Córdoba

La ciudad de la Mezquita y del salmorejo

  • Elio Berhanyer y Francisco Pulido se unen a la cofradía de este plato típico cordobés

El salmorejo es desde el mediodía de ayer más cordobés que nunca. Aparte de ser uno de los platos estrella de la mayoría de las tabernas y restaurantes de la capital, se convertirá en una de las recetas y símbolos culturales que se exportarán desde ahora tanto en ferias como en convenciones etnogastronómicas que se organicen por todo el país. Ésta es la consigna de la Cofradía del Salmorejo, una asociación que se bautizó ayer en el salón de actos del Palacio de la Merced y que contó con Amigos del Olivo de Baena -dedicada al oro líquido cordobés-, como padrino de investidura.

Bastaron unos pequeños cuencos y unas cucharillas, unas capas de color negro y el juramento de cada uno de los fundadores para que la cofradía fuera una realidad. Entre sus componentes figuran desde políticos, como la delegada provincial de Turismo, María José Montes, o el concejal del Ayuntamiento de la capital Valentín Priego, hasta empresarios restauradores, como Manuel Bordallo y Matías Vega, o integrantes de la Universidad de Córdoba (UCO), como Antonio Luis Díaz. Todos ellos se comprometieron durante el acto de presentación a "difundir este plato basado en la sangre de sus tomates de huerta, el ajo de la vida y el pan de la tierra aglutinados por un tesoro milenario, el aceite de oliva virgen, e inscribir su nombre en el mundo como parte de la cultura gastronómica de Córdoba".

Como precisó la presidenta de la cofradía, la diputada Montes, el salmorejo será una marca más de cuantas están ligadas al destino cordobés. La delegada de Turismo lo puso a la altura del sombrero cordobés, la belleza de la mujer cordobesa, la filigrana y la joya cordobesa, el rabo de toro, el flamenquín, el pastel cordobés, el medio de vino o los propios patios, entre otros de los numerosos productos a los que se refirió la dirigente de esa flamante corporación para realzar la oferta que tiene la provincia.

El presidente de la Federación de Cofradías de España (Fecoes), Carlos Martín, que dirigió el acto de presentación de la cofradía del salmorejo, fue más allá a la hora de valorar a la recién creada corporación y afirmó que "de Córdoba se conoce la Mezquita, pero se va a saber también que este producto es de esta tierra". El presidente de la Fecoes abundó en su representatividad y lo situó a la altura de alimentos tan populares como el bacalao -de Portugal-, la butifarra -de Cataluña- o la paella -de Valencia-. También recordó que el auge del vino de Borgoña surgió a raíz de la fundación de su propia cofradía en 1931. "Este vino no se veía y ahora está considerado como el segundo mejor vino del mundo gracias al trabajo de su cofradía", detalló Martín al analizar la trayectoria de este caldo de origen francés.

La presentación, teñida con el color negro de las capas de los 13 fundadores de la cofradía del salmorejo y el amarillo de las capas de los padrinos de la investidura, liderados por Manuel Piedrahita, contó asimismo con el concurso del modisto Elio Berhanyer y el presidente de la Diputación Provincial, Francisco Pulido. El primero se encargó del diseño de las capas que estrenaron los 13 fundadores de la cofradía y el segundo fue el anfitrión de una ceremonia en la que, como no podía ser de otra manera, no faltó la degustación de este plato. Ambos se convirtieron además en socios de honor, probaron el mismo salmorejo que los primeros componentes de esta corporación y posaron en una fotografía que pasará a la historia como la primera de la trayectoria de esta asociación etnogastronómica.

Elio Berhanyer, quien ha diseñado desinteresadamente las capas de los miembros de la cofradía que detalló algunos datos de la historia de la capa española -usada desde la época de los Austrias-, y enseñó a los presentes a colocarse una prenda fabricada con tela de Béjar.

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