él", consideró.

Y es que Victoria centró sus críticas contra Putin, a quien acusó de poner por delante "su ego antes que los intereses de toda la gente y de su país; no está preocupado ni por su familia, solo por él. Quiere entrar en la historia como un personaje grande porque ni en Rusia quieren guerra ni en ningún punto de Europa ni en el mundo", concluyó.

Entre todos los asistentes estuvo Marc, de familia rusa, pero nacido en Córdoba y de 19 años de edad. Con su presencia, el joven músico lo tiene claro y defendió que "esta guerra no es del pueblo de Rusia, es la del régimen de Putin que no representa los intereses de la nación" y de su pueblo. Con su participación, reconoció que "quería mostrar" su solidaridad con el pueblo ucraniano.

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