Educación

El colegio Salvador Vinuesa de Córdoba celebra 50 años de "compromiso, adaptación y cariño"

  • El centro escolar se inauguró en 1972 y ya prepara su particular homenaje con distintos actos para 2022

La actual directora del centro, María Valenzuela (derecha) y la antigua directora, Belén Fernández, junto a uno de los carteles del 50 centenario del Salvador Vinuesa.

La actual directora del centro, María Valenzuela (derecha) y la antigua directora, Belén Fernández, junto a uno de los carteles del 50 centenario del Salvador Vinuesa. / Juan Ayala

El colegio Salvador Vinuesa está de enhorabuena. Y es que, ya prepara la celebración por su 50 aniversario, que cumple en 2022. Desde que fue inaugurado en 1972, ha sido ejemplo del progreso, de adaptación a las necesidades sociales y al rápido avance que la educación y las familias han ido demandando. Todo ello además en una zona de expansión de la ciudad –junto al Zoco– cuyo crecimiento en todo los aspectos ha vivido este centro de Educación Primaria.

De hecho, se trata de uno de los colegios de Córdoba con más alumnos, un total de 689, además de 52 docentes, más el personal del aula matinal y el del resto de servicios, de manera que unas 80 personas se encargan de sacarlo adelante diariamente. Este centro, como destaca la directora, María Valenzuela, “ni siquiera ha notado el descenso de la natalidad, sino todo lo contrario, ya que cada curso académico tiene más demanda de familias que quieren que sus hijos estudien aquí”.

Patio central del Salvador Vinuesa. Patio central del Salvador Vinuesa.

Patio central del Salvador Vinuesa. / Juan Ayala

Y es que, la mayoría de alumnos, profesores y personal que ha pasado por el colegio en alguna etapa de su vida lo recuerda “con mucho cariño”, como es el caso de Antonio Bonilla, que fue director desde 1982 hasta 1994. Doce años al frente de toda una institución educativa “apoyada en los valores del respeto y la dignidad”, de la que destaca el “estilo Salvador Vinuesa”. Un estilo caracterizado por la “unión de docentes que trabajan juntos durante años” y que hasta el día de hoy incluso siguen teniendo relación por medio de la asociación de antiguos profesores del colegio Salvador Vinuesa.

“Siempre hemos tenido todos muy buena relación con las familias y entre alumnos y profesores había una grata comunión que se reflejaba luego en lo académico”, subraya Antonio Bonilla. A esa misma asociación pertenece Merche Gisbert, docente del centro durante 30 años (1978-2008). “Me siento una privilegiada por todo lo vivido, hemos sido una familia y nos seguimos juntando hasta día de hoy; eso es prueba del buen funcionamiento del centro y de ese estilo que lo apropia en un barrio donde todos nos conocíamos”, destaca.

Eso sí, ninguno de estos docentes llegó a vivir desde dentro el “punto y aparte” clave en la historia del colegio. En 2008 el Salvador Vinuesa sufrió una remodelación ejemplo del gran avance hacia la adaptación y a las necesidades que demandaba la sociedad del momento. Así lo explica Belén Fernández, directora del colegio desde 2007 hasta 2017. La obra duró dos años, en los que al colegio se le dotó de comedor, gimnasio, aula matinal y un cambio de imagen con el fin de adaptarse a las demandas de las familias que necesitan cuidado y educación para sus hijos más allá del horario escolar.

Obras de reforma del colegio en 2007. Obras de reforma del colegio en 2007.

Obras de reforma del colegio en 2007. / El Día

Pero conseguir un nuevo edificio para el Vinuesa no fue una tarea fácil y gracias al apoyo de las familias y del personal docente se logró el compromiso de Educación para realizar las obras y adaptarlo a la nuevas demandas y necesidades de enseñanza.

“Había que abrir las puertas a la sociedad y no solo en una metodología que siga dando buenos resultados académicos, sino en todos los aspectos. Hubo que hacer más hincapié en los avances tecnológicos, el bilingüismo, las necesidades especiales, y todo ello llevaba un trabajo que en grupo se pudo sacar adelante sin llegar a perder ese estilo Salvador Vinuesa que caracteriza al centro”, señala Belén Fernández.

Esa adaptación digital, sin duda, y como destaca Alfonsi Alcántara, profesora de Religión que lleva en el centro desde el 2000, requiere de una “importante formación del profesorado” que ha tenido a los docentes “en constante desarrollo y evolución “. Superando la brecha digital, el año pasado, con la pandemia, el colegio demostró “la fuerza de adaptación y el trabajo que hace”, como menciona María Valenzuela.

Y es que, estos 50 años del colegio son ejemplo de “crecimiento” para la actual directora, que de cara al futuro espera “seguir por la misma línea de trabajo y adaptación social”. Aunque eso sí, siempre con el apoyo de las instituciones, que son “quienes no deben ralentizar el duro trabajo de la educación”.

Edificio de Infantil del centro. Edificio de Infantil del centro.

Edificio de Infantil del centro. / Juan Ayala

“Seguiremos apostando porque los alumnos aprendan idiomas de inglés, francés e incluso chino, que son tan necesitados en este mundo globalizado. También por la inclusión y el respeto de todos, escuchando a las familias y a los niños, así como por seguir haciendo actividades culturales y formativas de todos tipo”, explica Valenzuela.

Para celebrar el 50 aniversario y “buscar un punto de encuentro”, a finales de abril y coincidiendo con la Semana Cultural que todos los años celebra el centro, el colegio realizará actos conmemorativos como colgar fotos del antiguo personal que ha estado y orlas de antiguos alumnos, además de organizar charlas y reunir a antiguos profesores antiguos y alumnos para hacer honor a esa “familia” que es el colegio Salvador Vinuesa.

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