Sector de la cerveza artesanal

Una cerveza para cada momento

  • La búsqueda de nuevos sabores y tendencias han cambiado el comportamiento del mercado en el sector cervecero 

Producción de cervezas en Mahou San Miguel.

Producción de cervezas en Mahou San Miguel. / Juan Ayala

Cada momento tiene su cerveza, la cultura cervecera continúa creciendo y el sector artesanal renace y, por lo que parece, esta vez será para quedarse.

El director del centro de producción Mahou San Miguel en Córdoba, Miguel Ángel Baquero, pone de manifiesto esta realidad cuando explica que la historia es cíclica y es ahora cuando las grandes fábricas que antiguamente se hicieron con cervecerías locales de toda España, están regresando a ese origen; esta vez para convertirse en el espacio que ayude a los pequeños artesanos de la cerveza a poner sus productos en el mercado.

Tal es el caso del primer Brewhub español que se instaló en Córdoba el 28 de marzo de este año, hace apenas nueve meses. Definido por la misma compañía como un espacio colaborativo en el que cualquier cervecera “nómada” que no cuenta con una planta de producción propia o que busca crecer pero no dispone de las instalaciones adecuadas para hacerlo, pueda dar salida “a una amplia variedad de estilos y lotes de cualquier tamaño, personalizando el producto y cubriendo así todo el proceso de elaboración, desde la concepción del líquido hasta el diseño del packaging y etiquetado” todo esto, con el asesoramiento de maestros cerveceros en las instalaciones de lo que parece una pequeña fábrica con capacidad para la elaboración de 50 hectólitros de cerveza, por ahora.

Baquero manifiesta que la elección de Córdoba para la instalación del Brewhub, que comprende un espacio con maquinaria a menor escala dentro de la propia fábrica Mahou, se dio gracias a las características del centro de producción, sus espacios, por ser la provincia un enclave de comunicación y por “el compromiso con el desarrollo de la provincia”. La intención de la compañía sigue siendo “poner a Córdoba dentro del mundo de la cerveza”.

Miguel Ángel Baquero, director del centro de producción en Córdoba. Miguel Ángel Baquero, director del centro de producción en Córdoba.

Miguel Ángel Baquero, director del centro de producción en Córdoba. / Juan Ayala

Pero las tendencias cambian, y se ve reflejado en el comportamiento de los consumidores, tanto así que los cerveceros han tenido que adecuar también su manera de producir para dar respuesta a esos clientes ávidos de lo artesanal, que puede ir desde sabores a cacao, limón, caramelo o chocolate hasta distintos tipos de fermentación y maduración. Al respecto, Baquero enfatiza en que “es verdad que parte del consumo sigue siendo saciar la sed, pero cada vez más personas van a los bares o sitios especializados pidiendo probar cosas diferentes, según el momento del día”.

Estas instalaciones, según la empresa, han sido “específicamente diseñadas para dar respuesta a las exigencias y particularidades de la producción craft”. Así, sus tres líneas de envasado multi-opción abarcan formatos como la botella de vidrio, el barril (que en este caso no es retornable pues es común que vaya a destinos fuera de España) o la lata, muy utilizada por los fabricantes artesanales ya que permite conservar mejor las propiedades del producto.

Este centro, además, “incorpora todas las facilidades para adaptarse a las nuevas tendencias en cervecería”, entre las que se incluyen la maduración oxidativa, la conservación en frío de productos no pasteurizados y las fermentaciones lager, ale, híbridas o mixtas.

La Mezquita, una cerveza hecha en Córdoba en 1920

Desde Mahou no ven esta realidad como algo negativo. “La competencia nos hace crecer y mejorar” comenta Baquero, al tiempo que recuerda el relanzamiento de La Mezquita, bajo el concepto “tradición cervecera de Córdoba recuperada”.

La receta actual de esta cerveza está inspirada en la original de 1920 y busca generar el sentimiento de cercanía y familiaridad en los cordobeses “con aromas a frutas blancas, principalmente, y un apreciable toque de cereal a malta y caramelo. También se aprecian ligeros sabores herbales de lúpulo y una fina fragancia alcohólica”. La Mezquita es una cerveza lager de tipo Pilsen que se caracteriza por su color dorado y brillante. En boca, la compañía la define como de cuerpo medio, amargor ligero y textura sedosa. Así, se pone de manifiesto que la historia siempre vuelve y que la nostalgia también se manifiesta en los sabores.

Un trabajador supervisa la producción de latas de cerveza. Un trabajador supervisa la producción de latas de cerveza.

Un trabajador supervisa la producción de latas de cerveza. / Juan Ayala

Además, también buscan especializarse en series y tiradas cortas o temporales de algunos tipos de cerveza. “No estamos enfocados solo en las típicas cervezas, estamos recibiendo visitas continuamente de especialistas en craft de toda Europa”. El comienzo del proyecto, como todos, ha sido complicado, pero aún así, las expectativas se mantienen y esperan poder llegar a los 100.000 hectólitos dentro de poco tiempo.

El movimiento artesanal no para. De hecho, ya existen buscadores de cerveza artesanal en internet para ubicar más rapidamente a los consumidores que desean encontrar dónde probar alguna de estas bebidas. En el último Festival de la Cerveza Artesanal de Córdoba destacaron varias marcas: Alma Turdetana, Perro Flaco, Capitán, Lunática, Bandolera, Daquí y Judería, además de la conocida Califa y una veintena de bares, tiendas o restaurantes donde se pueden adquirir.

La fábrica Mahou de Córdoba ha incrementado un 17,6% el volumen de producción en los últimos cinco años. Concretamente, desde 2014, la compañía ha elaborado más de 2,9 millones de hectólitros de cerveza en estas instalaciones, que cuentan con más de 50 años de historia.

Trabajadores en el área de fermentación. Trabajadores en el área de fermentación.

Trabajadores en el área de fermentación. / Juan Ayala

Este incremento en sus números se debe, más que a la ampliación de su centro, a una inversión en tecnología y modernización de las instalaciones, que acoge también a las pequeñas compañías nómadas de cerveza artesanal. Pero el compromiso de los cerveceros no es solo con la producción, lo es también con el medio ambiente. Así, intentan cambiar la típica envoltura plástica por cartón, algo que ya han alcanzado en su totalidad en la pequeña fábrica del Brewhub.

El compromiso medioambiental ha hecho que la compañía entre dentro del 25% de empresas en España con el mejor rendimiento ambiental, procurando, a través de pequeñas acciones, reducir el consumo de energía térmica, eléctrica y de agua, de acuerdo al nivel de producción.

Por lo visto Córdoba continuará creciendo en el sector cervecero con la incorporación de un nuevo edificio en Mahou para la distribución de sus productos en toda Andalucía.

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