La asociación de padres y madres de alumnos La Luciérnaga del colegio Camacho Melendo de Priego de Córdoba se han concentrado frente a la Delegación de Educación para exigir que habilite una línea adicional de Infantil en el centro.

La portavoz de las familias, Reyes Molina, ha dejado claro que las familias van a seguir luchando por este segundo aula porque ahora van a dejar una clase con 26 niños “sin desdobles, sin apoyos, no van a poder hacer pequeños grupos para poder hacer psicomotricidad… la calidad de la enseñanza la van a bajar”.

Molina ha pedido “a las personas que están diciendo esto, si tiene hijos, que se ponga la mano en el pecho piense que son sus hijos, lo que pasa es que sus hijos van por lo privado y no piensan en estas cosas, piensan que hay que recortar y donde hay que recortar es en otras cosas, no en educación”.

Las familias han recordado que el centro cuenta con 44 solicitudes, suficientes para dos líneas, sin que ello perjudique el cierre de aulas en otros centros, y que entre dichas solicitudes se cuenta con un número elevado de hermanos y hermanas que ya se encuentran matriculados en cursos superiores en el centro y con niños y niñas con necesidades educativas especiales que pueden ser atendidos adecuadamente ya que el centro cuenta con Aula Especifica, AL, PT y PTIS.

Por ello, solicitan que no se les niegue la libre elección de centro y poder ejercer el derecho de las familias a una educación de calidad y sin aulas masificadas mientras que en otros centros de la localidad no lo estarán. Además, reclaman que se favorezca la conciliación familiar teniendo a todos los hermanos en el mismo.

La concentración ha contado con el apoyo de CCOO Córdoba y su responsable del área de Enseñanza, Francisco Cobos, ha señalado que “la Delegación de Educación está haciendo lo mismo que en otros muchos municipios de la provincia, está haciendo ingeniería maquiavélica. Ellos ya no hablan de cierre de líneas, sino que lo que están haciendo es coartar a las familias la posibilidad de matriculas a sus hijos e hijas en el colegio que ellos libremente eligen”.

Es decir, no es que se haya eliminado una línea, sino que la Delegación ha capado el número de matrículas a las 26 que marca la normativa, dejando fuera a 17 familias, algunas con otros hijos y/o hijas en el centro que “valientemente, han matriculado a sus niños y sus niñas en el colegio que ellos quieren que estén, el colegio que está cerca de sus casas, en el que están cerca de sus hermanos, en su entorno y en su barrio”.

“Entendemos que estos menores de solo 3 años tienen que relacionarse en su entorno cercano, otra cosa es la Secundaria, el Bachillerato o la Universidad, pero a esas edades no podemos desplazar a niños a 3 ó 4 kilómetros de su entorno. Estamos hablando de niños de 3 años, muchos con el pañal recién quitado, y esto la Delegación tendría que hacérselo mirar, hacer matemática creativa, permitir una ratio que no supere los 20 alumnos, que está dentro de ley y más cuando ya existe el maestro de Infantil, el aula y las instalaciones”, ha insistido Cobos.