Música

El Festival de la Guitarra de Córdoba acoge más de 19.500 espectadores y supera las cifras de 2019

El concierto de Kiko Veneno y Ariel Rot en el Festival de la Guitarra de Córdoba.

El concierto de Kiko Veneno y Ariel Rot en el Festival de la Guitarra de Córdoba. / Miguel Ángel Salas

Los 25 conciertos y espectáculos que han conformado la 42ª edición del Festival de la Guitarra de Córdoba, han recibido un total de 19.532 espectadores, tal y como lo han confirmado la teniente alcalde de Cultura y presidenta del IMAE, Isabel Albás, y la directora artística del IMAE, Ana Linares, unas cifras que no incluyen las actividades paralelas y que dejan a la vista la mejora en los resultados de la cita. 

Así, este dato supone que se haya recuperado público con respecto a las ediciones anteriores, además de superar la cifra del año 2019, la última edición antes de la pandemia, que contaba con 18.683 espectadores. El balance de los dos últimos años cifraba la asistencia en 8.000 personas, datos que, como ha reconocido Linares "no son las habituales del festival". 

La directora artística ha descrito esta 42 edición como "un festival de emociones" y un "encuentro intergeneracional" que ha estado marcado por la creación de nuevos públicos: "hemos alcanzado y hecho realidad muchos de los objetivos marcados". 

Como ha reconocido Linares, una premisa de esta edición era otorgarle protagonismo al Gran Teatro con motivo de su 150 aniversario. En este espacio se han organizado nueve conciertos que han tenido 5.450 espectadores; en el Teatro Góngora, se han dado siete citas con 1.863 asistentes; en el Teatro de la Axerquía se han organizado cinco conciertos con una asistencia de 10.119 personas; en el Patio de los Naranjos, se ocuparon los 1.000 asientos correspondientes a invitaciones; mientras que en los espacios más reducidos, como en la Plaza de Capuchinos, se llenaron los 500 asientos en los dos conciertos y en la Posada del Potro se acogió a 100 personas. 

Respecto a los conciertos con mayor asistencia, Linares ha mencionado la cita doble que clausuró el festival en La Axerquía con Arde Bogotá y León Benavente; los conciertos del Gran Teatro de Israel Fernández y Silvia Pérez Cruz, que agotaron localidades, y el homenaje a Manolo Sanlúcar donde acudieron 2.600 invitados. 

El techo de asistencia está en una horquilla de 20.000 a 25.000 personas de público, como ha reconocido la directora artística del IMAE, esto depende, principalmente, de los conciertos multitudinarios que se celebran en la Plaza de Toros, como en los años 2018, 2016 y 2015, con las actuaciones de Kiss, Scorpions o Sting respectivamente. 

"Para poder comparar los datos es importante tener en cuenta los espacios y sus aforos", ha indicado Linares. Por ejemplo, en la pasada edición número 41, seis de los conciertos se daban en plazas pequeñas de la ciudad con una capacidad de 150 espectadores. 

Público consolidado

"Cada año intentamos que la presencia y visibilidad de este festival esté más allá de los espacios propios, por ello hemos recuperado la plaza de Capuchinos", ha indicado Linares al recordar las citas con el espectáculo Concierto de Aranjuez con Camerata Gala, Alejandro Muñoz como director y el guitarrista Rafael Aguirre, y también la jornada con el guitarrista El Turry y su Misa flamenca a Enrique Morente. 

La guitarra clásica, el flamenco de vanguardia y la fusión cultural del Teatro Góngora se dieron con siete conciertos que se movieron entre las propuestas más novedosas de Chicuelo y la Tremendita y las guitarras clásicas de artistas consagrados como Manuel Barrueco y David Rusell, además de la presencia de Ana Vidovic y el guitarrista cordobés Álvaro Toscano. Se completó esa programación con Gabacho Maroc, que puso la nota de fusión. 

"Hemos consolidados públicos, además de los que tenía el festival, hemos avanzados con públicos que se acercan por primera vez". "Ha sido interesante ver que en conciertos como el Ariel Rot y Kiko Veneno estaba el público de esa generación y también público joven". Al igual que en los conciertos de Lori Meyers y Los Enemigos; y León Benavente más Arde Bogotá, donde la mayoría de los asistentes eran público joven. 

Durante este festival también hubo momentos de homenajear a "andaluces universales" como Picasso, de la mano del guitarrista cordobés José Antonio Rodríguez; o a Manolo Sanlúcar, a quien Linares ha reconocido que "el festival tenía que hacerle un homenaje sentido de verdad", con la participación de Santiago Lara, la Orquesta de Córdoba, la cantaora Rocío Luna y la puesta en marcha de un coro participativo con más de 300 voces. 

Coincidiendo con el 150 aniversario del Gran Teatro, "hemos querido que todos los días hubiese conciertos, no todos los años ha sido así". La directora artística ha recordado las citas con el baile flamenco de Rafa Estévez o "propuestas musicales únicas o casi exclusivas" como Gregory Porter, con unos 1.000 espectadores, -muchos de ellos vinieron de fuera de Córdoba-, "se trataba de el único concierto que ha dado en España", un caso similar al de Marcus Miller, que abarrotó el Gran Teatro, siendo este uno de los dos conciertos que dan en España. 

Se han presentado los últimos trabajos de artistas como Zenet, Silvia Pérez Cruz o Israel Fernández. También se ha dado la oportunidad de contar con el compositor Gustavo Santaolalla "una de las cosas más valoradas del festival". 

Por último, Linares ha indicado que "hubo también momentos para la reflexión cada vez acogemos a personas de otras culturas y otros países", al referirse a conciertos como el de Susana Baca, Carlos Varela o Coti, donde muchos de los espectadores eran cubanos, argentinos y peruanos que residen en Córdoba.

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