El comercio del centro recupera su vigor por unas horas en la Shopping Night
La mayoría de tiendas abren sus puertas hasta las 02:00 de la madrugada con suculentos descuentos en sus productos El alcalde destaca la mejora de este evento en cada edición
Esto no es una bolsa. Es un regalo. Esta frase inundaba ayer las calles del centro estampada en unas bolsas que colgaban de todos los pivotes y que varias personas se encargaban de repartir para que todo aquel que adquiriera algo pudiera presumir de haber comprado en la III Shopping Night. Y se compró. Desde bien temprano. De hecho aún no era de noche y las compras rebajadas no hacían mención a su eslogan y ya comenzaban las calles Cruz Conde y Gondomar a rebosar de gente aprovechando los descuentos de este día señalado. Con la sensación de que el comercio se recupera por unas horas, las tiendas, ya fueran de ropa, peluquerías, joyerías, incluso autoescuelas, veían como las cajas crecían por momentos gracias a este evento que venía de la mano del trabajo común de todas las administraciones. Así, durante la presentación previa a que comenzara el horario de rebajas -de 20:00 a 02:00- los representantes de estas administraciones destacaban el valor de un acontecimientos como la Shopping Night y la ayuda que esto supone para los empresarios. El alcalde de Montilla, Federico Cabello de Alba, acudió hasta el bulevar de Gran Capitán para explicar el hermanamiento de la localidad que dirige con la noche de compras, con el objetivo de que no se quede en algo local, sino que trascienda a toda la provincia y poco a poco también a toda Andalucía. Esta proyección también fue algo que destacó el alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto, quien detalló que "cada edición (este año es la tercera) va mejorando y se va observando a un comercio sólido, con iniciativas con las que el Ayuntamiento quiere colaborar". Junto a Nieto también estuvieron representantes del resto de instituciones como el subdelegado del Gobierno en Córdoba, Juan José Primo Jurado, el vicepresidente de la Diputación, Salvador Fuentes, y la delegada de la Junta, Isabel Ambrosio. Esta última destacó la unión del comercio con otro tipo de actividades lúdicas y culturales, algo que para Ambrosio demuestras "que el comercio pequeño cae menos que los grandes centros comerciales".
Y con el bulevar como centro del que parten todas las calles, los cordobeses y turistas se echaron a las tiendas para hacer sus compras y disfrutar de una noche que se extendió hasta ya entrada la madrugada. Y no solo abrieron los comercios de ropa, también lo hicieron restaurantes, peluquerías o negocios como el Golden Cupcake, que sacó un carrito de helado a la calle para servirlo a los clientes que por allí pasaran. Un poco más adelante, en la misma calle Goya, la peluquería Hair Story ultimaba los detalles de su desfile maquillando y peinando a las modelos.
Pero las que verdaderamente se llevaron el gato al agua fueron las tiendas de ropa, que sacaron sus perchas a la puerta y anunciaron sus descuentos sin necesidad siquiera de entrar en los comercios. Así, Eva Leiva, gerente de Ruval -de ropa y complementos de mujer- comentaba que había mantenido los descuentos todo el día aprovechando el tirón de la gente que se acercaba allí y que atendía a los clientes cuando aún no se había escondido el sol. Compartía con su vecina Toril descuentos de entre un 20 y un 30%. En esta última, María Dolores Fernández colocaba los zapatos y bolsos de la conocida tienda, que ya tiene la experiencia de otros años.
Cruz Conde era quizá la calle donde más concentración de personas había. Este hecho se podía constatar en el bar La Platería, que sacó la barra a la calle y congregó a aquellos que hacían un descanso de sus compras para tomarse una caña por un euro o un montadito por dos. Y tras el descanso del guerrero, aún quedaba mucha Shopping Night por delante. Con mucha de su ropa colocada en expositores en la calle, la camisería Álvaro Moreno colgó sus carteles de descuento para una jornada en la que su gerente, Daniel Caraballo, ya preveía un buen resultado, porque desde por la mañana las ventas comenzaron a marchar. Allí, el matrimonio formado por Rosario y Pedro buscaban camisas para su hijo, aprovechando las rebajas. "Es un buen momento para gastarte el dinero que no te gastarías un día normal", comentaba Rosario mientras elegía una de las prendas. La misma imagen se repetía, por ejemplo, en Telas Cruz, donde Verónica Carmona y Juan Villanueva pusieron casi todos sus productos al 50% para captar más clientela. Carmona estaba contenta con el desarrollo del día, y esperaban que a eso de las 22:00, cuando la gente sale de trabajar, se llenara todo aún más.
Allí cerca, en la calle Gondomar, Jack & Jones y Vero Moda se unían a Góngora Café para servir mojitos en una barra colocada en la puerta y un DJ ya dentro. Entre la música, el gerente del local, Juan Carlos, explicaba que "la gente está esperando esta noche" y que por eso mismo, se ofrecían descuentos al combinar varias prendas. Las zapaterías también vieron crecer las ventas durante unas horas, como la situada en la calle Historiador Díaz del Moral, Dos Pies, donde la clientela hacía cola en la caja para pagar y Carmen, la dependienta, manifestaba que se notaba mucho la crecida en las ventas.
Sin duda, una buena noche para el comercio que por unas horas se olvidó de los malos datos y celebró una jornada de compras como ayuda al resto de días.
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