El colegio Mediterráneo de Córdoba se queda sin calefacción

En el colegio Mediterráneo del Parque Figueroa la ola de frío de estas últimas semanas se ha dejado sentir en su interior. La razón no es otra que el mal funcionamiento del sistema de calefacción, según ha denunciado la asociación de padres y madres del alumnado a través de un escrito al que ha tenido acceso El Día y que han remitido al Ayuntamiento de Córdoba.

Según este documento, hasta el momento "de las 27 máquinas de climatización instaladas en el colegio Mediterráneo sólo emiten aire caliente 3 de ellas. Hay incluso 4 máquinas que están descontroladas porque no responden ni al interruptor de encendido y apagado que hay en el aula".

En el mismo escrito aluden también al estado en el que se encuentra la instalación eléctrica del centro educativo, ya que exponen que debido a cómo está realizada "cuando una máquina está averiada y no para de introducir aire del exterior sin control ni climatizar, la única solución es cortar la alimentación eléctrica a la climatización de varias aulas".

La asociación de padres y madres ya han comunicado esta situación a la Delegación de Infraestructuras del Ayuntamiento de Córdoba en varias ocasiones: antes de Navidad y la última hace ya más de dos semanas.

También recuerdan que tras la reunión que se mantuvo con los colegios afectados por la misma situación en la primavera del año pasado en Capitulares "se nos indicó que la garantía de las máquinas empezaría a contar desde que se pusieran en marcha. Sin embargo, el contacto técnico que el colegio tenía con Magtel tampoco aporta solución a estos problemas".

A todo ello suman que dentro de las adaptaciones eléctricas para permitir encender la climatización instalada en 2020 se retiraron los radiadores eléctricos que había en las aulas con una potencia total de 120kW y aclaran que "el proyecto realizado por Magtel para la instalación del sistema de climatización indicaba que en el caso de que se desconecten dos radiadores (3.000 w) eléctricos para conseguir el mismo efecto, tenemos una reducción de 43 % en términos absolutos de ahorro". En este caso, se refiere a 2 de los 3 radiadores que había por aula.

"Por tanto, para mantener la capacidad calorífica debería haberse dejado al menos un radiador por aula y esto no debería incrementar la carga de la instalación eléctrica", insisten.

Pero aún hay más, porque las familias también recogen en su escrito que "la pantalla de control del sistema de climatización muestra varios errores". Esta situación se agrave, según continúan, porque "en el colegio no hay un manual ni se ha formado a nadie del personal para poder ajustar el sistema o identificar la causa de los errores".

El escrito también incluye el hecho de que las máquinas que tienen sensores de CO2 y deberían poder regular el caudal de ventilación según necesidad "parecen estar mal configuradas a máxima potencia y emiten un ruido excesivo".

Ante todo ello, el colectivo hace varias demandas al Ayuntamiento de Córdoba, entre ellas y como medida de contingencia, que se vuelvan a instalar urgentemente los radiadores eléctricos retirados, al menos 1 por aula. "Dado que la climatización está apagada porque introduce más frío que calor en las aulas, no hay peligro de sobrecarga de la instalación eléctrica", aclaran.

La reparación de todas las averías del sistema de climatización, la instalación de las máquinas enfriadoras (calientan en invierno) que sean necesarias para una adecuada climatización del colegio, tal y como mencionaron que era posible en una de las reuniones que se mantuvieron con la plataforma SOS Climatización -entidad que ha mostrado su apoyo a la asociación- es otra de las peticiones.

Otra de las peticiones, en este caso dentro de la reforma eléctrica no terminada, es la instalación de un interruptor magneto-térmico que corte la alimentación eléctrica a la máquina de cada aula, la sustitución de los enchufes de las aulas por unos con protección contra la introducción de objetos o dedos de niños pequeños y trasladar el punto de suministro eléctrico al exterior del edificio, como requiere la normativa (por seguridad ante incendios), realizando las conexiones por el interior del edificio (sin perforar el tejado para ahorrar costes) para evitar generar nuevos problemas de humedades como los que dieron lugar al incendio del edificio anexo.