Córdoba

La compra de pisos en Málaga por parte de los cordobeses cae un 27% en un año

  • Las ventas descienden casi a la mitad en algunas localidades como Torremolinos o Estepona · Los clientes sólo pueden destinar un máximo de 200.000 euros al apartamento

Tener un piso en una localidad de la Costa del Sol se ha convertido en todo un lujo. Aunque la provincia malagueña es la segunda residencia de gran parte de los cordobeses, la crisis económica y la subida del Euríbor también ha hecho mella en las inversiones en la zona costera de Málaga, pues las ventas de pisos han caído un 27% en un año. En concreto, los cordobeses compraron durante el tercer trimestre de 2007 un total de 326 inmuebles, mientras que en el mismo periodo de este año la cifra ha bajado hasta los 239, según los datos del Ministerio de Vivienda. Precisamente fue en los tres últimos meses del año pasado cuando comenzaron a sentirse los efectos de la desaceleración, que se han acentuado a lo largo de 2008. La caída del boom inmobiliario, además, ha contribuido a que el ladrillo no sea una inversión segura. Además, los posibles  compradores prefieren esperar ante el descenso que está experimentado el precio de la vivienda.

Fuengirola, Torremolinos, Torre del Mar o Estepona son algunos de los municipios que cuentan con una mayor colonia de cordobeses en verano. Fue en los años 50 cuando comenzó el desfile veraniego de familias que dejaban Córdoba para descansar en la Costa del Sol. Lo cierto es que en toda la provincia de Málaga se está notando la bajada de las ventas de pisos de primera residencia, por lo que las viviendas de vacaciones son aún más perjudicadas. En Marbella la caída se sitúa en torno al 40%, en Torremolinos del 44%, en fuengirola del 45% y en Belamádena del 41%. Este descenso afecta sobre todo a las casas de segunda mano.

Los propietarios de las inmobiliarias son los que sufren a pie de calle esta situación y están bastante preocupados. Para atraer a los futuros clientes, las empresas han comenzado a ofrecer descuentos en los precios, aunque no parece animar demasiado al mercado. Una de las alternativas es la posibilidad del alquiler. Así, cada vez son más las ofertas de arrendamientos –también por parte de particulares– que ofrecen su apartamento. Sin embargo, vender un piso en la Costa del Sol parece una misión prácticamente imposible, bien porque el comprador espera una rebaja de los precios o porque la entidad bancaria no le facilita el crédito necesario.

Un ejemplo. Vender un piso en la Costa del Sol cuesta ahora casi el doble de tiempo que hace cinco años, con una media de 35,9 meses. Para buscar soluciones, las promotoras están plateando medidas como la posibilidad de convertir viviendas que están libre en apartamentos turísticos. Sería una oportunidad interesante, sobre todo porque se daría salida a los inmuebles que no se venden y se coparía un mercado, el del turista que está dispuesto a hacerse con una residencia en esta zona de la provincia malagueña. Los únicos pisos que están saliendo del mercado son pequeños apartamentos que con un precio máximo de 130.000 euros, pero, por encima de ese coste, la demanda es reacia. De hecho, el elevado precio del metro cuadrado de las viviendas en la Costa del Sol está detrás de que las ventas hayan caído de forma tan considerable, en algunos casos hasta la mitad, según los últimos datos del Ministerio de Vivienda. Las familias ponen como tope los 200.000 euros como cifra para comprar un piso en Málaga, según los datos que ofrecen las inmobiliarias.

En este sentido, están proliferando las ofertas para que los promotores capten clientes. Los regalos como la inclusión en el precio final del garaje o una cocina amueblada suelen tener más éxito que los descuentos económicos. Parece que éste va a ser el futuro de los constructores al menos mientras se mantenga la crisis económica.

La crisis de consumo está afectando a todo el país y la debacle de la construcción también es generalizada. El mercado cordobés era un gran aliado para las inmobiliarias de la Costa del Sol, además muchas promotoras cordobeses han expandido sus negocios en la provincia malagueña sabedores del tirón que tiene entre los cordobeses, como es el caso de Prasa o Arenal 2000, entre otras. Sin embargo, la recesión económica ha desviado los puntos de atención de los inversores y el ladrillo no proporciona esa seguridad de antaño. Los propietarios incluso están intentado deshacerse de sus apartamentos, algo que se está convirtiendo en una tarea muy complicada. Málaga esperaba que la llegada del AVE hasta la ciudad costera fuera un revulsivo para atraer a los turistas a que se comparan allí su segunda residencia. Precisamenta la nueva línea de alta velocidad –de la que ahora se cumple un año de su puesta en marcha– ha dejado la Costa del Sol a apenas una hora de la capital cordobesa. Todo un lujo para poder disfrutar de la playa cuando llega el verano.

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