La familia de Paco Molina reivindica un Estatuto de la Persona Desaparecida en el décimo aniversario de su desaparición

Mientras no haya evidencia de muerte, queda la esperanza de vida para una familia que cumple una década sin uno de sus hijos. Así se proclama en el manifiesto de la Asociación de Familias y Amigos de Personas Desaparecidas de Córdoba (Afadecor), leído este martes cuando se cumplen diez años desde aquel 2 de julio de 2015 en el que desapareció Paco Molina. Una década después, su familia y amigos siguen con su incansable búsqueda. En este décimo aniversario se ha celebrado una concentración a las puertas de la Subdelegación del Gobierno en Córdoba, con presencia familiares, asociaciones y representantes institucionales y de los cuerpos de seguridad del Estado. La fecha es de gran relevancia, ya que al cumplirse este triste aniversario toda persona desaparecida pasa a declararse como oficialmente fallecida.

El primer turno de palabra ha sido para la familia de Paco Molina en las voces de sus padres. "Han pasado diez años de la desaparición de Paco y todavía no sabemos qué pasó. Todo este tiempo ha estado lleno de incertidumbre, de lucha y de preguntas que aún no tienen respuesta. Pero también han supuesto una búsqueda que no cesa, porque el amor de unos padres es invencible y una familia nunca se rinde", manifestó el padre.

También dejó un recordatorio para las personas con responsabilidades en el caso de su hijo: "La desaparición de una persona no prescribe. Mi hijo tiene que volver y mientras eso no ocurra seguiremos pidiendo lo que nos corresponde: Verdad, justicia y acción". Isidro Molina cerró su discurso con una última petición para las autoridades políticas presentes, que no fue otra que la entrada en vigor de un Estatuto de la Persona Desaparecida. Con él se persigue, entre otras cosas, el amparo de una ley por la que no se pueda declarar como fallecido a un desaparecido, una vez hayan pasado diez años de su ausencia.

La voz de Rosa Sánchez, madre de Paco, no pudo evitar quebrarse al recordar que aún sigue esperando a su hijo. "Si digo que te extraño mentiría, porque más que extrañarte me haces falta. Diez años sin ti, cargados de misterio, de incertidumbre y de dolor. Y. El mundo siguió, pero para mí se detuvo ese 2 de julio de 2015", lamentó. "Ojalá allá donde estés te llegue el grito de todos: Te esperamos Paco", finalizó.

Tras ellos llegó la lectura del manifiesto de Afadecor, asociación creada por Isidro y Rosa a raíz de la desaparición de su hijo. La encargada de leerlo fue Manuela Paniagua, vicepresidenta de la organización. "Paco tiene hoy 26 años y sigue desaparecido. Sus padres y su hermano llevan diez años preguntándose cómo y dónde estará y qué lo empujó a marcharse". De nuevo se recalcó la necesidad de la oficialidad del ya mencionado estatuto. "Es necesario que se tramite como ley y así cambiar la cruel declaración de fallecimiento al cumplirse los diez años de la desaparición. Hay que terminar con ese dolor añadido de dar por fallecido a una persona ausente. Mientras no haya evidencia de muerte, tenemos la esperanza de vida", exigió Paniagua. También se subrayó la plena confianza que la familia tiene en los investigadores.

A esta reivindicación se sumó Paco Lobatón, fundador de qsdglobal (asociación dedicada a trabajar con este tipo de casos) y precursor de una primera redacción de un Estatuto de la Persona Desaparecida por medio de su organización. "Hay que conseguir que haya un imperativo legal que no obligue a los jueces a sobreseer las causas de las personas desaparecidas. Hay que erradicar la declaración de fallecimiento", argumentó.

La concentración se cerró con las declaraciones de Nuria Vinuesa, Jefa del Departamento de Atención a Familias del Centro Nacional de Desaparecidos; Adolfo Molina, delegado de la Junta de Andalucía y Ana López, subdelegada del Gobierno. En sus intervenciones han felicitado a las asociaciones por su labor y se han puesto a disposición de la familia, expresando un compromiso institucional con el caso de Paco Molina.